No fue magia: la victoria de los Rodríguez Saá en San Luis
Luego de una sorpresiva derrota en las PASO, tras 32 años invitos, los hermanos Rodríguez Saa no perdieron tiempo en ajustar las tuercas de la estructura del Partido Justicialista puntano. El pedido de renuncia de todo el gabinete, un fuerte plan para crear merenderos, entrega de tablets y nuevos programas sociales que otorgaron a 50 mil personas un aporte mensual de $7500, fueron algunas de las acciones que quizá explican cómo revirtieron una derrota de casi 20 puntos en dos meses y contra el candidato del oficialismo nacional.
Por Santiago Mayor para Notas Periodismo Popular
El 13 de agosto nadie salía de su asombro. Tras las PASO los Rodríguez Saá quedaban casi 20 puntos por debajo de Claudio Poggi, ex gobernador (2011-2015) que se pasó a las filas de Cambiemos. Parecía el fin de una era; la primera derrota en 32 años. Sin embargo el 22 de octubre sorprendieron a todos revirtiendo el resultado.
La derrota de agosto fue dura por la diferencia y porque conmovió la hegemonía de una familia que gobierna de manera ininterrumpida la provincia desde 1983. Pero además cobró un peso simbólico aún más fuerte ya que Cambiemos, con el exgobernador Poggi -delfín de los Rodríguez Saá- a la cabeza derrotó en la categoría de Senadores a una lista que tenía a los dos hermanos (Adolfo y Alberto) como titular y suplente respectivamente.
No había tiempo que perder. Desde el mismo día posterior a la elección primaria toda la estructura del Partido Justicialista de San Luis, las oficinas gubernamentales y fundaciones ligadas al gobierno se pusieron en acción. La tarea era muy difícil pero no imposible para quienes supieron, a lo largo de su historia, dar sobradas muestras de pragmatismo político.
Recursos y militancia puerta a puerta
A pocos días de las PASO el gobernador Alberto Rodríguez Saá pidió la renuncia a todo su gabinete. El 22 de agosto, la nueva ministra de Desarrollo Social, María Angélica Torrontegui lanzó un plan para crear merenderos en toda la provincia, que comenzaron siendo 400 pero algunas estimaciones (no oficiales) dicen que ascendieron a cinco mil.
“Nos reunimos todos los días con muchos dirigentes que quieren formar estos merenderos en distintos lugares”, sostuvo la funcionaria en su momento. “Cada dirigente, un merendero. En la unidad básica, en la casa, en el club, donde sea”, agregó.
Por otra parte, según consignó el diario La Nación, a los planes Inclusión, Pañuelos Verdes y a las becas para estudiantes, se sumaron nuevos programas sociales que otorgaron a 50 mil personas un aporte mensual de $7500. Asimismo la fundación Mujeres Puntanas, cuya titular es la esposa del Adolfo, Gisela Vartalitis, recibió 80 millones en concepto de un subsidio provincial para otorgar electrodomésticos, computadoras y máquinas de coser a “25 mil mujeres emprendedoras”.
A esto se sumó una intensificación del plan de entrega de tablets llamado “San Luis 3.0″. Originalmente el programa apuntaba a jubilados, estudiantes de 1º y 2º grado, docentes, personal de seguridad y de salud. De cara a las elecciones de octubre, quienes estaban a cargo de los merenderos también recibieron una.
Hasta el 13 de agosto las tablets se otorgaban en actos públicos, posteriormente se pasó a un sistema de casa por casa. Funcionarios y “voluntarios” del Ministerio de Ciencia y Tecnología recorrieron prácticamente todos los municipios haciendo llegar no sólo el dispositivo electrónico sino también el pedido de voto para la lista oficialista.
Esta fue una lógica que primó durante toda la campaña que Adolfo Rodríguez Saá se puso al hombro. “Estuve en cada plaza, con lluvia, con calor, con frío, 6, 7 u 8 horas hablando, escuchando y reflexionando que hay un nuevo camino por recorrer”, declaró el senador nacional el último domingo al conocer los resultados. Al lado estaba su hermano, Alberto, con una remera que decía “22AG” por la fecha de lanzamiento del programa de merenderos. No fue magia.
Finalmente, aunque resulta difícil medir la incidencia, la participación electoral creció un 4,5% entre agosto y octubre: del 78,5% al 83%. Dado el cambio radical que tuvo el resultado de los comicios, resulta factible pensar que los nuevos votos fueron mayoritariamente hacia el oficialismo provincial.
Más de un siglo de historia
La historia de la familia más popular de San Luis se remonta a mediados del siglo XIX. Carlos Juan Rodríguez, bisabuelo de los hermanos Adolfo y Alberto, fue secretario general de Gobierno y ministro entre 1841 y 1860. Ese último año ocupó de manera interina la gobernación.
Sin embargo el primero en dar a conocer el popular doble apellido fue Adolfo ‘el Pampa’ Rodríguez Saá. Este político conservador gobernó territorio puntano entre 1909 y 1913, luego fue ministro y en los años ’20 senador nacional hasta el golpe de Estado de 1930 al cual respaldó. En ese período también gobernó de manera interina Humberto Rodríguez Saá (1922) y entre 1934 a 1938 la gobernación estuvo a cargo de Ricardo Rodríguez Saá.
Hubo que esperar 45 años para que nuevamente un integrante del clan ocupara el máximo cargo provincial. El actual senador Adolfo había sido presidente de la Juventud Demócrata Liberal (antiperonista) en los años ’60, luego se integró a la Juventud Peronista a principios de los ’70 y resultó electo diputado provincial por el Frente Justicialista para la Liberación (FreJuLi), entre 1973 y 1976. Por aquellos años fue uno de los opositores a la llamada “tendencia revolucionaria” encarnada en Montoneros.
Con el regreso de la democracia y el respaldo del dirigente peronista y ferroviario Oraldo Britos se alzó con la victoria electoral en 1983. Fue por poco: el Partido Justicialista (PJ) obtuvo el 40,48% y la Unión Cívica Radical (UCR) el 37,27%. Dos años después sufrió su única derrota electoral, con la UCR y por apenas dos puntos, en las legislativas de 1985 en pleno auge alfonisinista.
Durante esa década se estableció el “Acta de Reparación Histórica” que facilitó la instalación de empresas con exención de impuestos (no sin acusaciones de coimas para “acelerar los trámites”). También en 1984 la familia compró el periódico de mayor tirada provincial -El Diario de la República- que tuvo como director al Alberto que fue senador nacional dos mandatos, de 1983 a 1994.
Además en 1987 fue reformada la Constitución provincial permitiendo la reelección indefinida que llevaría a que “el Adolfo” gobierne (con mayoría en ambas cámaras provinciales) hasta 2001 cuando asumió provisionalmente la presidencia del país. Todo fue siempre acompañado de un importantísimo plan de inversión en obra pública.
En 2003, luego de la crisis económica, Alberto fue electo y debió enfrentar un 16% de desocupación provincial y un 40,5% de pobreza. Su respuesta fue el lanzamiento del “Plan de Inclusión Social” que empleó a 50 mil personas sobre una Población Económicamente Activa total de 147.113. En 2006, atentos a las nuevas demandas sociales, volvieron a modificar la carta magna puntana para limitar la reelección a dos mandatos.
Tras el interregno de Poggi, el Alberto regresó a la gobernación y en un giro bastante marcado desarrolló una política abiertamente opuesta al gobierno actual, aliándose a la ex presidenta Cristina Fernández, manifestando su respaldo a Milagro Sala y firmando la paritaria docente más alta del país.
Desde 1983 los Rodríguez Saá han vencido a “candidatos de la Casa Rosada” puestos por Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando De la Rúa, Cristina Fernández y Mauricio Macri.
A pesar del adjetivo de “feudal” con el que se ha etiquetado varias veces al gobierno provincial, han demostrado a lo largo de los años una flexibilidad política que les permitió afrontar las distintas etapas históricas desde la vuelta a la democracia. Un modelo que da que hablar, cuesta comprender y, hasta ahora, sigue produciendo victorias electorales.
*Por Santiago Mayor para Notas Periodismo Popular