El CAF: un Cuerpo de Abogadas Feministas contra el patriarcado
El Cuerpo de Abogadas Feministas de Córdoba (CAF) surgió en el año 2015. Como organización, buscan incluir la perspectiva de género en el derecho, garantizar el acceso a la justicia de las mujeres y elaborar estrategias que ayuden a canalizar las problemáticas que surgen a raíz de las violaciones hacia sus derechos.
Por Florencia Ogas para La tinta
El Cuerpo de Abogadas Feministas está integrado por 17 abogadas y estudiantes avanzadas de la carrera de abogacía de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la Universidad Católica (UCC). Algunas ejercen la profesión de forma independiente; otras participan en organizaciones de base y ONGs; otras tantas permanecen desde los inicios y muchas más se incorporaron recientemente. Para el CAF, el recorrido de cada de una de las integrantes es solo referencial: “Todas militamos el feminismo en nuestros espacios de trabajo y de participación -porque estamos convencidas y entendemos- que el derecho debe ser entendido desde una perspectiva de género”.
El espacio surgió en el año 2015 a raíz de dos inquietudes esenciales: la formación en género y la defensa de los derechos humanos de las mujeres. Desde sus inicios, se posicionaron desde una perspectiva crítica, buscando incluir la perspectiva de género en el campo del derecho y así contribuir al acceso de las mujeres a la justicia. A lo largo de su recorrido se vincularon con diversas organizaciones de mujeres y derechos humanos, como la Alianza Nacional de Abogadxs por los Derechos Humanos de las Mujeres y Católicas por el Derecho a Decidir, entre otras. El cruce de vínculos y experiencias permitió que el ADN del cuerpo de abogadas, tuviese una identidad más propia y reafirmara sus convicciones por un derecho y una justicia menos patriarcal.
En la actualidad, trabajan en “la difusión y promoción de derechos a través de charlas, talleres y capacitaciones. También estamos tramitando la personería jurídica y buscando fondos para poder avanzar en nuestra misión de incorporar una perspectiva de género en el derecho a través de acciones más concretas, como el litigio estratégico y el asesoramiento legal”, explican a La tinta.
Feminismo Jurídico
El Feminismo Jurídico es una corriente del Derecho que intenta deconstruir y desmontar uno de los pilares sobre los que se sostienen las sociedades patriarcales: impartición de justicia desigualitaria entre hombres y mujeres. Es una disciplina académica, pero también es una práctica que permite a las mujeres empoderarse desde una interpretación con perspectiva feminista de la creación y aplicación de las leyes.
—¿Qué aspectos se tienen en cuenta para ejercer una perspectiva feminista del derecho?
—La perspectiva feminista del derecho, otorga herramientas para visibilizar la brecha machista en la lectura administrativa y judicial de funcionarios o particulares del derecho en diversas situaciones en que una mujer se encuentra ante un conflicto legal. Estas herramientas parten de la existencia de una sociedad machista con normas pensadas para el varón (heteronormatividad), hasta lo que hace al acceso de justicia propiamente dicho; sin perder de vista los ideales de mujer aún vigentes o lo que se espera de la misma por el hecho de serlo, hasta los diversos tipos de violencia que sufre.
—En la formación y en la práctica laboral, ¿es lo mismo ser abogada que abogado? ¿Qué diferencias existen?
—No es lo mismo, ni la formación ni la práctica. Los ideales de hombre y mujer repercuten en todos los espacios sociales y aún más académico, versando sobre la mujer una doble exigencia o un tipo de expectativa, diferente al varón, por el sólo hecho de serlo. En el ejercicio de profesión aún más, porque el descreimiento de la mujer víctima se traslada a la desconfianza y eterna falta de experiencia de la mujer. Es de público conocimiento que en el fuero penal sobran los hombres litigantes y en el de familia las mujeres. También sobre cómo se ocupan los cargos jerárquicos dentro de la Justicia, donde se evidencia que las mujeres somos ampliamente mayoría en los escalafones más bajos como empleadas, y los hombres quienes ocupan los cargos de mayor jerarquía.
—¿Cómo es la formación sobre género y feminismos en la Facultad de Derecho de la UNC?
—Partimos de que no existe formación sobre género y feminismos en la Facultad de Derecho, al menos explícitamente en la currícula. Rescatamos que algunos profesores siempre nos acompañan, y algunas cátedras, sobretodo en materias “opcionales”, como la de Derechos Sexuales y Reproductivos; “Economía, Género y Participación política”, y «Género, Familia, Derecho y Sociedad». En cuanto a la currícula implícita, todas recordamos actitudes machistas heteronormadas como estudiantes de la Facultad, las cual se repiten en el ejercicio de la profesión.
Activismo
A lo largo del país, experiencias como el Cuerpo de Abogadas Feministas se replican: Abosex -Abogadxs por los Derechos Sexuales- integrado por un equipo de activistas legales comprometidxs con los derechos humanos y los derechos sexuales; la Red de Psicologxs Feministas que propone prevenir y disminuir el malestar en las subjetividades de las personas a causa de los efectos del patriarcado en la vida cotidiana, en un espacio que respeta la diversidad o la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir que busca garantizar el derecho a decidir de las mujeres desde una mirada integral que va desde la salud hasta lo social.
Para el CAF, “en el feminismo es esencial actuar en red, conjuntamente con el resto de los profesionales para socializar los conocimientos que vamos construyendo, porque estos conocimientos no son los que nos bajan en la Facultad o en cualquier curso que como estudiantes o profesionales podamos hacer”.
—Desde que nació el CAF, ¿acompañaron algún caso?
—A veces a través de personas que nos conocen, pero sobre todo desde que tenemos nuestra página de Facebook, nos llegan numerosas consultas. A algunas las evacuamos por ese medio, ya que solo se tratan de pedidos de información, por ejemplo, de cómo o dónde realizar una denuncia o trámites que no requieren acompañamiento técnico legal. Cuando se trata de cuestiones judicializadas o judicializables, derivamos el caso a las compañeras con matrícula profesional o a otrxs abogadxs (cuando se trata de otras jurisdicciones, por ejemplo). Siempre dejamos en claro que actualmente no realizamos asesoramiento ni llevamos adelante patrocinios como organización. Esto último está entre nuestros objetivos a corto plazo, pero actualmente no contamos con recursos ni personería jurídica para llevar adelante casos.
“Este año, junto a AboSex y a través de nuestra compañera Melina Canesini, tomamos participación en el trámite de rectificación de partida de nacimiento de un adolescente trans, a fin que ésta como su documento nacional de identidad sean acorde a su identidad de género autopercibida. Creemos también que a través de este caso abrimos el camino para otrxs jóvenes trans de nuestra provincia”, relatan orgullosas.
—¿Hay una mayor necesidad de saber cómo actuar en casos de violencia de género? ¿Todavía hay desconocimiento?
—Sí, creemos que las mujeres y quienes tienen identidades disidentes, están cada vez más interesadas en saber cómo actuar frente a casos de violencia de género, ya sea que ellas la sufren o sus familiares o amigxs. Si bien hay desconocimiento, con el tiempo cada vez hay más conciencia de cómo actuar, por ejemplo, saber que tenés el derecho a hacer una denuncia, y que es trabajo del operador o la operadora judicial tomársela.
El próximo martes 10 a las 18:30 horas, el Cuerpo de Abogadas Feministas brindará una charla-taller en el Centro Cultural España Córdoba sobre cómo actuar ante situaciones de violencia de género. “La idea del taller es que sea un espacio en donde se transmitan conocimientos prácticos, que nos permitan accionar frente a alguna situación de violencia de género, ya que en muchos de los pasos a seguir, no se necesita abogadxs. También la idea es que quienes asistan, puedan transmitir la información a quien la necesite”.
*Por Florencia Ogas para La tinta.
