Suspenden la mina La Alumbrera, a poco tiempo de su cierre definitivo
La medida judicial surge en respuesta a la demanda de una vecina de Andalgalá por el daño ambiental provocado y regiría también para la mina Bajo el Durazno, hasta que la empresa contrate un seguro de reparación. La compañía ya había anunciado el cierre del yacimiento de minería a cielo abierto más grande del país por llegar al fin de su vida útil.
Por Lucía Maina para La tinta
La Cámara Federal de Tucumán ordenó la inmediata suspensión de la actividad en las minas Bajo La Alumbrera y Bajo el Durazno, a fin de que se realicen informes periciales y hasta que la compañía acredite la contratación de un seguro de cobertura para garantizar el financiamiento de la recomposición del posible daño provocado por sus emprendimientos.
El Tribunal conformado por los jueces Marina J. Cossio, Raúl Daniel Bejas y Guillermo Daniel Molinari. II dio respuesta así a la medida cautelar contra la empresa Minera Alumbrera Limited e YMAD solicitada por Felipa Cruz, una campesina de la localidad catamarqueña de Andalgalá, quien adujo que los dos yacimientos mineros ubicados en terrenos de su propiedad generaron complicaciones en sus labores.
Esta medida había sido rechazada en 2010 por el juez de primera instancia y luego en 2012 por una sentencia de la misma cámara de Tucumán, integrado por otrxs jueces en aquel entonces. Ante ello, se recurrió a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que el año pasado cuestionó dicha sentencia como arbitraria por haber omitido considerar la existencia de un informe pericial que acreditaría la contaminación generada por la empresa demandada y su potencial incremento en caso de no disponerse la cesación de la actividad minera.
Dicho estudio, citado ahora en el nuevo fallo que ordenó la suspensión de las actividades, señala que el “dique de colas” -presa que retiene los efluentes líquidos procedentes de las plantas de tratamiento- fue construido sobre un terreno con elevada permeabilidad.
«Ello permite, a priori, interpretar que si los efluentes residuales almacenados en el dique son tóxicos, los mismos se podrían filtrar causando al ambiente y por consiguiente a la vida humana, vegetal y/o animal que en él se ubica, daños que podrían tornarse irreversibles e incluso afectar a las generaciones futuras», advierte la medida firmada por los jueces el pasado lunes.
El cierre y la remediación
La companía minera La Alumbrera, que extrae oro, cobre y molibdeno desde hace veinte años y lleva acumuladas diversas denuncias por daño ambiental, ya anunció hace tiempo que está preparando el cierre de su actividad, momento en el cual se deberán evaluar los daños provocados y aplicar un plan de remediación, tal como está previsto en la concesión. En tanto, el emprendimiento Bajo el durazno constituye una prolongación de Bajo la Alumbrera, ya que usa la misma planta de procesamiento de metales.
Ante esta situación, Rosa Farías de la Asamblea El Algarrobo señaló: «Después de tantos años que llevamos diciendo que la Alumbrera contaminaba, especialmente por el dique de cola y el mineraloducto, no deja de ser bueno que ahora la Justicia lo diga y pare la actividad, pero en la práctica solo le facilita la salida a la Alumbrera, que ya se está yendo y eso ya no les interesa».
En un principio, la multinacional Glencore, que opera la mina en sociedad con Goldcorp y Yamana Gold, había anunciado su salida para finales de este año debido a que el yacimiento estaba llegando al fin de su vida útil, aunque a partir de la eliminación de las retenciones a la minería dispuesto por el gobierno nacional -que mejoraron las condiciones de rentabilidad del sector- evalúan extender su actividad al menos hasta 2018.
Al respecto, desde la asamblea señalan que la «está haciendo tiempo porque tienen otros proyectos mineros y están negociando».
Además, lxs vecinxs denuncian que se siguen registrando accidentes en la mina, incluso en la actualidad, y que estos se esconden, así como los daños que provocan: «Hace un par de semanas, por ejemplo, tuvieron problemas con el pozo de donde se extrae el mineral, y se cayeron dos gradas», contó Rosa. Y agregó: «Siempre lamentablemente nos damos cuenta que los gobernantes de todos los partidos no hacen nada más que mantener el silencio cuando pasan este tipo de cosas. Nadie dice nada y somos los vecinos los que nos atrevemos a hablar».
En este sentido, cabe destacar que los controles del funcionamiento de la minera deben ser realizados por el gobierno catamarqueño, el cual también participa de la explotación a través de YMAD.
En cuanto a los daños que llevan veinte años acumulándose en territorio catamarqueño a partir de la actividad de La Alumbrera, desde la asamblea de vecinxs sostienen que por su magnitud y su alcance no hay remediación posible, y destacan, por ejemplo, que el dique de cola filtra el agua contaminada con sustancias tóxicas afectando todo el ambiente. Estas filtraciones, advierten, continuarán por mucho tiempo más: «La cuestión de la remediación es una mentira: no se puede remediar porque ya se destrozó lo que había en el lugar».
* Por Lucía Maina para La tinta.