Esteban Bullrich: un hijo del poder
Descendiente de un general patricio tachado de “vendepatria”, entrenado por la Fundación Eisenhower para ser un líder emergente, dueño de una off shore, denunciado por corrupción y acusado de fraude electoral por su socio político de Recrear, López Murphy, el ministro Bullrich tiene una extraña debilidad por mezclar su gestión educativa con la gestión de negocios. Esto le ha deparado una notable fortuna, explicada gracias a donaciones recibidas por su conyuge. Sin embargo, imitando al sindicalista Barrionuevo, aseveró hace muy poco que “los problemas se van a resolver si terminamos de afanar la guita que nos estamos llevando a los bolsillos”.
Por Lázaro Llorens para Striptease del poder
El ministro de Educación y Deportes de la Nación, Estaban José Bullrich Ocampo, mencionado como candidato a senador por la provincia de Buenos Aires, hace más de un mes tiene un conflicto abierto con los docentes por incumplir la ley y no llamar a paritarias nacionales, como se lo ordenó la jueza en primera instancia Dora Temis, a quien recusó.
Hijo de una familia de sobrado linaje, su padre es Esteban Bullrich Zorraquín y su madre María Ocampo Alvear, tataranieta del militar, político y diplomático argentino general Carlos María de Alvear, primer embajador en Estados Unidos y señalado por historiadores como un agente inglés, lo que queda demostrado en dos elocuentes cartas enviadas a Lord Castlereagh, ministro de Relaciones Exteriores de Inglaterra, y a Lord Strangford, embajador inglés en Río de Janeiro, en las que afirmó: “estas provincias desean pertenecer a la Gran Bretaña, recibir sus leyes, obedecer a su gobierno y vivir bajo su influjo poderoso”.
También es sobrino segundo de la actual ministra de seguridad Patricia “piba” Bullrich, ex miembro de la cúpula de Montoneros y ahora fan de las palabras seguridad, control y orden.
En el año 1992 se recibió de licenciado en sistemas y computación, en la universidad privada CAECE, actualmente propiedad de la Cámara Argentina de Comercio. Ese año comenzó a trabajar en la empresa textil Alpargatas, que hoy paradójicamente atraviesa un situación económica compleja, con suspensiones masivas de empleados. En 1996, viajó a Estados Unidos para hacer un master en administración de empresas en la prestigiosa universidad Kellogg School of Management, una de las mejores escuelas del mundo en este tema, creada y sostenida por la compañía alimenticia Kellogg.
Ese año, antes de regresar a la Argentina, Bullrich Ocampo viajó Nicaragua, bajo influencia sandinista, para enseñarles durante dos meses matemática a niños de un orfanato. Lo hizo con la fundación Padre Fabretto, una ONG financiada por el gobierno de Estados Unidos y grandes compañías multinacionales como Cargill, Coca Cola y Appel. Esta fue la primera vez que Bullrich tuvo una experiencia con el tema educativo. También la primera y última vez que estuvo parado frente a un aula.
Con el master en administración de empresas, el ministro macrista regreso al país y comenzó a trabajar para la empresa frutícola San Miguel S.A., una de las principales productoras de limones del mundo, rubro en el que el ministro sigue teniendo intereses a través de la consultora Fruitful Thinking S.A., especializada en exportación de productos frutícolas, de la cual es dueño del 50%.
En el ardiente 2001, el actual ministro de Educación de la Nación decidió abandonar el sector empresarial para pasar al ámbito público. Lo hizo de la mano del economista liberal Ricardo Lopez Murphy, consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI) y ex economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). Ese año, Lopez Murphy fue nombrado ministro de economía de la Alianza por el presidente Fernando De la Rúa. Apenas asumió, se despachó con un durísimo plan de ajustes en todas las áreas del Estado, principalmente en Educación. Por su crudeza, este plan provocó la renuncia de casi todo el gabinete de De la Rúa y, tras cartón, la renuncia del propio Lopez Murphy.
Sin embargo, Bullrich se las ingenió para continuar en la política. Inmediatamente después se desempeñó como secretario parlamentario del entonces diputado Hugo Martini, actual asesor suyo y por entonces vicepresidente de Relaciones Institucionales de YPF, cuando la compañía estaba en manos de Repsol.
En las elecciones del 2003, gracias a su apellido de alto linaje, Bullrich pasó directo y sin escalas desde ese cargo en el Congreso a candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por el partido Recrear, fuerza política que había creado Lopez Murphy para competir en las elecciones presidenciales de ese año. En esos comicios, Recrear tuvo una muy buena performance: como candidato a presidente Lopez Murphy quedó en tercer lugar con el 16% de los votos, a seis puntos de Nestor Kirchner, mientras que el actual ministro, compitiendo contra Macri e Ibarra, salió cuarto con el 9% de los sufragios porteños. Nada mal para una fuerza totalmente nueva. Dos años después, en las elecciones legislativas del 2005, Recrear se alió con el macrismo, su competidor directo. Así nació formalmente Propuesta Republicana (PRO) que hoy ocupa los principales cargos del poder ejecutivo.
Bullrich resultó electo diputado nacional. En esa banca tuvo contacto de manera fugaz con experiencias en la educación pública. Fue cuando presentó, junto con Eugenio Burzaco y Hugo Martini, un proyecto de “Ley Federal de Educación” (5.557-D-06) que recibió críticas de su propio compañero del PRO, Mariano Narodowski, ex ministro de educación de Macri.
Educación off shore
En el 2006, mientras cursaba su beca en la Fundación Eisenhower, Bullrich, junto a Marini, otros actuales funcionarios, parientes y un socio del actual jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, abrieron en el paraíso fiscal del estado de Florida una empresa off shore sin fines de lucro que aún está activa. Se trata de “Formar Fundation INC”, cuya existencia saltó a la luz el año pasado tras las investigaciones del Panamá Papers. Su presidente es Bullrich; su director y tesorero Diego Fernández, ex jefe de gabinete de Bullrich en el gobierno de la Ciudad, dueño de la cadena “Dashi Sushi Bar”, actualmente secretario de Integración Urbana en la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de la urbanización de la Villa 31. También integra esta off shore, como director y tesorero, el economista y empresario Gabriel Sánchez Zinny, actual director del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) quien tiene a su cargo las escuelas técnicas del país.
Zinny, consultor educativo, es dueño de la polémica plataforma educativa Kuepa, empresa que estuvo señalada por corrupción cuando Bullrich era ministro de Educación del gobierno de la ciudad. También es autor del libro “Educación 3.0: La batalla por el talento en América Latina”, en el que, ante el deterioro de la educación pública argentina, propone incorporar al sector privado al sistema educativo nacional. Viejo anhelo del nuevo orden económico.
Pero esto no es todo. Sánchez Zinny, actualmente es socio del actual jefe de gobierno porteño Rodríguez Larreta en la empresa “Edumente”. Con domicilio en Alicia Moreau de Justo 846, piso 2, departamento 18, la empresa se dedica a servicios on line de tecnología, desarrollo de sistemas y análisis de datos. Su nombre es similar a otra off shore de Zinny “Edumente Dominicana”.
Salto al macrismo
A fines del 2006, con su expriencia en la Fundación Eisenhower y su off shore “Formar Fundation INC” bajo el brazo, Bullrich regresó al país y reasumió su banca en el Congreso. Al año siguiente, en las elecciones presidenciales de octubre del 2007, sin mucho trabajo que lo respalde, el ministro siguió ascendiendo en su carrera política. Se presentó como candidato a vicepresidente de la República por Recrear, acompañando a Lopez Murphy que se postuló como presidente. Aunque esta vez, los resultados para la fórmula Lopez Murphy-Bullrich fueron catastróficos, resultando sexta con el 1,4% de los votos. Es decir que, con respecto al 2003, habían perdido el 90% de su electorado. Aun así, logró renovar su banca como diputado.
Un mes después de esta dura derrota, en noviembre del 2007, Bullrich pidió licencia sin goce de sueldo para ser ministro “temporario” de Desarrollo Social en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Macri, en suplencia de la actual gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal, que había solicitado licencia por maternidad. Su pase al macrismo puro, sin consulta, provocó la furia de sus correligionarios de Recrear y puso al partido al borde de la ruptura. A Bullrich, que ya tenía puesto su corazón en el macrismo, poco le importó y, a fines de diciembre, asumió de todas maneras.
Estando al frente de ese ministerio, que mueve millonarios recursos, Bullrich se encargó de arrebatarle Recrear a su fundador y líder: Lopez Murphy. Fue en abril del 2008, luego de unas duras internas sindicadas de fraudulentas, donde el actual ministro desplazó a Lopez Murphy de la presidencia del partido, quien luego de esa derrota se alejó de la estructura partidaria.
“Han exhibido al menos 35 hechos lamentables y bochornosos que afectan crucialmente la identidad y la transparencia partidarias” denunció el fugaz ex ministro de la Alianza, mediante una carta pública donde informó de su alejamiento de la política. “Si avalo una cosa así (denuncia de urnas falsas, supuesta falsificación de firmas de candidatos, delegados cuestionados judicialmente) no puedo volver a hablar más en mi vida sobre la necesidad de una reforma política para alcanzar la transparencia. Todo lo que le censuramos al kirchnerismo fue hecho acá” sentenció y pegó el portazo.
Hay que “despersonalizar” y “ampliar la sociedad política que Recrear mantiene con Macri”, fue la respuesta Bullrich a esas denuncias, mientras asumía la dirección del partido. Promesas que el actual ministro macrista cumplió al pie de la letra, dado que bajo su presidencia, luego de esas elecciones, Recrear desapareció del mapa electoral y sus votos y dirigentes fueron absorbidos íntegramente por el macrismo. Todo gracias a Bullrich, que le quitó a Macri un duro competidor.
Mala educación
A fines del 2008, el licenciado Bullrich terminó la suplencia de Vidal y volvió una vez más a su banca de diputado. Aunque su labor había sido irregular, más que flaca, en junio del 2009, abandonando totalmente el partido Recrear que él presidía, se volvió a presentar como segundo candidato diputado por la Ciudad de Buenos Aires, pero esta vez por el PRO puro, en una lista debajo de la actual vicepresidenta Gabriela Michetti.
En esas elecciones el partido amarillo salió tercero y el actual ministro regresó otra vez al Congreso. Sin embargo, apenas asumió pidió licencia nuevamente para asumir como ministro de educación del Gobierno de la Ciudad, bajo la gestión de Macri, cargo para el que Bullrich no tenía ninguna experiencia ni formación alguna.
Su asunción fue el 5 de enero del 2010. Ni bien desembarcó lo primero que hizo fue reformular el organigrama del ministerio y nombrar a sus principales socios de la off shore “Formar Fundation INC” en cargos importantes de su ministerio. Diego Fernández pasó a ser su jefe de Gabinete y Hugo Martini, director general de Comunicación y Relaciones Institucionales.
En cuanto a Sánchez Zinny, socio del por entonces vice jefe de gobierno Larreta, si bien no ingresó como funcionario, actuó como proveedor del Estado. ¿Cómo? A través de la empresa de plataformas educativas Kuepa, de la cual Sánchez Zinny era presidente, que en el 2013 se adjudicó de manera directa, sin licitación, el programa estatal “Adulto 2.000”, creado para que adultos mayores de 18 años puedan terminar el secundario en un plazo de dos años, de manera on line, sin asistir a clases.
La polémica del caso “Kuepa” se desató cuando los propios alumnos del “Adultos 2.000” recibieron mails con promociones y descuentos para hacer el curso on line. Pero no de forma gratuita sino pagando un kit por Mercado Libre de 495 pesos por mes, que incluía horarios más laxos y un año menos de cursado.
A la par, algunos docentes comenzaron a recibir consultas de alumnos que no estaban inscriptos en el programa y eran clientes particulares de Kuepa, la empresa de Sánchez Zinny, socio de Bullrich y Larreta. Lo cual motivó una denuncia de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera) de la Ciudad de Buenos Aires.
Más denuncias
A estas acusaciones de corrupción contra Bullrich, se le añadieron otras. Una de estas fue el pago de sobreprecios de hasta 185 millones de dólares en la compra de miles de computadoras personales, bajo el marco del “Plan Sarmiento”, para entregárselas a 160 mil alumnos y 16 mil docentes de escuelas porteñas, donde según peritajes judiciales, los sobreprecios alcanzaron el 285%.
Otra: las irregularidades en las contrataciones, sin licitación pública, de las consultoras Reale-Dalla Torre Consultores y La Usina Digital, ambos aportantes de la campaña de Macri. En este caso, los contratos de estas dos empresas de comunicación y marketing amarillas eran exactamente los mismos. Se aprobaron con un mes de diferencia. Sin embargo, entre ambos había una diferencia de 312 mil pesos. A Reale-Dalla Torre Consultores, Bullrich y su entorno off shore, se lo adjudicó el 25 de agosto del 2015, por 568 mil pesos. A Usina Digital SRL, que durante el macrismo embolsó contratos por 26 millones de pesos, el 23 de septiembre se lo contrató por 880 mil pesos,
“Este tipo de situación, además de que amerita una investigación para establecer si hubo cohecho o lavado de dinero, demuestra el descontrol administrativo del ministerio dirigido por Esteban Bullrich”, sentenció por ese entonces la jefa de bloque kirchnerista de la legislatura porteña, Gabriela Alegre.
“Los problemas se van a resolver si terminamos de afanar la guita que nos estamos llevando a los bolsillos” respondió en esa oportunidad el ministro Bullrich, en un programa de TV, junto a Macri, en un sincericidio al estilo Luis Barrionuevo.
PRO-privados
En cuanto a la política educativa del inexperto Bullrich, como buen liberal, sus principales pilares como ministro de Educación porteño fueron: la evaluación a los docentes, la vinculación de la escuela con el sector privado, el uso de las nuevas tecnologías (donde sus socios y funcionarios tienen intereses) y el fomento desde el Estado de la cultura individualista del “ser emprendedor” por cuenta propia, a través de la fundación norteamericana “Junior Achievement”.
“La idea consiste en proponerles a los chicos que salgan a crear trabajo y no a buscarlo. En esa idea de “crear trabajo” creo que Junior Achievement les brinda herramientas para ser dueños y creadores de su futuro” dijo al respecto el ministro Bullrich sobre esta fundación.
En esa línea, durante su gestión los subsidios a las escuelas privadas, en su gran mayoría de la Iglesia Católica, institución con la cual Bullrich comulga –se lo menciona como miembro del Opus Dei-, no pararon de incrementarse año a año. Solo en el 2015, último año como ministro de la ciudad de Buenos Aires, Bullrich transfirió 2.800 millones de pesos a las escuelas de gestión privada, para “financiar gastos corrientes”. Esto es: pagar salarios de profesores y maestros.
Junto con estos millonarios subsidios, en paralelo, el ministro de Cambiemos creó un “Fondo de Financiamiento para la Adecuación de la Infraestructura Edilicia” para financiar el mantenimiento o la refacción de los edificios de las escuelas privadas. De esta manera, permitió que los dos principales costos que tienen una escuela (sueldo docente y mantenimiento edilicio) los absorba el Estado. Mientras que las ganancias se las llevaban íntegramente los dueños de los colegios, principalmente la Iglesia Católica.
A todo esto, en el 2014, centenas de chicos de las escuelas públicas porteñas, dado el estado de abandono de algunos edificios y falta de aulas, tenían clases en “aulas containers”. Hecho que desató una polémica. Y por la cual, a raíz de una denuncia de padre y alumnos, y la electrificación que sufrió un directivo, intervino la Justicia y los prohibió.
Ministro millonario
En junio del 2013, mientras llevaba adelante toda esta política educativa pro-privados atravesada por denuncias de corrupción, el actual ministro macrista, junto a otros funcionarios, hicieron público su patrimonio publicando su declaración jurada de bienes. En esa oportunidad se conoció el millonario patrimonio que tenía Bullrich, un eterno funcionario público, con empresas privadas, terrenos, departamentos, ahorros en dólares, hasta acciones en grandes corporaciones multinacionales como Apple o Exxon.
Todos estos bienes, sumaban un total de 1.751.292 pesos de ese entonces. Actualizados al día de hoy, unos 6 millones. Sin contar las los bienes subvaluados. Nada mal para alguien que en los últimos 17 años de su vida se desempeñó como un sempiterno funcionario público.
Aun así, en su subvaluada DDJJ el ministro de educación olvidó de poner su off shore “Formar Fundation INC”. Creada en el 2006, junto a sus socios-funcionarios Martini, Fernández y Zinny, socio a su vez de Larreta.
A la Nación
Además de las denuncias de corrupción en su contra, o las inconsistencias en su millonario patrimonio, en cinco años frente al ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, la más rica del país, el licenciado en sistemas Bullrich, solo pudo mostrar magros resultados en el tema educativo.
La prestigiosa prueba TIMSS en Matemática y Ciencias, ubicó a la CABA en el puesto 46 entre 55 países, provincias y ciudades que fueron evaluadas, aunque se las ingenió para mostrar una leve mejora en las pruebas PISA, que tuvieron un irregular trámite en el resto del país. A pesar de ello, en diciembre del 2015, el presidente Macri decidió premiarlo, y lo nombró ministro de Educación de la Nación con el agregado de la cartera de Deportes.
Al poco tiempo de asumir, Bullrich, otra vez nombró a sus socios de la off shore “Formar Fundation INC”, que se había olvidado de incluir en su declaración jurada, como funcionarios ahora del gobierno nacional. Hugo Martini pasó a ser su asesor personal. Mientras que el empresario en plataformas Sánchez Zinny, máster en Política Pública en la Universidad de Georgetown, consultor educativo, dueño de la polémica Kuepa, socio a su vez de Rodríguez Larreta, mediante el decreto 59/2016 firmado por Macri y Bullrich el 1 agosto del 2016, pasó a desempeñarse como director del INET.
Una de las principales medida que tomó Sánchez Zinny apenas asumió como director del INET, fue firmar un convenio con la empresa estadounidense Internet Media Services (IMS), para formar docentes y estudiantes técnicos en “Marketing Digital y Plataformas Móviles” que se comenzaron a dictar este año.
A estos nuevos negocios incompatibles con la función pública, tan escandalosos como los que se le atribuyen al kirchnerismo, el ministro Bullrich le añadió una dura política de ajuste mediante subejecuciones presupuestarias, reducción de miles de becas, desfinanciación de los programas, despidos en el ministerio, desinversión, etc. A la par que, al igual que lo hizo en el gobierno de la Ciudad, intenta imponer la capacitación a los docentes, a pesar de no contar él mismo de ninguna capacitación en temas educativos; la evaluación de los alumnos a través de la cuestionadas prueba de PISA; y la vinculación de la educación pública con el sector privado.
“Cuando el gremio focaliza, estoy develando la estrategia pero no importa porque es poco atacable igual, le abriste doce y las otras once avanzan. Entonces, cuando se dieron cuenta que alguna ya se implementó, van atrás de esa y avanzás con la que no habías avanzado” dijo Bullrich, muy suelto de boca, cuando explicó en una reunión cual es su estrategia que utiliza para gestionar lo público como ministro de educación, mostrando una permanente actitud de confrontación con los docentes, en lugar de buscar la cooperación y la armonía.
Como corolario, el ministro macrista, ahora se niega a cumplir con la ley de financiamiento educativo, que prevé un presupuesto piso del 6% del PBI para Educación, Ciencia y Técnica, y la convocatoria a paritarias nacionales docentes. Todo con el único objetivo de achicar el déficit, como piden los banqueros, para garantizar el pago de los servicios de la deuda externa. La fuente principal de financiamiento del gobierno de Macri.
Esto motivó una abierta y dura lucha con los decentes de las principales provincias del país, como Buenos Aires, Córdoba, Rosario que recibieron propuestas salariales del 18,5% en tres cuotas. También una presentación de Unión Docentes Argentinos (UDA) ante el juzgado laboral de primera instancia, reclamando la apertura de paritarias, pedido que la jueza Dora Eva Temis avaló en primera instancia, y sobre la cual ahora tiene que expedirse la Cámara de Apelaciones.
“El fallo no es propio de la Justicia, lo que se trata es de estirar el conflicto” dijo al respecto Bullrich, quien no solo apeló el fallo, sino que además decidió recusar a la jueza Temis por “animosidad”. A la par que, por los medios, casi a diario, objeta con generalizaciones el desempeño de los docentes, acusándolos, entre otras cosas, de hacer “curro y abuso” de las carpetas médicas.
Finalmente, mientras el conflicto con los docente sigue abierto, como un eterno “déjà vu”, Cambiemos eligió al ministro Bullrich será candidato a senador por la provincia de Buenos Aires, presentándose seguramente como uno de los campeones que lograron doblegar a los docentes de las escuelas públicas. A quienes devalúan, atacan, y desprestigian, al mismo tiempo que se le encomienda la dura tarea diaria de desplegar la contención social al tercio de argentinos que viven hundidos en la pobreza y la indigencia. Y se le asigna además el rol de ser el instrumento para erradicarlos de la pobreza, mediante la educación. Todo un contrasentido.
*Por Lázaro Llorens para Streptease del poder