Agustín Santillán, joven wichi de Formosa: «Estoy preso por luchar»
Perseguido por el gobierno de Gildo Insfrán, está preso desde el 14 de abril por denunciar las injusticias contra su pueblo. Por primera vez, escuchamos su voz desde la cárcel.
Gloria Pagés para La Izquierda Diario
Agustín Santillán es un joven wichi, luchador por los derechos de los pueblos indígenas de la provincia de Formosa. Allí gobierna Gildo Insfrán, el mismo responsable de la persecución sistemática al pueblo Qom. Agustín está preso desde el 14 de abril, víctima del acoso contra él y su comunidad.
Está detenido en el Penal formoseño de Las Lomitas. Estuvo en huelga de hambre para hacer notoria su situación. Pero el cerco mediático es enorme. Al igual que Milagro Sala, presa por el Gobierno de Morales en Jujuy, se considera un preso político.
Agustín quiere hablar, quiere denunciar. Se rebela contra la pretendida naturalidad de que el silencio debe caer sobre los pueblos originarios, perseguidos desde hace más de 500 años. Alza la voz para que se sepa que no sólo están condenados por la pobreza, el abandono de los gobiernos nacional y provincial, sino que además cuando reclaman lo que les corresponde, los meten presos y les arman causas.
Le armaron 28 causas. De todas ellas, solo en una la justicia investigó y debió dictarle la falta de mérito porque no encontraron nada que lo inculpara. Sin embargo, sigue preso, acusado entre otras cosas, de participar de los robos y saqueos que se produjeron en la localidad de Ingeniero Juárez después de las inundaciones que afectaron la zona oeste de esa provincia. Su esposa Gabriela Torres afirma que no estuvo en ninguno de los episodios y denuncia también que fue torturado, que entre 10 policías lo golpearon brutalmente.
Nunca, tampoco, encontraron el arma que supuestamente Agustín portaba. Una causa armada, de manual.
Agustín logró comunicarse, en un llamado accidentado, con cortes es interferencias, con los periodistas de La Retaguardia. En esa entrevista pide expresamente que el audio se publique. Nos sumamos a su pedido, que se escuche su voz.
«Todavía estoy en un calabozo desde el que me trajeron cuando me detuvieron en Ingeniero Juárez. Pido que se difunda porque no puede ser que nosotros estemos en democracia y a mí me tienen como un preso político por estar en contra del gobierno de Formosa. A mí me persiguen hace varios años. Venía recibiendo amenazas. Cualquier cosa que pasa en Ingeniero Juárez me echan la culpa», así arrancó la entrevista.
La causa por robo, se enmarca en la toma de la Municipalidad de Ingeniero Juárez. Así lo cuenta Santillán: «En ese momento nosotros reclamábamos por la inundación que sufrimos. Hermanos que perdieron todas sus cosas y no tenían ayuda de nada. Entonces el gobierno mandó cosas y el gobierno en lugar de repartir, guardaron en depósitos. Entonces la gente decidió ir a la municipalidad y encontraron mercaderías, colchones y frazadas. Algunas cosas ellos llevaron porque sabían que eran de ellos. Ahí me armaron la causa por robo en poblado y en banda».
Agustín participó también de una manifestación en la Delegación Zonal que le valió otra causa penal. «Nosotros hicimos una manifestación pacífica, reclamamos por seguridad en las escuelas. Hay muchos hermanos que están cobrando 1000 pesos, 500 pesos por estar trabajando en la escuela y ellos querían un aumento. Ahí también me armaron una causa. Por eso estoy detenido y castigado acá en un calabozo».
La detención y el encierro
Fue el 14 de abril, mientras los vecinos de Ingeniero Juárez hacían una asamblea para tratar diversas problemáticas que atraviesa la juventud de la zona, diezmados en muchos casos por el alcoholismo y el consumo de drogas. «Yo fui para participar en la reunión. Yo veía, pasaba por la sala y después me paré ahí y me llamó el comisario de Juárez. Me bajé, lo saludé y dijo: «llévenlo», ahí comenzaron a golpearnos. Me metieron una patada en la cabeza, tenía toda la cabeza hinchada. Me golpearon las manos. Me golpearon entre todos los policías y yo tenía miedo que me pasara algo, que me golpearan en la columna y quedara inválido. Así me llevaron, como a un criminal. Me llevaron a la comisaría y me dijeron que estaba detenido por estas causas. Después me llevaron a Las Lomitas y me metieron en el calabozo en el que estoy hasta ahora».
La entrevista continuó con la descripción del calabozo en el que está encerrado: «Es una pieza de 2×3. Tengo una camita, una mesita, mi termo, y dos bidones donde puedo orinar. Tiene luz. Es un lugar muy cerrado con una ventanita que apenas se puede mirar afuera. Estoy solo acá desde que entré y ahora hace mucho calor acá y no se puede respirar, pero yo trato de aguantar, de no estar pensando mucho, pero tengo miedo por mi salud también».
A este encierro durísimo se le agrega el constante temor a que «no me saquen más de acá, porque dicen que yo soy hinchapelotas según ellos, que yo critico a los gobiernos. Siempre tengo miedo a que me dejen inválido. Varias veces he sido golpeado y siempre tengo ese miedo. El año pasado cuando me detuvieron me golpearon mucho. Y yo no tengo plata para abogados para denunciar.»
Lamentablemente es fundado su temor, porque como él mismo denunció, «los punteros políticos, el intendente, todos los punteros de Juárez y Formosa, han dicho que no me saquen más porque yo molesto a los gobiernos porque critico». Puso un ejemplo, de esos que no salen en ningún gran medio nacional ni local. «Hoy los jóvenes tienen que ir a trabajar a los desmontes en Salta. Hace poco viajaron como 100 jóvenes para cosechar limón. Después ellos vienen y tienen plata para comprar cosas para sus hijos, pero hay muchos jóvenes que murieron en Salta, por trabajos en ingenios y todas esas cosas. Eso es lo que no les gusta que reclame».
Y agregó: «yo quiero que la justicia sea pareja. No puede ser que siempre un criollo mata a un aborigen, el criollo anda tranquilo. Hace pocos meses metieron machetazos a un abuelo, ¿el criollo que hizo eso está preso? No, está libre, trabajando tranquilo, y el abuelo tiene machetazos en la cara. Y yo que reclamo, estoy preso y castigado en un calabozo».
«Quiero recuperar mi libertad»
El reclamo es claro. Así lo dijo en la entrevista con La Retaguardia: «Pido a todos los hermanos, a los derechos humanos y a todas las organizaciones ayuda, así yo puedo recuperar mi libertad, porque estoy acá en un calabozo, una pieza de 2×3. Siempre siento que hay mucha gente que me está acompañando, más que nada la gente de mi comunidad. Hay mucha gente que está conmigo pero tienen miedo de que me pase algo»
La semana próxima, si no se resuelve su excarcelación en la segunda instancia que se está tramitando, reiniciará una huelga de hambre.
Agustín Santillán tiene que estar libre. La movilización y denuncia sistemática de esta injusticia, son la herramienta para parar la persecución que sufren los pueblos originarios en Formosa, Jujuy y en todo el país, persecución y criminalización de la protesta con la que acuerdan, sin fisuras, los gobernadores de Cambiemos.
En esta nota reproducimos el audio de la entrevista que realizó el sitio La Retaguardia
*Gloria Pagés para La Izquierda Diario