La Rioja: se organizan para defender una reserva provincial
Las asambleas riojanas se reunieron con vecinos del oeste de la provincia para buscar soluciones conjuntas frente a la habilitación por parte del gobierno provincial, de más de veinte permisos mineros en la Reserva Provincial Laguna Brava.
Por Pía Silva para La tinta
Vinchina es un pueblo que se encuentra localizado al oeste de la provincia de La Rioja. Tiene alrededor de 2400 habitantes, una calle principal en medio de un paisaje pre-cordillerano y un viento permanente que se hace sentir. Cada año recibe a miles de turistas que se acercan al territorio para conocer las silenciosas quebradas y la imponente Laguna Brava, una Reserva Provincial categorizada sitio RAMSAR (Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional) por ser un hábitat de aves acuáticas con altísimo valor ecológico. La Reserva, posee una laguna de más de 60 kilómetros cuadrados altoandina de aguas salinas donde conviven poblaciones de vicuñas, flamencos rosados y blancos. Vinchina es el paso obligado para acceder a la Reserva, pero además, también se constituye en el camino necesario a transitar para el paso de Pircas Negras hacia Chile, lo que convierte al pueblo en un lugar estratégico.
En el año 2006 el gobierno provincial habilitó la aprobación de proyectos mineros en la Reserva Laguna Brava, involucrando el 60% de la superficie total de la misma. Desde el 2016 una resolución de la Secretaria de Ambiente estableció la regulación del uso minero. En lo que va del 2017, veinte empresas mineras fueron certificadas parar trabajar en el lugar, según denunciaron las Asambleas Riojanas en función del relevamiento de información de los Boletines Oficiales.
Ante esta avanzada de los intereses mineros en la zona, desde hace unos meses se conformó la Asamblea Autoconvocados de Vinchina que viene generando diversas acciones para defender la reserva. Una de ellas, fue un corte informativo sobre el puente móvil que se encuentra a la salida del pueblo. La actividad, inmediatamente, contó con gran custodia policial (incluso se trasladaron fuerzas de otro departamento). Los vecinos comprobaron que los intereses de las mineras están bien cuidados.
Frente a la desinformación, organización
Frente a la “desinformación” intencionada de las autoridades correspondientes, las asambleas desde hace diez años vienen recorriendo los pueblos amenazados por proyectos extractivos para compartir información con los vecinos y buscar soluciones conjuntas a las problemáticas. Esto es lo que se ha llamado el “casa por casa”.
“Las asambleas ejercitamos procesos de democracia directa, no esperamos nada de los gobiernos porque siempre usaron las luchas de los pueblos para sus intereses. De nosotros depende el futuro de nuestras comunidades, por eso recorremos casa por casa, para recuperar la voz de los vecinos que somos los que vivimos en este lugar y por ende, los que tenemos que decidir cómo queremos vivir” expresó Mariel, integrante de la Asamblea por la vida de Chilecito.
El sábado 22 de abril pasado, se realizó una jornada de actividades en el pueblo de Vinchina: un recorrido casa por casa para hablar entre vecinos, y una reunión pública en la plaza principal. Allí se fueron convocando los vecinos. Francisco “Pancho” Gaitán fue uno de los primeros en llegar a la reunión junto con Luciana, docente de geografía. Nos comentaron que desde el año pasado, en retirados viajes a la cordillera vienen observando síntomas de contaminación en la fauna de la zona. “Guanacos y vicuñas presentan un comportamiento inusual. Además, están perdiendo la lana y la piel se les pone negra, a razón de esto mueren” nos contó Pancho. A su vez, explicaron que el año pasado se hizo un informe sobre esta situación que se presentó en la Secretaria de Ambiente de la Nación, pero aun no obtuvieron respuestas.
Por otro lado, algunos vecinos de Jagüe, poblado cercano a Vinchina, se acercaron a la actividad y manifestaron que en el último tiempo observaron una disminución en la población de flamencos en la Laguna. En el año 2012, las autoridades de Copiapó y de La Rioja comenzaron las tratativas para habilitar la explotación de agua dulce y así abastecer emprendimientos mineros ubicado en la cordillera chilena. El ex gobernador riojano Beder Herrera manifestó en su momento en medios locales “Nosotros tenemos agua, lo que tenemos que estudiar es que baje a Copiapó”. Además de este despropósito, los vecinos deducen que la contaminación de dichos emprendimientos puede ser la causa principal de la muerte de los animales.
En la reunión la información fue circulando. ¿Qué está pasando en la Reserva? ¿Qué empresas pretenden explorar sus recursos? ¿Por qué las autoridades no nos informaron nada? Algunos participantes más jóvenes brindaron datos concretos sobre la presencia de emprendimientos mineros en dicho lugar. Marisa Romero de la Asamblea Riojana Capital comunicó que después de la Feria Minera realizada en Canadá que contó con la presencia de autoridades de la provincia de La Rioja, hay dos empresas que cuentan con proyectos en la reserva. Se trata de GoldInca y Trans Pacific Gold Corp. Además, estas corporaciones en sus correspondientes páginas web, informaron que cuentan con proyectos en la zona.
El intercambio durante la actividad fue de la preocupación a la acción ¿Qué hacer? ¿Cómo hacer? Se comenzó reconociendo que sólo el pueblo puede parar esta imposición de los de arriba. De ahí que la voz de cada vecino cobra valor por sobre los discursos de los políticos. El camino: volver a encontrarse con el otro, hablar sobre lo que está pasando, intercambiar información y confiar en el poder del pueblo. En definitiva: re-construir la comunidad.
El gobierno promete desarrollo de la mano de la creación de fuentes de trabajo y la generación de actividad comercial. Pero entre los presentes coincidieron en que la zona tiene un perfil agrícola y turístico que es totalmente incompatible con el perfil megaminero. Por ende, los vecinos manifestaron que si el gobierno realmente tiene intenciones de desarrollar al oeste riojano, lo puede hacer fortaleciendo las actividades económicas predominantes en la zona.
La preocupación es compartida por todos los vecinos: la posible destrucción de un sitio único, la Reserva. Pero la organización también se hizo sentir. Laguna Brava No se toca.
*Por Pía Silva para La tinta / Foto: Pablo Canepa
