La justicia ordena el desalojo del edificio de Tiempo y Radio América
El juzgado Civil y Comercial Nro. 3 a cargo de Eduardo Cecinini ha ordenado el desalojo inmediato del inmueble en donde funcionan la cooperativa de Tiempo Argentino y la emisión de emergencia de Radio América.
La medida del juez resuelta para el 27 de diciembre se basa en un supuesto incumplimiento del pago del alquiler del edificio por parte de los vaciadores seriales kirchneristas Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, que se fugaron hace ya un año de ambas empresas. El accionar delictivo de esta dupla se extendió a todos los medios del grupo 23 mediante el cierre y/o presunta venta de algunos de esos medios a Cristóbal López (CN23) o Martínez Rojas en la nunca clarificada transacción de Radio América.
La resolución judicial llega en un momento especial para los trabajadores de ambas empresas. Por un lado, la cooperativa Tiempo puso en marcha una edición dominical y una web que les han permitido un flujo de ingresos, que si bien están por debajo de los salarios de convenio, les ha dado cierta estabilidad laboral permitiéndoles alquilar nuevas instalaciones para el medio.
Otra es la situación en Radio América, donde sus trabajadores declararon, a principios de 2016, una huelga por tiempo indeterminado frente a los primeros incumplimientos patronales. La lucha contra el vaciamiento transformó la radio en una emisora al servicio de las luchas. La banda de Martínez Rojas intentó quebrar la lucha de los compañeros copando el edificio. A pesar de la protección policial, fueron echados por los trabajadores de ambos medios y del SiPreBA. Durante buena parte del año, el macrismo hizo la vista gorda, manteniendo la pauta para los vaciadores. Como parte de esa protección, el ministro Triaca evitó durante meses intervenir en el conflicto y cuando, no tuvo más remedio, actuó en sintonía, encubriendo a los Szpolski y Garfunkel.
Lo mismo sucedió con el Enacom (ex AFSCA) respecto a Radio América. Nombró un delegado normalizador, que permitió que una patota mantuviera durante dos meses ocupada la antena transmisora de la radio, para terminar armando una licitación sin obligación alguna para los nuevos adjudicatarios de tomar el personal que mantuvo en el aire la emisora sin cobrar un peso durante todo el año.
Luego de un año de luchas, contemporáneas a la puesta en pie del nuevo Sindicato de Prensa de Buenos Aires, el fallo de desalojo busca cerrar la grieta que abrieron los trabajadores de América y Tiempo Argentino contra la patronal kirchnerista y el macrismo cómplice. La función del fallo, en medio del proceso licitatorio de la radio, es en los hechos un respaldo a las patronales, que se van a quedar con una emisora que vale millones sin poner un peso y con decenas de trabajadores en la calle.
*Por Rubén Schofrin para Prensa Obrera.