A dos años de la muerte de bebés en el Neonatal: «Una fecha bisagra en nuestras vidas»
Más de una decena de familias cordobesas tiene marcada a fuego la fecha del 11 de agosto de 2022. Ese día, a través de la televisión, se enteraban de que la muerte o las complicaciones de salud de sus hijos recién nacidos en el Hospital Neonatal podían ser resultado de una práctica sistemática y delictiva llevada a cabo por personal del centro de salud.
«Hace dos años, nos enterábamos cómo en realidad habían muerto nuestros bebés y que no había sido algo natural o una desgracia que nos tocaba afrontar. Hace dos años y sin ningún llamado ni preparación, escuchábamos, al igual que toda la sociedad, que a nuestros hijos los habían asesinado, así de cruel como suena, nos tocaba enfrentar que esta era ahora nuestra realidad. Aún recordamos exactamente lo que sentimos cada uno de nosotros al enterarnos de semejante monstruosidad y sin el mínimo tacto hacia las familias afectadas», expresan tres de las familias que piden justicia por sus hijos.
La causa tiene como principal acusada a la enfermera Brenda Agüero, sospechada de haber asesinado a cinco bebés y de haber intentado el homicidio de otros ocho infantes. Está imputada por «homicidio calificado por aplicar un método insidioso» y tentativa, y enfrenta una pena de prisión perpetua.
También serán parte del juicio con jurados populares una decena de exfuncionarios provinciales, acusados de encubrimiento, falsear pruebas o incumplimiento de sus deberes. Entre ellos, se encuentra el exministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo, y la exdirectora del Hospital Neonatal, Liliana Asís.
La causa fue elevada a juicio, pero aún no tiene fecha, pese a que les habían prometido que se iba a fijar una vez terminada la feria judicial.
Por eso, familiares y allegados se reunieron este lunes por la mañana en Tribunales, para exigir el comienzo del juicio y que no sigan dilatando el caso con «jugadas estratégicas».
«Nos juntamos una vez más para recordar a nuestros hijos en una fecha bisagra para nuestras vidas (…) Desde ese día, empezamos a luchar y no solo con el dolor que íbamos a llevar de por vida, sino que también nos topamos con muchas injusticias y un sistema de salud público que no nos cuidó», sostienen las familias afectadas.
Los querellantes acusan, además, que muchas personas miraron para otro lado con el propósito de cuidar la institución y al Gobierno provincial, pero que, de haber denunciado a tiempo, «se hubiera llegado desde los primeros casos a que los bebés no se estaban muriendo, los estaban matando».
«Necesitamos fecha de juicio para tener respuestas y, aunque para nosotros la justicia va a ser a medias porque nada va a devolver a nuestros bebés, queremos que se empiecen a hacer responsables de los errores que marcaron nuestras vidas para siempre», concluyen.
* Por Ezequiel Luque para La tinta.