Villa Cerro Azul transformará desechos en alimento y empleo a través de la producción agroecológica de hongos
La Comuna de Villa Cerro Azul junto a vecinos, integrantes de la Brigada Kamchira y la Cooperativa de hongos han comenzado a recuperar un espacio donde se tiraban ramas y restos de poda, que sufrió un incendio en octubre del año pasado. Ahora, se iniciará allí el Polo de Producción Agroecológica que incluye, entre otras cosas, la producción de hongos comestibles y medicinales, cuyo sustrato orgánico serán los restos de poda, de yerba y café. Con la comercialización de estos hongos, se cierra el circuito virtuoso que transforma la basura en alimento y este en una fuente de trabajo.
El proceso inicia con la recolección coordinada de poda domiciliaria junto a los vecinos. Con ayuda de la Brigada Kamchira, esa poda es trozada y separada: una parte es seleccionada como leña y embolsada, y se entregará como leña social a la comunidad a beneficio de la Brigada Kamchira; otra parte es triturada en la chipeadora. Lo chipeado junto a los restos de yerba y café que se recolectan en distintos puntos de la localidad se transforma en sustrato natural útil para la producción de hongos. Una cooperativa de trabajo se encargará de la producción para consumo familiar y de la comercialización de estos hongos.
Inés Ozafrán, quien está a cargo de “Residuos Sólidos, Urbanos y Podas” del Área de Ambiente de Cerro Azul, aclaró que “lo primero que nos planteamos fue resolver el tema de la poda, ordenar la recolección y destinarle un espacio sin riesgo de incendio, como ya sucedió en ‘El Ramerío’ en octubre del año pasado”, recuerda. “Desde el inicio, con Natalia Di Pace al frente de la Comuna, nos propusimos transformar ese espacio en un centro productivo”.
La producción de hongos estará a cargo de la Cooperativa de trabajo «Esporas del Cerro», recientemente conformada e integrada por una treintena de personas, que trabajará de manera autónoma, pero articulada con la Comuna.
Quien encabeza esta cooperativa es Imina Segura Benítez, vecina de Cerro Azul, especialista en hongos y una de las titulares de “Ongi etorri”. Ella cuenta que, en esta primera etapa, “se comenzará con la producción de gírgolas Pleurotus ostreatus, ya que es lo más fácil para fructificar y tenemos las condiciones justas de humedad y temperatura en territorio y en esta época de otoño”.
El proyecto a largo plazo incluye la construcción de un invernadero y un laboratorio. Marcos Bosetti, arquitecto especializado en bioarquitectura y construcción natural, e integrante de la cooperativa, destaca que “el proyecto definitivo implica el movimiento de suelo para la realización de la casa pozo que permitirá mantener el fresco y la construcción de un invernadero para aumentar la temperatura a través del uso de nylon o vidrio”, detalla. Y destaca que “el corazón de la propuesta es el lugar donde las condiciones se mantienen más estables en cuanto a la humedad y la temperatura, es decir, el laboratorio”.
Inés Ozafrán explica que “esta cooperativa responde a la lógica de soberanía alimentaria y de economía circular, porque, por una parte, se reciclan y reutilizan los residuos urbanos del Cerro, y esto se transforma en alimento; pero también esta cooperativa es una fuente de trabajo para la comunidad”.
Proceso de producción de hongos
Imina Segura Benítez expone que “primero, es necesario esterilizar el sustrato para empezar a cultivar el fruto. La yerba, el café y lo chipeado se colocan en bidones, estos se ubican encima de tachos de 200 litros con una reja, también fabricada por la Cooperativa. Allí, durante 4 horas, el sustrato recibe el vapor caliente para matar las esporas, endosporas y virus, para que cuando sembremos nuestro hongo no tenga competencia”.
Cada integrante de la Cooperativa tendrá tres bidones adaptados para el crecimiento del hongo, uno es para esa persona, otro para reproducir el hongo y tener siempre semillas (micelio), y el tercero para la comercialización.
Las primeras semillas de hongos que se utilizarán fueron compradas, pero luego serán reproducidas para tener semillas propias, detalla Segura Benítez.
“Los hongos que vamos a cultivar son los que no son simbióticos con las plantas, que podemos reproducirlos utilizando los residuos. Vale aclarar que los hongos simbióticos con las plantas, como, por ejemplo, el hongo de pino o el de coco, no se pueden cultivar, crecen solos”, aclara.
Finalmente, desde la Comuna, informaron que acompañarán todo el proceso y, entre otras cosas, se realizarán talleres educativos relacionados al cultivo de hongos, al reconocimiento, al uso medicinal y a la alimentación.
Natalia Di Pace, jefa comunal de Villa Cerro Azul, resalta que “este proyecto contempla tres ejes transversales e interrelacionados de nuestra gestión: cuidado ambiental, mirada social y la posibilidad de generar valor económico y productivo sobre estas bases”.
*Por Agua de Oro Noticias / Imagen de portada: Agua de Oro Noticias.
