Facundo Molares: al borde de una extradición hacia la muerte

Facundo Molares: al borde de una extradición hacia la muerte
20 abril, 2022 por Redacción La tinta

Hoy, miércoles 20 de abril, comienza el juicio de extradición contra Facundo Molares, militante comunista argentino y excombatiente de las FARC-EP que está preso desde noviembre del año pasado con un cuadro de salud muy delicado.

Por Pedro Bonet para La tinta

La extradición que se puede dictaminar contra Facundo Molares Schoenfeld, fotoreportero argentino de 46 años de la revista Centenario y militante comunista del Movimiento Rebelión Popular, se asemeja a una pena de muerte. Esta afirmación no es una exageración ni tampoco amarillismo, como el que ejercen los grandes monopolios del mercado de la palabra.

En octubre del 2021, el gobierno colombiano de Iván Duque solicitó a Interpol una circular roja para proceder a la detención de Molares, acusado de haber participado del secuestro del concejal Armando Acuña, en 2009, mientras integraba las filas de la columna guerrillera Teófilo Forero.

Un mes más tarde, el fotoperiodista argentino fue detenido por la Policía Federal en la localidad chubutense de Trevelin, a donde había acreditado su domicilio.

Molares es considerado por el gobierno argentino como un “terrorista de máxima peligrosidad” y es por este motivo que hoy se encuentra preso en un pabellón de máxima seguridad de la cárcel de Ezeiza (Buenos Aires), con un delicado estado de salud que no puede ser atendido por el servicio penitenciario: pericarditis constrictiva, insuficiencia renal y respiratoria, pérdida de la visión del ojo derecho y graves problemas cardíacos.

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(Imagen: A/D)

El juicio de extradición inicia hoy miércoles 20 de abril y se desarrollará los días 21, 25, 27, 28 y terminará el día 29 de este mes, la modalidad será completamente virtual. En simultáneo, distintas organizaciones realizarán un acampe y una conferencia de prensa afuera del penal de Ezeiza, y en Córdoba, hoy se llevará adelante una radio abierta en el Paseo Sobremonte, frente al Palacio de Justicia, a partir de las 17:00. El juez federal que tomó esta decisión y se encuentra a cargo de la causa es ni más ni menos que Guido Otranto, escandalosamente reconocido por su encubrimiento y complicidad con los responsables de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, ocurrida el 1 de agosto del 2017 a manos de la Gendarmería Nacional.

A su vez, en el proceso judicial, intervendrá Diego Solernó, titular de la Dirección General de Cooperación Regional e Internacional (DIGCRI), del Ministerio Público Fiscal. La Gremial de Abogados lo caracteriza como un cuadro del Poder Judicial argentino por su “alto conocimiento técnico” en leyes y materia represiva. Esta incorporación de un alto funcionario del Estado en el juicio de extradición deja aún más en evidencia el carácter político de la causa, donde la supuesta división e independencia de poderes del Estado es una simple fachada institucional.

Así como fue Aníbal Fernández -uno de los principales responsables políticos del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en junio del 2002, y actual Ministro de Seguridad- quien publicó en su cuenta de Twitter –como si fuese un trofeo de guerra- la detención de Molares, el 7 de noviembre del año pasado, demostrándole a Estados Unidos que el gobierno argentino es eficiente para neutralizar a la militancia popular y, por lo tanto, puede administrar el país en función de los intereses del FMI sin que se ponga en riesgo su gobernabilidad.

También debemos señalar que fue el actual canciller Santiago Cafiero quien, al recibir la circular roja de Interpol, rápidamente dio cauce institucional al pedido de captura de Facundo Molares por parte del Estado colombiano (principal aliado de la Casa Blanca en el continente) y que es el propio Alberto Fernández, como presidente, quien tendrá la última palabra luego del juicio para firmar y autorizar la entrega de un ciudadano argentino a otro país.


Todo esto deja en evidencia que es el Estado, en su conjunto, el que viene preparando -con las acciones políticas de sus distintos funcionarios- una condena a muerte de facto contra Facundo Molares. Dado que, con la delicada salud que tiene el militante popular, no hay ningún tipo de garantías de que se preserve su vida si es extraditado a Colombia, donde sistemáticamente se producen masacres y violaciones a los derechos humanos de campesinos, estudiantes y sindicalistas que se oponen al régimen.


Por otro lado, la delicada salud de Facundo no es una mera casualidad ni tampoco el resultado de un accidente: es el precio que está pagando su cuerpo como consecuencia de sus decisiones políticas. En 2019, mientras se encontraba en Bolivia cubriendo como fotorreportero la resistencia que se gestaba contra el gobierno de facto de Jeanine Áñez, fue gravemente herido, capturado y encarcelado durante un año en condiciones paupérrimas, donde se enfermó de COVID-19 dos veces, desarrolló una insuficiencia renal y graves problemas cardíacos que lo tuvieron al borde de la muerte hasta que fue liberado y repatriado a Argentina, en diciembre de 2020.

Molares, conocido en la insurgencia colombiana como “Camilo Fierro”, se integró siendo muy joven a las filas de las FARC-EP, en el año 2002, y fue parte de la organización insurgente hasta la firma del Acuerdo de Paz. Una nota reciente en el diario colombiano El Espectador, titulada “La última marcha de Facundo Molares, el ex guerrillero argentino de las FARC”, cuenta la historia inédita de cómo fue el proceso de la dejación de armas, la desvinculación de Facundo con la organización y su posterior regreso a Argentina.

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(Imagen: El Espectador)

En esta investigación, queda sentado que, a pesar de las diferencias en cómo se estaba llevando adelante el acuerdo entre el gobierno Colombiano y la insurgencia (según su opinión, estaban abandonando a los guerrilleros de base mientras los jefes se llenaban de privilegios), Facundo -con su seudónimo “Camilo Fierro”- se encuentra en la lista de los excombatientes que firmaron y se inscribieron en la Ley de Amnistía General, razón por la cual la fiscalía colombiana no tiene ninguna potestad jurídica para solicitar su extradición, ya que, luego de su salida del país, no se registra en ningún lado algún tipo de delito cometido por Molares.

La Fiscalía no tiene competencia para hacer esa solicitud. A partir del Acuerdo de Paz y la Ley de Amnistía, los delitos fueron cometidos en 2010 y 2011, está clarísimo que la competencia es de la Justicia Especial para la Paz”, aseguró a El Espectador el abogado Gustavo Franquet, quien encabeza la defensa.

Su padre, Hugo Molares, insistió además que Facundo no es un disidente, como lo ha catalogado la prensa hegemónica colombiana: “Él siempre estuvo de acuerdo en que un proceso de paz era necesario para Colombia después de tantos años de violencia, con lo que no estaba de acuerdo era en la forma como se llevaba ese proceso; evidentemente, la paz no está lograda”.

Un dato no menor es que, desde la firma del Acuerdo de Paz, en noviembre de 2016, entre el entonces gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC-EP, hasta la actualidad, fueron asesinados más de 1.300 líderes sociales y más de 300 exguerrilleros.

En síntesis, el imperialismo y la oligarquía mafiosa y terrateniente colombiana quieren la cabeza de Facundo, y el Estado argentino se predispone a entregarla. Esto no sería ninguna novedad en Nuestra América, ya que son varixs lxs revolucionarixs que, desde hace décadas, sufren la cárcel y la tortura por rebelarse y combatir contra el sistema capitalista, como Simón Trinidad -preso en Estados Unidos-, Mauricio Hernández Norambuena, en Chile; Carmen Villalba, en Paraguay, o Ilich Ramírez, en Francia, por nombrar solo algunxs.

Las clases dominantes jamás perdonan a quienes son consecuentes con sus ideas, haciendo carne aquella sentencia del escritor Nikolái Ostrovski: “Lo más valioso que un hombre posee es la vida. Se le da a él solo una vez y por ello debe aprovecharla de manera que los años vividos no le pesen, que la vergüenza de un pasado miserable y mezquino no le queme, y que muriendo pueda decir: he consagrado toda mi vida y todas mis fuerzas a lo más hermoso en el mundo, a la lucha por la liberación de la humanidad”.

*Por Pedro Bonet para La tinta / Imagen de portada: La Nueva Mañana.

Palabras claves: Colombia, Facundo Molares Schoenfeld, FARC

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