Una memoria hecha de puros presentes
Por Luciano Debanne para La tinta
Una memoria hecha de puros presentes.
El resto es historia.
Vivas las risas del recuerdo, vivas las miradas, vivas las consignas. Viva la marcha perenne que anda por las ciudades cruzando el tiempo, las esquinas y las plazas.
Vivos los retratos de la muerte, viva la duda, vivos los reclamos, vivo el dolor, vivas las búsquedas inacabadas, vivo el camino y vivo el paso que sigue, aunque no lo hayamos llegado a dar.
Vivas las lágrimas, bajo las cuales se trenzan penas y alegrías, como brazos entrelazados lado a lado. Banderas cubriéndonos, como pañuelos, sobre la dulce calavera del tiempo, nuestros muertos caminando con nuestros hijos, hijas. Y gritos y cantos y charlas y la magia del encuentro rompiendo la inercia, dibujando la huella.
Abriendo lo inexistente, creando lo inesperado.
Cuerpos empecinados ahí donde se suponía que no debía haber nada. Presentes.
Vivos los sueños nacidos antes, como nace la semilla antes de nacer la flor y el fruto; nacidos antes de siquiera empezar.
Viva, también, la crueldad. A no dudarlo, aunque la tristeza y el miedo.
Memoria de pura presencia.
Memoria de andar.
*Por Luciano Debanne para La tinta / Imagen de portada: La tinta.
