Sumar de a mil
El gobierno puso en marcha un plan por el cual un millar de jóvenes científicos y científicas se incorporarán a un conjunto de organismos dependientes del Poder Ejecutivo Nacional. La iniciativa, que promete prolongarse en el tiempo, es solo una de las herramientas que forman parte de un plan de fortalecimiento de los recursos humanos del sistema científico tecnológico.
Por Gabriel Rocca para Nex
“La incorporación de estas mil personas yo diría que es en el cortísimo plazo. Pero de aquí al 2030, cualquier diagnóstico que vos hagas acerca del sistema de ciencia y tecnología, acerca de cuál es la situación de estos organismos, te va a dar que tienen que crecer, que cada vez van a tener que cumplir con más demandas. O sea que al programa lo queremos llevar más allá del 2023 para satisfacer la demanda constante y creciente de doctores en el sistema”, se entusiasma Juan Pablo Paz, secretario de Articulación Científico Tecnológica del MINCyT, uno de los responsables de la elaboración y puesta en marcha del “Plan de fortalecimiento de los recursos humanos del sistema científico tecnológico”.
Esta iniciativa busca ampliar y mejorar las condiciones de trabajo de la comunidad científica. Cada una de las medidas incorporadas surgió de un trabajo conjunto que, por primera vez, incluyó a representantes de los 16 organismos de ciencia y tecnología que dependen del Poder Ejecutivo Nacional. El diseño y la propuesta fueron realizados por los equipos técnicos del MINCyT y de la Secretaría de Gestión y Empleo Público.
Además de la apertura de los concursos para sumar mil científicos y científicas al sistema, el programa contempla también la actualización del análisis de la dotación de cada organismo; la elaboración de planes de mejora en carrera y política salarial, y la recategorización de personal científico tecnológico en cada una de las instituciones. Algunas de estas acciones ya se están haciendo efectivas.
“Este programa de incorporación de científicas y científicos, que es un poco la frutilla de este plan, se va a instrumentar a través de concursos, mediante un sistema informático único que, según estimamos, se abrirá entre octubre y noviembre próximos. Y la idea es que se repita todos los años de la misma manera que ocurre con el ingreso a carrera del CONICET”, explica Paz. Y agrega: “Si hoy le preguntás a un joven que está haciendo el doctorado en alguna universidad o en el CONICET cómo se hace para entrar a trabajar en el INTA, INTI, CNEA o Parques Nacionales, no lo va a saber contestar. Es una pregunta que no tiene respuesta. Eso es lo que va a cambiar. Ahora habrá una convocatoria anual y simultánea para ingresar a cualquiera de estos organismos”.
El número mil está conformado sobre la base de las necesidades planteadas por cada uno de los organismos y ya cuenta con la aprobación del Ministerio de Economía. La totalidad de los cargos se van a cubrir a partir de concursos que se van a distribuir entre 2021, 2022 y 2023. No se trata de contratos precarios, sino que serán cargos estables para sumarse a la planta permanente del Estado. Y, según aseguran los funcionarios, apuntarán a desarrollar tareas científico-tecnológicas de primer nivel, con salarios y condiciones de trabajo equiparables a las que ofrece el CONICET. Otro dato para subrayar es que los científicos no serán incorporados para que trabajen con sus propias agendas, sino para que aporten sus conocimientos y capacidades en las líneas estratégicas que los organismos establezcan.
“La idea es que sea una convocatoria que se logre instalar en el tiempo. Nosotros nos estamos imaginando que, a partir de la nueva Ley de Financiamiento de Ciencia y Tecnología, que prevé el incremento progresivo del presupuesto del sistema hasta el 2030, vamos a poder diseñar una política de crecimiento de estos organismos para los próximos diez años y queremos que esta convocatoria sea uno de los instrumentos esenciales para tal fin”, explica Pablo Nuñez, subsecretario de Coordinación Institucional del MINCyT. Y añade: “Son organismos que tienen una amplia distribución territorial, algunos están en muchas provincias y, en varias de ellas, sus capacidades, en términos de recursos humanos, son muy débiles. Queremos que se conviertan en lugares dinámicos para la incorporación de jóvenes científicos. Y que esos jóvenes científicos y científicas vean en estos organismos una posibilidad de desarrollo profesional, cosa que hoy no ocurre”.
El establecimiento de un vínculo mucho más fluido entre la academia y la industria, a través de la incorporación de graduados y graduadas en carreras científicas al ámbito de la producción para avanzar en el camino del desarrollo nacional, es una temática que, si bien nunca se pudo resolver, tiene una larga tradición de debates en nuestro país. No siempre se ha puesto la misma atención en lo que hace a la incorporación de científicos en el Estado. Sin embargo, este es un objetivo que esta administración tiene en carpeta.
“Nosotros, desde antes de ingresar a la gestión, veníamos sosteniendo que tenía que haber un programa de incorporación de gente con formación científica en los ministerios, en las empresas públicas, porque eso mejora las capacidades del Estado para planificar y ejecutar proyectos complejos. No podemos formar científicos solo para que se queden en el CONICET, sino que necesitamos que también ocupen otros lugares estratégicos”, afirma Paz con convicción. E inmediatamente redondea su mirada sobre el tema: “En nuestro primer análisis, apareció como evidente y urgente la necesidad de fortalecer los organismos de ciencia y tecnología que habían quedado muy debilitados después de los años del macrismo, pero la política de incorporación de doctores en ministerios y empresas públicas también la vamos a implementar. Y también la incorporación de doctores en las propias universidades, que es un tema que no suele ser tratado y que es una debilidad del sistema”.
*Por Gabriel Rocca para Nex / Imagen de portada: Diana Martínez Llaser.