Brote Fanzine: escribir para otra gastronomía posible
Una webzine que pronto será fanzine impreso. Un sueño de dos cocineros que, en cada encuentro intercontinental, planeaban un espacio donde contar con palabras o con imágenes el engranaje culinario desde otros lentes y que se volvió de muchxs. Una plataforma colectiva que nació en pandemia, pero que abre fronteras, platos, ollas y sobremesas para todxs.
Por Soledad Sgarella para La tinta
Cuando la querida ilustradora Victoria Robles me dijo que pispeara Brote, me fui derechito, “como chancha a la batata”, dicen por ahí. El fanzine gastronómico conjuga casi todo lo que me gusta en la vida: comida, fotografía, recorridos, ilustraciones, relatos, historia.
Todo, pero con una perspectiva social, con una lectura desde lo antropológico, desde lo cultural, desde lo relatable que cada fenómeno relacionado a la alimentación tiene. Porque sabemos que la comida es mucho más que cosas comestibles sobre un plato. Debo admitir, entonces, que el colectivo que hace Brote me ganó el corazón desde el minuto uno. Qué leer y ver sobre gastronomía en esa clave no es fácil de encontrar.
Dicen sus creadorxs que la idea de Brote surgió en largas charlas, en eternas sobremesas acá y allá, entre cocinerxs hablando de lo comido, de su profesión y del mundo de la alimentación. “En esas charlas, notábamos que esos temas hablados no estaban reflejados en ningún lado, no había espacios ni momentos para debatir entre colegas e interesadxs sobre problemáticas ligadas a la gastronomía y la alimentación. Por esto, nos gusta creer que Brote es una gran sobremesa. Una larga sobremesa donde se charla, se reflexiona e intercambian ideas entre postres, bebidas y mates”, cuentan.
A esto, agregan que la idea -“casi delirante”, como la caracterizan- empezó como el sueño de dos cocineros (que viven en distintos continentes y que durante mucho tiempo se cruzaron) y llegó a ser lo que hoy es Brote, brotando (valga la redundancia y según su propio contar) entre asados acá, tapeos allá, sobremesas en restaurantes peruanos en Alberdi o en tabernas gitanas de Andalucía.
“Brote Fanzine es un evento editorial comestible, una sobremesa impresa, un lugar de encuentro y reflexión, con la esperanza y certeza de que otra gastronomía es posible”, definen lxs integrantes del colectivo. Esa otra gastronomía a la que se refieren lxs Brote es una en la que no haya maltrato ni malas condiciones de laburo, ni machismo, ni trabajo no registrado, que parecen ser características muy frecuentes en este ámbito laboral.
El fanzine (o webzine) tiene ya cuatro artículos escritos en nombre del colectivo. La editorial de diciembre del año pasado es mi preferida. En ese texto, lxs Brote escriben sobre la categoría Gastronomía social, haciendo referencia a aquella que utiliza el poder de la comida para generar un cambio social y abarca todos los niveles de la cadena de producción de alimentos -desde la siembra y la cosecha de los cultivos, pasando por la preparación de las comidas, hasta la utilización de los desechos de alimentos- con la intención de transformar las vidas de poblaciones desfavorecidas. Desde la plataforma, se preguntan acerca del rol social que toda actividad gastronómica debería tener y exponen que es fundamental que toda esta industria adopte acciones “más sociales».
“Pensar que la única forma de hacer gastronomía social es poner un comedor o donar comida nos cierra muchas puertas. Trabajar con cooperativas, proyectos desarrollados por movimientos sociales, asociaciones de productores, movimientos campesinos y cualquier proyecto con espíritu social también es gastronomía social. Ayudar a su difusión, la visibilización de su trabajo y los problemas a los que se enfrentan, contribuir a la soberanía alimentaria, crear lazos entre estos y cocineros, todas estas acciones y más son parte de las posibles pequeñas grandes acciones que pueden convertir a la gastronomía en una gastronomía más social”, explican.
Hace unas semanas, Brote abrió una convocatoria para participar en la primera edición impresa -que esperan poder lanzar antes de fin de año- a partir de haber quedado seleccionadxs por el Fondo Nacional de la Artes y premiadxs con una beca de estímulo para proyectos culturales del interior del país.
“La idea de una publicación impresa siempre estuvo presente, siempre fue nuestro fin último. Creemos que el concepto de fanzine condensa el espíritu que buscamos para este proyecto. Un formato sencillo, económico, de espíritu libre, alternativo y colaborativo. Un lugar de encuentro y difusión de proyectos e ideas de diferentes actores que trabajan o reflexionan sobre la gastronomía y la alimentación, abierto a todxs lxs que les interese mostrar sus proyectos, artículos, reseñas, cuentos, historias, fotos e ilustraciones”, cuentan lxs creativxs.
Brote es una plataforma colaborativa, lo veas donde lo veas. Choripanes, África, una mesa elegantemente servida. El querido IME, una olla a borbotones, un mercado -obvio- latinoamericano. Unas manos mágicas preparan comida. Otras manos mágicas cosechan.
Es un colectivo de amantes de lo gastronómico que invitan al debate y a compartir la mesa. La mesa chica y la mesa grande. Para repensarnos repensando qué comemos y qué cultura construimos en cada bocado.
*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: Brote fanzine.