#ConMisDatosNoTeMetas: el gobierno intimó a la Iglesia Católica para que borre los datos de apóstatas
Se trata de una decisión histórica de la Dirección de Protección de Datos Personales que apunta al Arzobispado de Buenos Aires, al Obispado de San Justo y a una parroquia.
Por Flor Alcaraz para LATFEM
Desde hace once años que Lin Pao Raffetta exige que sus datos sean retirados de los registros de la Iglesia Católica después de convertirse en apóstata. Todo empezó cuando en 2009 esta decisión le costó su trabajo en la Universidad del Salvador donde daba clases en la cátedra de Historia de la Cultura Persa de la Escuela de Estudios Orientales. El despido arbitrario y discriminatorio fue por haber participado de una acción de renuncia colectiva a las instituciones religiosas. Ahora, en una decisión histórica, el gobierno nacional intimó al Arzobispado de Buenos Aires, al Obispado de San Justo y a una parroquia de Barrio Norte a borrar esos registros.
Es la primera vez que la Iglesia Católica recibe una intimación de estas características. La decisión, que salió el 25 de septiembre, lleva la firma del titular de Eduardo Hernán Cimato, de la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales (DNPDP), y le otorga un plazo de diez días hábiles a la Iglesia Católica para cumplir con la supresión.
“En el año 2009, con un grupo de compañeras feministas, nos organizamos en RIMA y nos pusimos en contacto con colectivos LGBT y otros, y organizamos la primera apostasía colectiva, en repudio -ese momento- a la decisión presidencial en Uruguay de vetar la ley de aborto que se había aprobado para la presión de la Iglesia Católica. La verdad que yo tenía una vida lejos de la Iglesia después de haber estudiado teología y entre otras cosas, fue casi natural la decisión de salir”, contó a LATFEM Lin Pao Raffetta. Y agregó: “En ese momento, además, tuve la oportunidad de aprender sobre mis derechos, sobre las leyes de protección de datos, sobre la relación legal entre la Iglesia y el Estado, y la decisión de hacerlo colectivamente. Fue una decisión política. Decidimos darle visibilidad al reclamo”.
Cuando en 2009 se hizo aquella apostasía colectiva, las dependencias de la iglesia se habían limitado a agregar una nota marginal a sus registros de sacramentos dejando constancia del pedido, pero no habían eliminado los datos obrantes, lo que en la práctica genera una vulneración de derechos aún mayor, ya que se mantiene la inscripción del bautismo y se agrega la información sobre la apostasía. Se armaron su propia base de datos sobre quienes renunciaban a la Iglesia Católica.
“Tuve que ir personalmente a la parroquia donde me bautizaron, firmar, llevar copias mi documento a una burocracia que ni la Asignación Universal por Hijo exige tanto. Nunca me borraron los datos. Hicieron una anotación marginal en mi actual bautismo que dice que apóstata de la fe”, explicó a LATFEM Lin Pao Raffetta.
Luego del despido, Raffetta comenzó a reclamar a la Dirección de Protección de Datos Personales que borraran sus datos porque figurar como apóstata la había perjudicado. La primera respuesta fue negativa.
“Después, nos enteramos que con plata del Estado hicieron una enorme base de datos digitalizando todas las actas de los libros de parroquias. Empezaron por las actas de bautismo y creo que estaban siguiendo con el resto de los sacramentos matrimoniales. La prioridad la pusieron en digitalizar y poner en línea los datos de bautismo de Argentina, Paraguay, Uruguay, Costa Rica”, relató Raffetta.
Con la captura de pantalla de sus datos digitalizados, este año, Lin Pao Raffetta se presentó otra vez ante la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales a través de trámites a distancia y puso una denuncia por no haber borrado sus datos y haberlos digitalizado. “Son miles de personas que hemos solicitado por carta de apostasía en estos diez años que nos borren y ellos hicieron una enorme base de datos de apóstatas. Parece una pavada, pero la verdad es que, como persona trans y activista feminista, y trabajando en educación sexual y en cultura libre, hay lugares y parroquias particularmente violentas contra nuestra comunidad en las que no siento que sea seguro que esa gente pueda acceder a mis datos simplemente con mi apellido, mi número de documento o mi fecha de nacimiento”, dijo a LATFEM. Y remarcó que “este logro es gracias al asesoramiento legal de la Campaña Nacional por un Estado laico”.
Desde la Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL), celebraron esta resolución inédita. “La decisión de la DNPDP viene a reparar la grave situación de vulneración de derechos garantizados por la Constitución Nacional y tratados de jerarquía constitucional, y constituye un precedente importantísimo para que otras personas puedan lograr la total remoción de sus datos y desvinculación con la iglesia católica, lo que significa nada más ni nada menos que un reconocimiento a la supremacía del derecho a la libertad de conciencia y a la protección de los datos personales, entre otros”, dijeron.
Instructivo para que borren tus datos: con mis datos no te metas
Si renunciaste a la Iglesia Católica y no borraron tus datos, entra a Tramites a distancia y contá tu situación. Antes, podés hacer un pedido de habeas data a la iglesia y tienen la obligación de darte una copia de tus datos en sus registros. Siempre hay que invocar la la Ley de Protección de Datos Personales.
*Por Flor Alcaraz para LATFEM / Imagen de portada: Flrn Julia.