RED TEMID: técnicxs mujeres e identidades disidentes del espectáculo local, uníos
La red de iluminadorxs, sonidistas, maquilladorxs, vestuaristas, escenógrafxs y tramoyistas de las artes escénicas y los espectáculos en vivo de Córdoba nació para organizarse en las tareas laborales específicas, haciendo pie en la lucha de género y habitando los espacios de producción de un sector signado por las prácticas machistas y conservadoras.
Por Soledad Sgarella para La tinta
“Nos reunimos y organizamos a partir de la necesidad de visibilizarnos como técnicxs de espectáculo, tanto en los espacios de formación como en los espacios de trabajo. Nos mueve la lucha por el reconocimiento, el respeto y la igualdad de derechos y oportunidades laborales en el campo artístico, fundamentalmente, en lo que respecta a paridad de salarios”, dicen a La tinta cuando preguntamos para qué se armó la red.
Las lógicas feministas atraviesan a la Red de Técnicxs del Espectáculo, Mujeres e Identidades Disidentes (TEMID), de hecho, está en sus cimientos y en sus motores. “Como agrupación, seguimos reuniéndonos no solo con la idea de informarnos sobre la emergencia que está sufriendo el sector, sino también para hacer un seguimiento de la situación que atraviesa cada unx, dándonos el apoyo y la ayuda necesaria”, relatan, y cuentan que empezaron cruzándose en los diferentes trabajos y preguntándose en qué andaban, cómo manejaban los presupuestos, si conocían a tal o cual, y si se recomendaban o no trabajar con ciertos equipos.
“Entendemos lo difícil que es trabajar en roles que son mayormente de hombres”, afirman lxs técnicxs. Desde TEMID, hay una apuesta a erradicar la violencia y a no reproducirla bajo ningún condicionante como forma de lucha colectiva, y están convencidxs de que ni el sexo biológico ni la identidad de género autopercibida son condicionantes para trabajar y hacerlo con calidad.
La red es, como expresan ellxs, un lugar de contención y espacio de lucha por los derechos laborales de un sector que, muchas veces, es el último orejón del tarro cultural. Pero lxs técnicxs no paran y la organización va rodando aún, y más, con COVID-19. Para ellxs, la situación actual en el contexto de pandemia es muy complicada. Nada es nuevo: la crisis sanitaria, acoplada a la económica que venimos arrastrando, pone en evidencia la precarización laboral que el sector padece históricamente y lxs trabajadorxs dicen estar desamparadxs laboral y económicamente.
“En estos momentos, como muchos sectores del país, estamos sin actividad desde mediados de marzo. Muchas dependemos de los trabajos tanto en salas como en grupos, por lo que estamos en una situación económica crítica, y aunque se siguen gestando ideas de espectáculos u obras online, eso no asegura la actividad para lxs técnicxs, ya que no se piden asesorías ni diseños para esas transmisiones”, aseguran lxs trabajadorxs de la cultura.
Agregan que los subsidios que se han otorgado son paupérrimos y están destinados a grupos, obras o producciones, y ninguno aborda específicamente la tarea técnica. “La figura del técnico de sala ni siquiera figura en el Instituto Nacional del Teatro (INT), por lo que siempre son acuerdos con la sala y los grupos, acuerdos que varían y son irregulares dentro del mismo circuito teatral”.
¿Cuáles políticas privadas y públicas serían necesarias (o útiles, por lo menos) en esta coyuntura? La respuesta desde TEMID es clara: “Una de las formas para apoyar al colectivo en estos momentos -en los que los espacios culturales y, por consiguiente, las producciones artísticas se ven tan paralizadas- es el armado, aprobación y puesta en marcha de protocolos para la vuelta paulatina de la actividad artística; y con ello, las capacitaciones necesarias para poder realizar transmisiones en vivo de espectáculos. Así también creemos que fue y es de gran ayuda la distribución de bolsones de alimentos y ayudas económicas para lxs trabajadorxs de nuestro sector”.
Por último, desde TEMID, se refieren a la urgencia de la aplicación de la Ley Micaela. Para ellxs, es fundamental y necesaria en todos los espacios culturales del ámbito público y privado, así como la modificación de la actual Ley Nacional de Teatro para que, finalmente, se contemple el rol de lxs técnicxs como profesionales del arte, “posibilitando el acceso a ayudas, subsidios y capacitaciones a fin de sustentar económica y dignamente los proyectos artísticos”.
*Por Soledad Sgarella para La tinta.