¡Cumplimos 4 años!
Por Redacción La tinta
Llevamos 1.460 días construyendo el periodismo que queremos, el que nos interpela y moviliza. Porque sabemos que la realidad se construye y que la objetividad no es más que una manera de crear distancias imposibles entre lxs periodistas y la sociedad de la que somos parte. Porque no queremos un lugar en la isla del poder mediático concentrado, que mira desde lejos y repite la misma versión de los hechos para que los hechos les permitan sostenerse a flote.
Llevamos 48 meses creando un medio cooperativo y autogestionado. Porque pensamos que la información y la comunicación no son una mercancía, sino un derecho. Porque, en tiempos de crisis, elegimos escribir desde el deseo, investigar sin condicionamientos, perseguir el sentido de la justicia. Porque creemos, contra viento y marea, en la fuerza de lo colectivo, en la potencia de la diversidad, en la sabiduría de la horizontalidad. Porque entendemos que vale la pena construir otra economía para sostener nuestro trabajo desde la ética y la dignidad.
Llevamos cuatro años junto a ustedes. Porque sabemos que somos parte de una gran comunidad de socixs y lectorxs, de medios alternativos y populares, de cooperativas y organizaciones sociales que nos guían, sostienen y acompañan. Porque todavía creemos en la palabra, el abrazo y la poesía compartida. Porque sabemos que, debajo de la superficie de este mundo enfermo, hay cientos de voces que, testarudamente, tejen la vida que necesita ser contada.
Crecimos y, sin embargo, sentimos que falta tanto por ser, hacer y comunicar.
Salimos a la calle para gritarle a Córdoba, Argentina y al mundo que exigimos la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Estuvimos en la vigilia y pasó por nuestrxs cuerpxs el abrazo colectivo de una lucha que no claudica.
Hicimos un diario de cuarentena durante 85 días ininterrumpidos.
Marchamos contra el ajuste neoliberal.
Nos reunimos mil veces, discutimos mucho, debatimos las miserias y compartimos las alegrías.
Nos tomamos vacaciones todos los eneros porque creemos en el descanso que nos merecemos como trabajadorxs de la economía popular.
Editamos y presentamos cuatro libros: Tinta China I, Ideas Menores, Una foto con Macri, Tinta China II.
Disputamos sentidos también con humor gráfico y viñetas porque sabemos lo revolucionario que es aprender a reír y compartir la alegría.
Hicimos la Cátedra Libre Ideas Menores, compartimos herramientas, nos tejimos con organizaciones sociales y medios alternativos y populares.
Filmamos la serie Humus y Cancionero, salimos a la calle y filmamos De Cerca para mostrar lo que la gente tenía para decir.
Cubrimos Encuentros Nacionales de Mujeres hasta convertirlos en Plurinacionales de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales y No binaries.
En vez de bajar línea, las multiplicamos. Pusimos todas las cartas sobre la mesa y mandamos el machismo al mazo.
Exigimos la Ley de Emergencia Social.
Hicimos dos fiestas para celebrarnos y montones de asambleasados.
Las trabajadoras de La tinta paramos los 8M.
Cubrimos y repensamos las elecciones.
Sobrevivimos cuatro diciembres.
Dijimos NO al 2×1.
Dijimos Ni Una Menos.
Dijimos Nunca Más.
Marchamos cada 24 de marzo.
Alentamos a la selección de pibas en el Mundial de Francia 2019.
Dictamos un taller literario de fútbol y feminismo: Caño al Patriarcado.
Habitamos las calles y los puentes, las Marchas de la Gorra y las de Familiares de Víctimas del Gatillo Fácil, intentando acompañar todas las resistencias.
Escuchamos la diversidad feminista de nuestro territorio Abya Yala.
Nos preguntamos dónde están lxs desaparecidxs de hoy y de ayer.
Repensamos nuestra humanidad de la mano de los pueblos ancestrales.
Aprendimos y recordamos el cuidado del monte y de la vida.
Esperamos con vida a Santiago y, cuando solo nos quedó su cuerpo, exigimos Justicia. Lo seguimos haciendo.
Contamos las mujeres, trans y travestis asesinadas, las que pudimos, las que supimos, las que el corazón y la carne nos dejó.
Seguimos preguntándonos dónde está Facundo, Rivera Alegre y Astudillo.
Vimos nacer los pañuelazos a través de los lentes de nuestras cámaras.
Seguimos a la Universidad pública y la ciencia levantándose ante el recorte.
Fuimos todas las veces que pudimos a charlas y encuentros donde nos invitaron a compartir nuestro proyecto, e impulsamos otras tantas para compartir ideas y experiencias necesarias, esenciales.
Armamos redes con otros medios, coberturas colaborativas, mil reuniones y grupos de whatsapp.
Escuchamos las voces de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, No binaries que nos hicieron cuestionar nuestro quehacer periodístico diario.
Nos abrigaron ollas populares y tomamos mates en los barrios, buscando las voces que allí cuidan la vida.
Fuimos a conocer los detrás de escena de artistxs y trabajadorxs de la cultura, disputamos sentidos, disfrutamos sus obras, las convidamos.
Sacamos miles de fotos para seguir pensando y repensando qué miramos y qué vemos.
Cambiamos el nombre de la sección deportes de El Diego a La 10, cuando Maradona dejó de resonarnos como antes.
Nos esforzamos, todos los días, en escuchar a la pibada y ser consecuentes.
Cambiamos nuestra forma de escribir, siempre en construcción y nos llenamos de lenguaje inclusivo.
Nos esmeramos en pensar y repensar nuestros pactos éticos.
Nos cuestionamos a nosotrxs, a nuestros colegas y a lxs que no lo son.
Afianzamos una red de colaboradorxs que aportan, cada día, contenido que abraza nuestra diversidad.
Escuchamos a las Abuelas de la Plaza y renovamos nuestra fe en la resistencia.
Nos conformamos como cooperativa de trabajo, nos federamos y articulamos con otras cooperativas soñando una economía más justa.
Apostamos al financiamiento colectivo y buscamos crecer en comunidad.
Muchas veces, creímos que ya no podíamos seguir, nos dimos fuerza y seguimos.
Nos sacudimos la corrección política.
Nos corrieron por kukas, nos corrieron por troskos, nos corrieron por tibios.
Nos equivocamos mil veces.
Resistimos, vivimos, sobrevivimos, lloramos y nos enojamos.
¿Certezas?
Nunca con la yuta.
No queremos ser más esta humanidad.
No tenemos respuestas a todo, tenemos muchas preguntas.
No la vemos pasar de costado y eso nos encuentra.
Queremos construir otros modos y lo intentamos día a día,
con incomodidades y contradicciones,
con dolores,
con el corazón siempre verde.
Cuatro años de autogestión.
Cuatro años de construir un territorio político.
Cuatro años de un medio libre.
Cuatro años tejiendo redes.
Cuatro años de periodismo popular.
Cuatro años de periodismo feminista y decolonial.
Cuatro años de periodismo hasta mancharse.
Un Macri después y una pandemia mediante, acá seguimos.
Hay otro periodismo y lo estamos construyendo juntxs. Manchate vos también.
