El abrazo construido

El abrazo construido
17 agosto, 2016 por Redacción La tinta

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Fernanda Leunda es una fotógrafa cordobesa que en su trabajo Reconstrucciones de Abrazos, convoca a otrxs a montar intervenciones con sus fotografías en la vía pública.

En un paseo por la ciudad es imposible escapar al atosigamiento de la publicidad. Está ahí en forma de afiches en la obras en construcción, en las paradas de colectivos, en pantallas gigantes, etc. La cara de Fantino, de Messi, un culo, la pareja del banco, están ahí inmiscuyéndose en mi subconsciente, para que no me olvide de consumir, porque si no lo hago no soy parte. En el capitalismo siempre sos lo que te falta, no lo que tenes.

Pero en la esquina de Dean Funes e Ing. López ves la imagen de un abrazo entre dos personas. Encontrarse con un afiche que te interpela pero que no te quiere vender algo, ver un gesto y no una pose, te moviliza, cambia el estado de tu paseo.

La que está en la imagen es Fer Leunda y Chaucha, su abuela. El afiche pertenece a su trabajo Reconstrucciones de Abrazos, una intervención urbana que viene realizando desde fines del 2015. La acción consiste en convocar a personas que participen en el armado del figurón y el pegado en la vía pública.

DSC_0755tLeunda es fotógrafa y ya ha realizado este tipo de intervenciones en diferente marchas como la del Orgullo Gay, Marcha de la Gorra, Ni Una Menos, la de la Visibilidad Lésbica, entre otras. La imagen de esta pegatina en particular pertenece a un registro que viene realizando desde 2013, que muestra la relación que existe entre ella y su abuela. Un trabajo que conmueve, emociona sin caer en golpes bajos.

“Sentí que ellos tenían cierta entrega para lo que yo estaba haciendo, una mirada devuelta hacia el objetivo de la cámara, una complicidad. Estaban acostumbrad*s a verme con la máquina en la mano, así que para ell*s fue algo natural. Después les pregunté si les incomodaba o querían que deje de hacerlo y me dijeron que no había problema”, cuenta Leunda cuando se le pregunta sobre cómo inició el registro, del que en una instancia inicial también participaba su abuelo.  

Entre esa cantidad de paseos y publicidades me encuentro con “la Fer” para charlar sobre cómo arrancó con su obra y llegó a las intervenciones en la vía pública y porqué convocar a otrxs en la construcción de esta obra.

-¿En una obra tan autorreferencial, qué lugar le das vos a la fotografía?

-Es la herramienta que necesito. El sostén de la memoria que acciona para que el recuerdo de lo vivencial no quede solo en mi mente, en su mente o en sus mentes. Quiero que la escena quede perpetuada y ya no pueda desaparecer. Necesito algo material (aunque en sus principios no tangible) que es lo sobrante, el gesto mínimo de lo sucedido. Entiendo que fotografiar es lo que nos salva para siempre del olvido.

-Con este trabajo has transcurrido por diferentes procesos, desde el registro de las imágenes hasta la intervención pública, ¿cómo  describirías tu relación con la obra en cada una de esas instancias?

-Fue mutando porque la relación con mi abuela se vio atravesada por distintas vivencias. Desde cuidarla 24 horas seguidas en determinadas condiciones: en su casa y ella tomando medicamentos muy fuertes como Rivotril. Hasta encontrarnos en la casa de mis viejos a tomar el té, en la de mi hermano o en la mía para pasar los domingos. En ese momento pensaba en hacer un fotolibro, después empecé con las impresiones de las imágenes en lienzo y bordándoles frases. Creo que el hecho de poder trascender la lectura obvia de la situación fue lo que viró las cosas. Era cuestionarme: ¿Qué es lo que pasa exactamente? ¿Qué es lo que me pasa? Ella va a desaparecer pero su gesto jamás. ¿De qué manera sobrevivimos al olvido? Las diferentes propuestas que encontraba para abordar el mismo tema sirvieron para llegar al momento actual, que es donde más cómoda y satisfecha me siento.

-¿Por qué elegiste el abrazo como el gesto principal para estas imágenes?

-En realidad fue un poco de suerte, casualidad o causalidad. Cuando nos sacábamos fotos juntas poníamos el disparador en automático y el gesto que elegíamos para salir era siempre mediante el contacto físico, la unión. Eso es algo que me di cuenta en la instancia de edición. Seguí explorándolo con ella desde la propuesta. Hay una foto elegida de cada escena, pero tenemos 20 de cada momento.

Las calles son nuestras

La primera intervención que realizó Fer fue en la pared de la Facultad de Artes, luego lo hizo en los barrios de Alberdi y Ducasse, que es donde viven ella y su abuela. Allí, primero fue en la zona de la costanera que tiene un gran cantidad de tránsito pero después, dice la artista, se fue barrio adentro buscando un espectador más distendido.

-¿Por qué elegiste el espacio público como lugar para intervenir?

-Me gusta la calle y que tod*s tengamos acceso a mirar otras imágenes, que no sean solo de publicidad, que no nos estén vendiendo algo todo el tiempo. La calle es violenta y las imágenes que aparecen en ella también: tetas, culos, perfumes y celulares de última generación. Hay que apropiarse del espacio público, es la herramienta que tenemos para dar nuestra opinión. Proponer una imagen de reencuentro y unión es la mía en este momento.

¿Qué crees que se pone en juego en esos lugares?

-Como en todos los espacios que elegimos, se gana y se pierde. La lectura quizás es rápida, a las apuradas para no llegar tarde al laburo. Quizá la señora que va al kiosco se detiene un rato. Lo que sí es seguro, es que no es asimilada como en una sala exposiciones.

-¿Por qué la idea de convocar a otras personas para la reconstrucción de la imagen?

Encuentro día a día mucha hostilidad, un mundo hecho de ruinas que me genera mucha bronca y enojo. Lo que me salva son los encuentros, los vínculos cercanos, los quereres. Me construyo con ell*s, por ell*s y para ell*s. Creo en los procesos que vamos atravesando en manada, es desde ahí que salen las cosas más hermosas y también las miserables, lo profundo. Lo demás es pura cháchara. Esto es una excusa más para vernos y compartir algo personal, íntimo, un capricho. Pero también para que se den otros encuentros inesperados entre las personas convocadas. Una simple excusa para generar espacios apartados de la rutina y de los lugares de afinidad a las que estamos acostumbradas. Así poder atravesar las desmejoras del corazón que casi siempre vivimos en soledad. La propuesta es revivir sus abrazos.

13Para todxs aquellos que quieran ver y disfrutar de Reconstrucciones de Abrazos, Fer Leunda va estar participando de la muestra que inaugurará en la nueva sala de la Caja de Jubilaciones (Av. Colon 97) el 30 de agosto a las 19:30 hs.

Por Fernando Bordon. Fotos: Fernando Bordon y Fernanda Leunda.

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