Educación universitaria: lecciones de Chile para Argentina
Mientras en el país se sostiene el veto a la Ley de Financiamiento Universitario con el aval de un sector del Congreso, el gobierno chileno avanza en la condonación de deudas estudiantiles y la creación de un nuevo sistema de financiamiento, buscando aliviar las dificultades económicas que afectan a millones de jóvenes.
En medio del debate por el veto a la Ley de Financiamiento Universitario en Argentina, el gobierno de Javier Milei evalúa la posibilidad de modificar el sistema educativo del país, implementando un modelo similar al de Chile. Este enfoque incluye el fin del ingreso irrestricto y el arancelamiento de las universidades públicas, generando preocupación en el sector estudiantil. En Chile, el Crédito con Aval del Estado (CAE) propicia un endeudamiento significativo, convirtiéndose en la segunda deuda más grande para la ciudadanía después de la hipotecaria. Esta situación provoca un aumento en la deserción escolar, ya que lxs estudiantes más vulnerables enfrentan costos exorbitantes.
El sistema de créditos establecido transforma la educación en un bien comercial, deteriorando la calidad de la educación pública y fomentando la percepción de la educación como un negocio. Y no hace más que profundizar la segregación existente en el acceso a la educación superior, afectando tanto a universidades como a institutos técnicos. La carga de la deuda educativa se convierte en un obstáculo significativo, impidiendo el acceso a una educación de calidad y comprometiendo el futuro profesional. La búsqueda de un sistema educativo más equitativo y accesible se mantiene como una necesidad urgente en la agenda social de la región.
Gabriel Boric, presidente de Chile, finalmente dio un paso en la dirección de cumplir una de sus medidas históricas de campaña y a pocos días de las elecciones municipales programadas para el 26 y 27 de octubre, donde su gobierno y la oposición se enfrentarán en las urnas. Este lunes, presentó un proyecto de ley destinado a condonar parcialmente la deuda del Crédito con Aval del Estado (CAE), un mecanismo de financiamiento para la educación superior en dicho país que, desde su implementación en 2006, ha propiciado un notable aumento en la matrícula, aunque también ha generado un elevado nivel de endeudamiento.
En su alocución al país, Boric afirmó: «Hoy, el CAE es un problema para todo Chile: para quienes con mucho esfuerzo, mes a mes, lo pagan; para quienes no han podido hacerlo, para aquellos que ni siquiera pudieron terminar sus estudios y, aún así, están endeudados; y, también, lo es para las arcas fiscales. Y cuando los problemas afectan al conjunto de la sociedad, es tarea impostergable de la política buscar una solución y corregir».
Se trata de una de sus banderas principales, mucho antes de ser candidato a presidente, cuando se desempeñaba como presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, al frente de las masivas marchas estudiantiles contra el gobierno del entonces presidente, Sebastián Piñera. El esquema propuesto por el mandatario para abordar la deuda del Crédito con Aval del Estado (CAE) se divide en dos áreas principales. La primera contempla la eliminación del CAE y la creación de un nuevo mecanismo de financiamiento, mientras que la segunda se enfoca en un plan de reorganización y condonación parcial de las deudas educativas.
Desde 2006 hasta 2023, más de 1,2 millones de chilenos han accedido a este crédito, con un 27% en etapa de estudio o gracia, y un 73% en fase de pago, quienes se beneficiarán con esta nueva medida. El plan de condonación consta de cuatro etapas, comenzando con una condonación inicial que toma en cuenta la condición académica del deudor, su situación de pago y el número de cuotas saldadas. Posteriormente, se aplicará una condonación mensual que permitirá a los deudores pagar entre el 1% y el 8% de su salario, eximiendo a quienes ganen menos de 500 mil pesos chilenos. Al mismo tiempo, se ofrecerá una opción para que los deudores paguen la totalidad de su deuda en un solo pago, recibiendo una condonación adicional del 25% del saldo. También se introduce un beneficio tributario para quienes ya hayan saldado su deuda, el cual se extenderá por 20 años. Según Boric, más de 75 mil personas podrían quedar completamente libres de deuda.
El nuevo sistema de financiamiento, denominado Financiamiento Público para la Educación Superior (FES), permitirá a los estudiantes acceder a instituciones de educación superior sin pagar matrículas ni aranceles inmediatos. Solo los que pertenecen al 10% de mayores ingresos realizarán un copago y la retribución será un porcentaje de su salario, también con un tramo exento.
El proyecto de ley presentado por Boric ingresó a la Cámara de Diputados donde el camino para su aprobación no está garantizado, ya que el gobierno no cuenta con mayoría en el Congreso y necesitará el apoyo de otros partidos. El anuncio, a su vez, también genera dudas y críticas, especialmente, en sectores de la oposición, que dejaron entrever que creen que la medida podría tener un trasfondo electoral con las próximas elecciones municipales y que cuestionan cómo se financiarán la condonación y el nuevo sistema FES, dado que el Estado ya ha gastado más de 9 mil millones de dólares en el CAE.
Más allá de la muñeca política del presidente, el éxito de esta iniciativa dependerá no solo del respaldo legislativo, sino también de una gestión adecuada de los recursos y de un enfoque en la sostenibilidad del nuevo sistema. Con la presión de las próximas elecciones municipales, Boric tendrá la oportunidad de demostrar su capacidad para implementar cambios que beneficien a la sociedad en su conjunto, más allá de las consideraciones políticas inmediatas. Por lo pronto, se trata de un paso en la dirección correcta.
A pesar de que, en 2016, se logró implementar la educación gratuita para el 60% de los estudiantes más vulnerables, el legado del CAE sigue siendo problemático. Actualmente, más de 1,2 millones de chilenos son deudores del CAE y el Estado ha desembolsado aproximadamente 9.000 millones de dólares para cubrir estas deudas. A finales de 2023, se reportaban 539.000 morosos en el sistema. Con este anuncio, el gobierno busca aliviar la carga financiera de miles de estudiantes y sentar las bases para un sistema educativo más accesible y equitativo, una de las principales deudas de su gestión hasta ahora.
La implementación de un modelo educativo que fomente el arancelamiento y el fin del ingreso irrestricto podría aumentar la desigualdad en el acceso a la educación superior en Argentina, replicando problemas que ya se observan en Chile. Para lograr un sistema educativo equitativo y accesible, es esencial priorizar políticas que reduzcan el endeudamiento y aseguren la inclusión de todos los sectores de la sociedad. La educación debe ser vista como un derecho, no como una mercancía, y la búsqueda de soluciones efectivas continúa siendo una prioridad en la agenda política de ambos países.
*Por Gonzalo Fiore Viani para La tinta / Imagen de portada: Agencia EFE.