Sigue activa la búsqueda de Anahí Bulnes
11 días sin saber dónde está Anahí Bulnes, la docente cordobesa que fue vista por última vez el domingo 4 en barrio Altos Sud de San Vicente. Su familia y entorno cercano están pidiendo ayuda a toda la comunidad y a quienes puedan aportar datos. Realizaron dos marchas para exigir su aparición y celeridad en la búsqueda. Conversamos con Mariana Palmero, integrante del Colectivo Ni Una Menos Córdoba, que acompañan estas situaciones de búsqueda y que recientemente presentaron un protocolo que aporta sobre qué hacer en estos casos.
Por Redacción La tinta
La familia de Anahí Bulnes perdió contacto con ella el domingo 4, luego de compartir una reunión familiar. Han reconstruido los últimos movimientos y no hay pistas certeras, sino diversas hipótesis en curso que se están investigando. Fue vista por última vez en su casa, en el barrio Altos Sud de San Vicente, donde dejó su celular y cosas personales. Sus familiares aseguran que no se ausentó voluntariamente. Es docente y trabaja como maestra en dos escuelas, una de gestión provincial y una de gestión municipal, y estaba celebrando que había conseguido la titularidad en uno de sus cargos. Es mamá de tres niñas de 7, 12 y 14 años. El lunes, cuando desde la escuela avisaron que no había asistido a trabajar, comenzó la búsqueda para intentar dar con ella. Van 11 días sin información. La familia se presentó como querellante y ya realizaron dos marchas ante la desesperación de los días que pasan sin novedades.
La policía ha realizado rastrillajes en la zona sur de la ciudad. La fiscal a cargo es Eugenia Pérez Moreno, de la fiscalía del distrito 2 turno 6, y ha solicitado colaboración de la Unidad Judicial Especial de Homicidios. Anahí había denunciado hace años a una expareja por violencia de género y, durante un tiempo, estuvo bajo protocolo con botón antipánico, pero no era la situación actual. Por el momento, hay secreto de sumario y no descartan ninguna hipótesis.
El padre agradeció a la prensa por difundir el caso y expresó que es muy importante el apoyo y la difusión para lograr que “las autoridades correspondientes se muevan con más seriedad en la búsqueda”.
Anahí tiene cabello castaño largo, ojos color marrón y mide 1,65 metros. Por información sobre su paradero, comunicarse a la Unidad Judicial 8. Teléfonos: 4338586/7 – 4481016 Interno 34141.
Cómo acompañar las búsquedas
Desde el Colectivo Ni Una Menos (NUM) Córdoba, acompañan a la familia de Anahí en la investigación sobre su paradero. Desde 2015, están organizadas y colaboran en la búsqueda de mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries en la provincia de Córdoba. Entienden que las redes sociales del colectivo tienen mucha llegada y legitimidad, y para los casos de búsquedas, la viralización es instantánea y eficaz. Con el tiempo y con los aprendizajes de cada acompañamiento, han desarrollado políticas de cuidado para estas situaciones y diversas estrategias para mayor celeridad y efectividad en las investigaciones. Detrás de cada publicación en sus redes sociales, hay un trabajo articulado, dedicado y comprometido, de chequeo de información, de contacto con familiares y unidades judiciales.
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, presentaron el Protocolo del Colectivo Ni Una Menos Córdoba: Herramientas y estrategias de comunicación desde los feminismos en la situación de búsqueda de personas. “Las búsquedas forman parte de un cúmulo de herramientas construidas por los feminismos de manera colectiva como recursos de autocuidado y resguardo ante la respuesta del Estado que, si bien existe y ha crecido en estos seis años, es insuficiente y no llega a abarcar a toda la población, particularmente en las zonas del interior de la provincia. Las búsquedas no solo son una respuesta ante casos individuales, sino también son una exigencia de políticas eficaces a los gobiernos. Nos buscamos entre nosotras, entre nosotres, porque vivimos en una sociedad patriarcal que nos violenta”, detallaron en el protocolo.
En diálogo con La tinta, Mariana Palmero, integrante del Colectivo NUM Córdoba, destacó que decidieron difundir el protocolo para las búsquedas como una forma de hacer pedagogía, desde la necesidad de acompañar y darle un marco a cierto modo y estilo para informar en estos casos. Que tenga que ver, en primera instancia, con cuidar la intimidad de esa persona que buscamos y la intimidad del círculo de afectos, y, en segunda instancia, de hacer más efectiva la búsqueda.
“En este último tiempo, se han incrementado las búsquedas y, si bien no hay estadísticas oficiales por el momento, es importante destacar que hay más registro y toma de conciencia de que, si no sabemos algo de alguien por cierta cantidad de tiempo, puede estar en riesgo. Y, entonces, se hace la denuncia y publicamos la información. Y es un poco herencia de la lucha y el trabajo que se ha venido haciendo desde la organización feminista. Hay más registro de búsqueda porque ahora entendemos que puede haber un peligro real, porque hemos visibilizado la violencia machista que existe. La transformación también se ha dado en la pérdida de fuerza de las ideas como ‘debe andar por ahí’, ‘se habrá ido con algún tipo’, esa vieja idea, hija no reconocida del ‘algo habrán hecho’, se ha transformado y luchamos para que rápidamente se tome la denuncia y que se enciendan las alarmas más temprano”, explicó Palmero.
Desde NUM, lo primero que hacen es contactar a algún miembro de la familia o alguien muy cercano a esa persona para corroborar la información y no manejarse con rumores. Siempre chequean la información y acompañan con contacto directo. “Lo más importante es ser pacientes, escuchar con mucha atención, hablar con tranquilidad y tomar nota de todo lo que nos cuentan. En ese momento, es importante ser claras y concisas acerca de la ayuda que podemos ofrecer que, en nuestro caso, se centra en la difusión de la búsqueda a través de todos los medios a nuestro alcance”, detalla la integrante de NUM.
Destaca que es muy importante la privacidad de la persona que se busca, muchas veces se cuentan detalles del caso o se piden ciertos datos personales para tener un contexto de la situación en la que se encontraba la persona, pero eso no significa que esa información se pueda difundir, porque puede generar confusiones, estigmatizaciones, revictimización, además de exponerla y entorpecer los ya complejos procesos de investigación policial. En el caso de que haya antecedentes de violencias y/o denuncias, es importante tener especial respeto por esa privacidad. Es importante el tratamiento en este tipo de casos no solo para la prensa, sino para que toda la sociedad lo tome en cuenta.
Paralelamente a la publicación en las redes sociales, lo que sugieren es realizar siempre y cuanto antes la denuncia, que es central para que se activen los mecanismos estatales y judiciales, ya que es el Estado el que tiene acceso a recursos que permiten una búsqueda más extensa (en territorio, en cruce de datos, etc.). Después de haber constatado con la familia y/o círculo íntimo que se realizó una denuncia, confirman la información con la comisaría o Unidad Judicial (UJ) en la que se radicó. Una vez que se haya confirmado qué Unidad Judicial interviene, sugieren incorporar sus teléfonos como contacto para que se aporten datos que faciliten la localización y no se contacten directamente con familiares.
La publicación de la búsqueda no se elimina hasta constatar con la UJ que la persona fue encontrada. Inmediatamente después de saber que la persona que apareció está bien, dejamos los detalles y la decisión de volverlos públicos o no para su familia, amigues y su intimidad. Cuando una búsqueda, lamentablemente, culmina en la confirmación de femicidio, travesticidio o transfemicidio, se publica un texto con la noticia y acompañan las acciones que impulsen desde la familia y su entorno. También hay otros escenarios dolorosos, como el caso de las que siguen siendo buscadas, como Yamila Cuello o Delia Polijo.
Si alguna mujer, lesbiana, travesti, trans o no binarie de tu entorno se ausenta de su casa, comunicate con el colectivo y hacé la denuncia correspondiente. Es importante que, cuanto antes, informes y comience la búsqueda. Y, para eso, se deben dar datos precisos, qué rostro y cuerpo tiene, desde cuándo no se tiene noticia, dónde se la vio la última vez (lugar cercano o específico), no hace falta decir en qué situación estaba. Se comunica quién es esa persona en términos de descripción física y su foto.
“Intentamos, humildemente y de manera rudimentaria, generar un nuevo modo de comunicar e incidir en las maneras en las que se comunican esas búsquedas para hacerlas más efectivas y hacer el acompañamiento más eficiente. Asumimos una responsabilidad civil al acompañar a esa familia, diciendo algo sobre alguien y requiriendo algo, evitando caer en cuestiones de la vida de las personas que pueden devenir en prejuicios, imaginarios y sentidos comunes. Intentamos hacer un aporte en la lucha contra la violencia sexista en los medios y en las redes sociales”, concluye la integrante del Colectivo NUM.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: A/D.