Las empresas recuperadas lanzan su moneda: comprar y vender con soberanía
Por Mariana Di Mauro para Revista Resistencias
“La cooperación supera a la competencia” es el lema que se imprime en la Moneda de Intercambio Argentina (MIA), lanzada por el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER). Con una gran feria de productos de todo tipo, el pasado sábado, en el Mercado de Flores, se hizo la presentación oficial de la MIA, una moneda social complementaria pensada para promover una alternativa para el intercambio de bienes y servicios, fortaleciendo y consolidando la autonomía y el trabajo de las empresas recuperadas, PyMEs y cooperativas del sector popular.
Luego de varios meses de prueba dentro de las cooperativas y empresas recuperadas, finalmente se llevó a cabo la presentación oficial. “La estamos presentando a la comunidad para demostrar, primero, los productos que fabricamos; que otra economía es posible; y mostrar, también, que podemos tener una moneda propia que circule entre la economía popular, las empresas recuperadas y los emprendedores, todos los que en realidad hoy están generando la fluidez de dinero en el país”, nos cuenta Edith Garay, de la tornillera recuperada La Matanza e integrante del MNER, desde las puertas del Mercado.
En cuanto a la propuesta y al objetivo de la MIA, Bruno Di Mauro, presidente del laboratorio recuperado Farmacoop y miembro del MNER, nos explica: “Tiene varias funciones, por un lado, fomenta el consumo de los trabajadores y las trabajadoras de productos de la economía popular. Se puede utilizar en los mercados populares que hay en las diferentes recuperadas en muchos barrios, como así también en la comercializadora a través de la página monedamia.com.ar. Por otro lado, permite el intercambio directamente entre empresas, por ahora, cooperativas, que a través de RECOOP pueden hacer intercambio de productos, materias primas e insumos, utilizando la moneda MIA”.
MIA: de Suiza a la Argentina
En cuanto al surgimiento de la MIA, Edith cuenta: “Como hoy estamos en un gobierno y en una etapa en la que está faltando demasiado la liquidez de billetes-pesos, surgió esta idea, que no es una idea nueva, nosotros la tomamos de Suiza”. La referencia es al WIR (“nosotros” en alemán), una moneda suiza creada 1934, luego de la crisis del 29, con el objetivo de que pequeñas empresas y productores puedan intercambiar sus productos sin estar atados a la moneda oficial (Franco suizo), y así paliar las consecuencias económicas de la recesión. Hoy, el WIR cuenta con más de 50.000 miembros (17% del total de los negocios de Suiza) y el intercambio en WIR llega a ser el 1 o 2% del PBI suizo.
Sobre esa base, se pensó la MIA, adaptada al contexto socio-económico argentino. Al valor de 1 MIA = $1 y con valores de 50, 100, 500 y 1000, los billetes MIA, de variados colores, llevan impresas fotos de trabajadores y trabajadoras, así como el sello del MNER: Ocupar, Resistir, Producir. “Hoy está en formato papel solamente. La idea es ver si para fin de año podemos hacer la moneda digital y que la gente pueda comprar en formato digital”. Además de la moneda, se presentó la web oficial de la MIA, “Eso también es una prueba piloto para ver cómo es el intercambio abriéndonos a la comunidad y cómo recepciona nuestro pueblo este tipo de intercambio”, nos cuenta la trabajadora de La Matanza.
En cuanto al alcance de la moneda, hoy circula entre las empresas recuperadas y cooperativas que forman parte de la comercializadora RECOOP, pero se prevé ampliarlo. Para esto, desde el MNER, sostienen que es central generar confianza en los productos que venden: “Sabemos que los productos alimenticios de las empresas recuperadas no llegan a las góndolas, entonces hacemos este lanzamiento y este tipo de feria que vamos a seguir replicando en diferentes puntos del país”, adelanta la trabajadora.
En la misma línea, Bruno dice que “la idea es poder ir generando confianza en esta moneda para poder ampliarla a los circuitos de proveedores de estas empresas, que muchas veces necesitan insumos o materias primas que nosotros fabricamos, entonces podrían también hacer girar la rueda y utilizarla”.
La cooperación como alternativa
“Nosotros tenemos como eslogan de la moneda MIA y del Movimiento que la cooperación supera la competencia, y sobre ese eslogan venimos trabajando”, cuenta Edith, enmarcando la iniciativa. Las empresas recuperadas de todo el país trabajan desde hace años para mostrar que una economía basada en la autogestión y la solidaridad es posible, y hoy lo plasman en una nueva moneda.
“Sabemos que no hay fluidez de pesos, de efectivo, y con esto tratamos de dar alivio a los compañeros de las recuperadas, y podemos conseguir, a precio mayorista y más económicos, productos de primera necesidad y de calidad”, reflexiona y agrega: “La moneda la respaldamos con nuestro laburo, con nuestra producción”.
Sobre esto mismo, Bruno agrega que la idea fundamental de la MIA es “tener una herramienta soberana para poder contar con una moneda de emisión propia”, y cierra, “para que, en momentos donde haga falta liquidez circulante, tengamos la suficiente soberanía para emitir una moneda propia y poder intercambiar bienes y servicios a través de una moneda que no esté limitada en su emisión por los designios de lo que dicta la política económica que sabemos que mucha veces viene digitada desde los mandatos del FMI”.
Frente a la avanzada del capitalismo financiero y cada vez más concentrado, los y las trabajadoras de la economía popular se siguen organizando para construir un camino alterno, pensado por y para les más humildes, que reemplace la competencia, la especulación y a las patronales por la cooperación, la autonomía y la autogestión.
*Por Mariana Di Mauro para Revista Resistencias / Imagen de portada: Julieta Piermaría.