Cocina medicina y mates de primavera para el jardín que somos
Sintonizar con el afuera natural no es fácil, menos en estos últimos años de vorágines y pantallas. La terapeuta en medicina china y especializada en alimentación y plantas, Erica Díaz, asegura que tenemos muchas herramientas para poder adaptarnos y que «las plantas medicinales son sabias maestras que pueden guiarnos y acompañarnos, fortaleciendo los órganos más activos en cada ciclo, mejorando sus funciones, limpiando y trayendo calma a nuestra mente y corazón». En esta nota, hablamos sobre la cocina-medicina y sobre su cuadernillo de mates para cada estación, y compartimos ilustraciones de «El verde sentir», el fanzine del artista cordobés, Salvador Pérez.
Por Soledad Sgarella para La tinta
La “Farmadulería” era un segmento de Cocineros Argentinos -en la TV Pública-, me encantaba. Erica Díaz, responsable de ese ratito, convidaba una manera de ver la alimentación que hoy, quizás, se haya instalado un poco más: la posibilidad de encontrar en las frutas y verduras cualidades no solo nutritivas, sino también medicinales, para ayudar a mejorar nuestra calidad de vida.
Con la migración de muchos contenidos y el boom de las redes sociales, encontré a Erica en su perfil de Instagram. La terapeuta en medicina china y especializada en alimentación y plantas medicinales me cuenta que empezó este camino hace casi 20 años. Y cómo llegaste ahí, le pregunto. “Por un lado, porque me había hecho vegetariana en los 90, con 13 años, y necesitaba indagar y aprender a cocinar… ya que, por aquel entonces, no había mucha información, así que leí todo libro de cocina natural y fui tomando todas las clases, talleres y formaciones que pude hasta el día de hoy”, dice y agrega: “Por otro lado, al ir avanzando como terapeuta en medicina china, fui aprendiendo la gran influencia que tienen los alimentos sobre el cuerpo físico y sobre el plano sutil de cada persona. Después de algunos años de profundizar en esta medicina, también me acerqué a la cosmovisión originaria, participando de sus ceremonias, aprendiendo la lengua runa simi (quechua) y viajando a algunas comunidades. La importancia que tienen las plantas medicinales y los alimentos para estos pueblos es trascendental, no solo son medicina, sino que también son sagrados y están presentes en sus ritos, artes y festividades. Son una medicina poderosa, al alcance de todxs, popular, ancestral y cotidiana”.
La cocina es medicinal
Como explica Erica, distintos pueblos entendieron que las personas somos un paisaje interno, todo lo que sucede en la naturaleza es un reflejo de nuestro propio funcionamiento. “Cuando perdemos nuestro bienestar, los alimentos y las plantas son la primera medicina, van a ayudar a nuestro cuerpo a reponerse, a mejorar el funcionamiento de los órganos, a sacar toxinas, a tranquilizar la mente, desbloquear las emociones o a potenciar nuestra energía, entre tantas otras virtudes que nos brindan”. Además, dice, es medicinal porque cada sabor tiene un efecto terapéutico sobre nuestros órganos y sobre nuestras mentes.
“Si entendemos al cuerpo como un territorio, como sostienen muchas lideresas, activistas medioambientales y también el feminismo, tanto nuestros cuerpos como la madre tierra están siendo contaminados, devastados por el monocultivo, violentados, lesionados, cargados de tóxicos y sometidos al extractivismo, en el caso de la tierra, explotando sus recursos naturales y, en el caso de la mayoría de las personas, explotando su energía vital. Por lo cual el alimento y la forma de producirlo es lo que produce hoy muchas enfermedades. Volver a la cocina, elegir los ingredientes y evitar los ultraprocesados es una forma de practicar la medicina en nuestra cotidianidad”.
Para la medicina china, expresa la terapeuta, la esencia de los alimentos y de las bebidas que consumimos se transforman en nuestra sangre, que es la que va a llevar los nutrientes a cada tejido y a cada célula de nuestro organismo para que funcionen. “Pero además de nutrientes, también transporta el espíritu, o sea que nuestra conciencia o parte más sutil se enraíza en la sangre y dependerá entonces de lo que consumimos, la calidad de ese sostén preciado”.
El cuadernillo del mate y las estaciones
Aunque rodeada de talibanes del mate y de la resistencia conservadora del amargo, en los últimos tiempos, he venido incursionando en todo tipo de integraciones a mi querido matecito. Que coco, que manzanilla, que burrito, que menta, que jengibre. Muchas probaditas.
La semana pasada, Erica compartió en sus redes un cuadernillo de descarga gratuita que comparte vía mail a quienes lo pidan y que propone como “una invitación a ciclar con la naturaleza, a orientar el radar interno hacia los cambios que acontecen en el exterior, porque durante el año va cambiando la energía y eso tiene una incidencia fuerte sobre nuestro estado físico y emocional”.
La propuesta es entender que hay un ritmo, que hay ciclos, que hay un momento de descanso y de interiorización que ocurre en el invierno; de limpieza y expansión, que ocurre en la primavera; de exteriorización y mucha actividad, que ocurre en el verano; de ir deteniéndonos y calentando el cuerpo, que ocurre en el otoño; también es una guía para mantener la salud. “Como somos un jardín interno, lo que ocurre en nuestro entorno también sucede en nuestro interior. Así nos vamos adaptando a las transformaciones externas y, a la vez, aprovechamos la energía disponible. Entonces, el cuadernillo propone prestarle atención a lo que ocurre ahí afuera porque adentro estarán pasando cosas también, por ejemplo, estarán activos dos órganos distintos por estación y los podemos fortalecer, limpiar y mejorar sus funciones con ciertos alimentos y plantas medicinales”.
La especialista subraya que tenemos muchas herramientas para poder adaptarnos con fluidez a cada cambio de estación y que las plantas medicinales son sabias maestras que pueden guiarnos y acompañarnos, fortaleciendo los órganos más activos en cada ciclo, mejorando sus funciones, limpiando y trayendo calma a nuestra mente y corazón.
El cuadernillo convida las mezclas propuestas para el verano, el otoño, el invierno y la primavera. En relación a esta última, el blend para un mate primaveral es:
—Diente de león: elimina toxinas – drena el exceso de hígado que puede manifestarse con enojos y agresividad – ayuda en las funciones hepáticas – indicada en: anemia, alteraciones dermatológicas, hepatobiliares y genitourinarias.
—Menta: activa la libre circulación del hígado, la vesícula biliar y la sangre – despeja y descongestiona la cabeza y los ojos – neutraliza los tóxicos – indicada en: gases, alteraciones hepatodigestivas, hinchazón abdominal.
—Carqueja: tonifica el hígado – mejora la función de la vesícula biliar – diurética – depurativa – ayuda a tranquilizar el espíritu – indicada en: alteraciones hepáticas.
—Té verde: aclara los ojos y la mente – drena el hígado – indicada en mareos, dolor de cabeza y de ojos – evita el estancamiento de Qi de hígado – indicado en: distensión abdominal, congestión de ojos y de cabeza.
—Cúrcuma: activa la circulación de energía – dispersa el calor y el estancamiento – tonifica la sangre – antiinflamatoria – indicada en: rigidez, calor en la sangre, alteraciones en la menstruación.
Una receta para estos tiempos
Además de todo lo que comparte en sus redes y de toda la información en el cuadernillo, le pido más: una receta para una época complicada a veces, el fin de año. Erica es generosa y dice: “Pienso en estos tiempos y se me ocurre una receta que sea muy nutritiva (que aporte proteínas y grasas de buena calidad), pero que, a la vez, ayude a limpiar. Los porotos mung son muy limpiadores y los alimentos verdes ricos en clorofila mejoran la salud hepática (el hígado es el órgano más activo durante la primavera, la emoción asociada es el enojo y la frustración, se intoxica fácil con los aceites de mala calidad, los ultraprocesados, los fármacos, etc. Cuando se estanca, hay mucho bloqueo emocional, impaciencia e irritabilidad). Así que mejor ir refrescando, limpiando el organismo, apaciguando la mente y el corazón”.
Sopa fría de porotos mung
Ingredientes: 100 gr de porotos mung – brócoli con sus hojas y hojas de espinaca – 1 puerro – ½ palta – ¼ cdita. de pimienta de cayena – ¼ cdita. de nuez moscada – 1 cdita. de jengibre rallado – sal marina o rosada a gusto – 2 cdas. de aceite de oliva – 2 tazas de agua
Preparación: Remojar los porotos de 12 a 24 h y luego cocinarlas con alga kombu por 25 minutos aproximadamente. En una sartén, con un poquito de aceite, saltear el puerro, agregar el brócoli y cocinar hasta tiernizar un poco. Licuar los porotos, el brócoli y el puerro salteado, las hojas de espinaca, las especias, el jengibre y la palta con el agua hasta lograr una consistencia cremosa. Sumar la sal y rectificar sabores. Servir con gemolada por encima.
Gemolada
Ingredientes: 2 cdas. de cáscara de limón rallada – 2 cdas. de perejil picado – 10 nueces – ½ diente de ajo – 1 cdita. de levadura nutricional – aceite de oliva, sal y pimienta negra o blanca
Preparación: Rallar la cáscara de un limón bien lavado, agroecológico. Picar el perejil, picar el ajo, las nueces (previamente hidratadas o tostadas) y unir todos los ingredientes junto a la levadura nutricional, la sal, el aceite de oliva y la pimienta.
El verde sentir
Salvador Pérez es un artista cordobés cuyo proyecto, Mate con yuyo, es un mini-estudio de ilustración, diseño editorial y audiovisual itinerante.
Para esta nota, Salvador trabajó en línea con un fanzine que autoeditó el año pasado, El Verde Sentir: “Un pequeño compendio de reflexiones breves que invitan a reconectar piel, savia y emociones. Una selección de ilustraciones cargadas de color y energía en un formato mini-bitácora, con producciones muy ligeras con caligrafía manual”.
*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: Salvador Pérez.
