Trabajadorxs del PAICor, la precarización invisibilizada

Trabajadorxs del PAICor, la precarización invisibilizada
11 agosto, 2022 por Redacción La tinta

Las trabajadoras del Programa PAICor y auxiliares escolares están visibilizando un reclamo por sus precarias condiciones de trabajo y salario. Una situación preocupante que se suma a mirar integralmente la deficitaria política educativa provincial. Organizadas en toda la provincia, están reuniendo firmas en un petitorio para que les den una favorable respuesta. 

Por Redacción La tinta

El Programa de Asistencia Integral de Córdoba (PAICor), vigente desde 1984, es definido desde el gobierno provincial como “un apoyo a la economía familiar que promueve la comensalidad y se compone de los alimentos necesarios para cubrir las necesidades nutricionales de alumnos y alumnas”. Con los años, fue mutando, pero, sobre todo, haciéndose deficitario: un derecho convertido en un padrón con requisitos cada vez más excluyentes, con una calidad alimentaria pésima y con condiciones de precarización laboral. No es ninguna novedad que las decisiones estatales sobre este programa, desde hace tiempo, son de ajuste, tercerización y recorte. Recordamos el informe Infancias y nutrición: ajuste presupuestario del PAICor en la Provincia de Córdoba”, presentado el año pasado por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH Córdoba), donde analizaron con preocupación el ajuste de presupuesto que sufrió el PAICor. 

Este año, las condiciones empeoran para las trabajadoras que prestan servicios en el PAICor y las auxiliares escolares, que son parte del engranaje de la política educativa y el funcionamiento de las escuelas. El problema es la creciente privatización y tercerización de estos servicios; en algunas escuelas, directamente se recibe una vianda alimenticia; en otras, aún se cocina, pero las condiciones de precarización son compartidas. 

Desde La tinta, conversamos con Rut Deniz y Analía Georgieff, ambas auxiliares escolares en Río Tercero, y María Sosa, quien está en planta permanente y como delegada de CTA, y acompaña las demandas. Nos detallan el mismo panorama que están viviendo en distintas partes de la provincia. 

“Estamos conectadas con casi toda la provincia porque todos tenemos la misma problemática, en Río Tercero somos un grupo de 35 auxiliares de PAICor que estamos pidiendo y exigiendo al gobierno de la provincia de Córdoba que nos reconozca como trabajadoras. Estamos en el sistema cuando les conviene: a la hora de los descuentos sí y a la hora de los aumentos salariales no figuramos. Es una situación preocupante, por ejemplo, la que más gana tiene un salario de 21.200 pesos. El sueldo es de $33.000, pero las liquidaciones vienen con el descuento automático, por ejemplo, de APROSS y del seguro de trabajo. El problema con la obra social es que te descuentan según la edad: más años tenemos, menos ganamos. Hay compañeras en planta permanente que se están jubilando y, cuando sucede esto, ¿qué pasa?, no las reemplazan. Es decir, no ponen cargos en planta permanente, van agregando auxiliares. Hace 12 años que no llaman a concurso ni licitación, una compañera trabaja hace 12 años y cobra 12 mil pesos”, detalla Rut Deniz. 

María Sosa es delegada de CTA y cuenta que el 9 de marzo nació el Movimiento Mujeres en lucha de auxiliares PAICor, por un reclamo salarial, estabilidad laboral y pase a planta permanente de las compañeras. “En el momento que empezamos la lucha, las compañeras cobraban entre 13.000 y 14.000 pesos, un sueldo bajo el nivel de pobreza. Empezamos a organizarnos en Río Tercero y esto hizo eco en toda la provincia, porque en otras localidades se vive la misma situación de extrema precarización, una infracción a la ley de contrato de trabajo por parte del Estado provincial, que tiene un ejército de precarizados en todas las áreas y todas las reparticiones”. 

Cuando fueron contratadas con la figura de auxiliar, era con el fin de apoyar a la que cocinaba, pero hoy la realidad es que las auxiliares manejan toda la escuela y así lo explica Rut: “Hacemos la parte administrativa, la limpieza, la comida y hacemos magia. Hay escuelas donde hay 400 alumnxs sentados y 4 auxilares. Muchas veces hacen horas extras que no son reconocidas, por falta de personal y porque garantizan que los turnos queden limpios”. 

Analía es una de las que el 9 de marzo se levantó en lucha, “salí a reclamar por el manoseo y el abuso que recibimos por parte del gobierno del señor Schiaretti y de todos los que pasaron, porque esta situación viene de hace muchísimo tiempo. Pedimos ser reconocidas como trabajadoras del Estado y tener condiciones de formalidad, como una obra social donde poder cargar a nuestrxs hijxs. Desde que comenzamos la lucha, nos han aumentado, hoy de bolsillo, llegamos a cobrar 26 mil pesos, pero no podemos cubrir la canasta básica. Queremos una mesa de diálogo, somos más las auxiliares PAIcor y de limpieza, muchas de las cuales se vieron obligadas a firmar con una empresa tercerizada para no perder su trabajo; la mayoría somos madres jefas de hogar que sostenemos nuestras familias y es lamentable vivir así y no llegar a fin de mes”. 

María cuenta que el 28 de julio se movilizaron hacia el Panal para entregar un petitorio a las autoridades provinciales, “previo a esta marcha, fuimos agredidas por una patota que responde al sindicato de empresa privada de limpieza, fuimos intimidadas, pero nosotras seguimos en pie de lucha por nuestros derechos”. Desde ATE, denunciaron la situación del ataque que recibió la columna que estaba compuesta en un 80% de mujeres, muchas con sus hijxs. Por su parte, el Secretario General de ATE Córdoba, Federico Giuliani, expresó: “Fuimos interceptados por el sindicato de la limpieza SOELSAC, afín de Juan Schiaretti, nos embocó y nos golpeó. El titular del gremio se llama Fittipaldi, que es el titular de las 62 organizaciones y parte del partido gobernante, además de presidente del Club Peñarol, donde maneja una patota que es barra brava y actúa también como matones y matonas sindicales llegado el caso. Es vergonzoso que el Gobierno de Córdoba no pague mejores salarios y encima pretenda privatizar los servicios que se prestan dentro de las escuelas”. 

Actualmente, lanzaron una juntada de firmas, con la intención de visibilizar lo que están viviendo, recibir el apoyo de la comunidad y que el Gobierno escuche sus demandas. Allí expresaron: “El Gobierno de la Provincia de Córdoba precariza al extremo las condiciones de trabajo, con un salario que es casi diez veces menor que el valor de un salario mínimo, vital y móvil en nuestro país. Invisibiliza el carácter de trabajadoras, ya que no las nombran como tales ni les reconoce derecho laboral alguno, ni siquiera licencia por maternidad. Sin embargo, de forma sistemática, les deposita el salario en sus cuentas bancarias y les otorga la obra social APROSS, en la que también las trabajadoras hacen su aporte con la intermediación de los Municipios. Y establece condiciones desiguales entre las propias trabajadoras, ya que, en el caso del PAICor, algunas también deben cocinar y limpiar la vajilla, no solo repartir viandas”. 

“Solicitamos el apoyo de toda la comunidad educativa, para las más de 6.000 trabajadoras que en toda la provincia brindan un plato de comida, contención y asistencia a lxs niñxs”, concluye María. 

*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Ramiro Pereyra.

Palabras claves: PAICor, precarización laboral

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