El acceso al agua, un derecho postergado en barrios de Anisacate
Vecines del barrio La Marianita, de la localidad de Anisacate, se organizaron para reclamar colectivamente por el incumplimiento de una obra que garantice el acceso al agua. Hace más de 6 años, las autoridades municipales prometen regularizar la situación. En barrios aledaños están en similares condiciones.
Por Redacción La tinta
La Marianita es un barrio de la localidad de Anisacate, en el Valle de Paravachasca, que no tiene acceso a agua potable. Situación que se repite en los barrios aledaños Villa Río y San José. Un conflicto que viene de larga data y que se complica año a año en medio de la crisis hídrica que atraviesa la provincia.
“En 2016, funcionarios municipales se acercaron al barrio La Marianita, para presentar posibles proyectos para la obra necesaria para que la comunidad acceda al agua. En 2018 -previo a las elecciones municipales-, se hicieron presentes informando el comienzo de la obra de una cisterna en el barrio para la provisión de agua. La misma comenzó y quedó interrumpida a los pocos meses”, explicó, desde el barrio, un grupo de vecines que se organizaron hace un tiempo frente a este problema habitacional.
Actualmente, en el barrio, viven aproximadamente 250 familias que acceden al agua a través de la distribución por camiones municipales o privados que llegan a cada hogar. En diálogo con La tinta, nos cuentan: “El agua que proveen es sacada del río o perforaciones particulares, y almacenada en cisternas. En ambos casos, no es apta para consumo, ya que contiene altos niveles de minerales que afectan en la salud de quienes la consumimos. A pesar de todos estos efectos negativos, muchas familias consumen esta agua, porque no pueden costear el gasto del agua envasada. El servicio se solicita por pedido en un almacén del barrio los días lunes, miércoles y viernes. Desde el municipio, se dice que el agua llega al hogar al día siguiente de ser solicitada, pero, en verdad, puede tardar hasta cinco días. Si un vecino quiere comprar agua de manera privada porque el camión municipal no llega o hay retraso, la diferencia en costo es casi nueve veces mayor. La misma problemática viven los barrios San José y Villa Río”.
En una reunión reciente con el intendente, exigieron un informe del proyecto de la obra de agua para ser socializado, los avances del proyecto de obra y tiempo estimado para que las familias accedan, un informe de los costos, desembolsos en 2018 y de la obra actualmente en curso, y que haya presencia de veedores barriales para lo que resta del proceso.
“Según el intendente, la obra para garantizar el agua se postergó porque los fondos de Nación tardaron en llegar y porque en el barrio hay pocas familias que pagan los impuestos. Cree que quienes no pagan lo hacen por capricho o por rebeldía, y no se comprende la difícil situación socioeconómica y social que estamos viviendo. Pretende que paguemos por servicios municipales que no garantizan de manera eficiente (mantenimiento de las calles, alumbrado público, servicio de agua corriente, etc.)”, explicaron desde la comunidad.
“Desde el municipio, expresaron que la finalización de la obra principal para llevar el agua al barrio será en tres meses. Además, queremos que, luego de esta etapa, no se tarde en materializar la obra de las conexiones domiciliarias, para que efectivamente todos los hogares tengan acceso a la red de agua. Para esto, vamos a seguir trabajando desde lo colectivo, haciendo un seguimiento de las promesas de las autoridades locales, a la espera de que se cumplan”, concluyen desde la comunidad y aclaran que, hacia el futuro, un camino posible es organizarse con el resto de los barrios para reclamar en mayor escala si el derecho al agua sigue vulnerado.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Tomás Jara.