La justicia poética de la luz

La justicia poética de la luz
21 enero, 2022 por Redacción La tinta

Sobre el rostro geométrico, pueden adivinarse las luces laterales y contrapicadas, que marcan con luz y sombras las facciones, pero también describen una personalidad. Las manos entrecruzadas apoyadas en el mentón, la mirada desde abajo y la línea de ensamble que vemos en el fondo sin duda quieren mostrar el poder de alguien inescrupuloso. A quien vemos en esta imagen es al empresario nazi Alfried Krupp, quien en 1963 fue retratado por el fotógrafo Arnold Newman por pedido de la revista Newsweek. La locación fue en una de las fábricas de Krupp en la ciudad alemana de Essenn y Newman encontró la forma, a través de la iluminación, el gesto y el fondo, de mostrar al empresario como el ser siniestro que era. 

Por Fernando Bordón para La tinta

Newman, por aquellos años, era (y es) uno de los retratistas más renombrados. Cuando le llegó la propuesta de la revista, en principio la rechazó por su origen judío. Pero luego pensó que “como judío, sería mi pequeño momento de venganza”.

En cuanto a Krupp, cuando se enteró de quién sería el que realizaría el retrato, también lo rechazó. Pero el fotógrafo le envió su portfolio para convencerlo. Como el empresario tenía conocimiento porque era aficionado a la fotografía, sabía que estaba tratando con un gran artista, por lo que aceptó. 

Cuenta Newman que, al acomodarlo en el set, con las luces ya instaladas y haciendo las pruebas con las Polaroid, no podía dar con una toma que lo convenciese, no podía encontrar el ángulo y el encuadre que tenía en mente. Hasta que en un momento, el empresario, por el fastidio que tenía por la demora, se inclinó un poco hacia adelante y entrecruzó los dedos, donde apoyó el mentón. Ahí el fotógrafo se dio cuenta de que era la toma y pose precisa, cambió de cámara y lo registró. 

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(Imagen: Arnold Newman)

Los asistentes del empresario, que se quedaron con las copias de Polaroid, se dieron cuenta del tono de las imágenes y a través de presiones lograron que la revista no las publicase. Un tiempo después, las sacaría a la luz Look Magazine. 

Cabe recordar que Krupp, con su empresa familiar, se enriqueció proveyendo al régimen nazi con armas durante la Segunda Guerra Mundial, que fabricó con mano de obra esclavizada de los campos de concentración. Fue colaboracionista y condecorado en diferentes ocasiones por el régimen. En los diferentes juicios que se realizaron al caer el nazismo, el empresario fue condenado a 12 años de prisión por crímenes de lesa humanidad, de los cuales solo cumplió tres años de prisión efectiva. 

Sin dudas que la posición de las luces, el punto de vista de la cámara y la locación de fondo fue una construcción que Newman realizó de manera consciente para mostrar a un hombre siniestro.

*Por Fernando Bordón para La tinta / Imagen de portada: Arnold Newman.

Palabras claves: Fotografía

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