Hablemos de Infecciones de Transmisión Sexual
En un sistema que fragmenta nuestro ser, el autoconocimiento es rebeldía. Descolonizar y despatriarcalizar nuestra mirada implica ubicarnos desde los propios cuerpos y memorias, haciendo un camino de autoconciencia que abre márgenes de libertad para decidir. Hoy derribamos mitos sobre las famosas Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) para cuidarnos sin miedo.
Por Redacción La tinta
“Los síntomas son de trichomona, deberías hacerte análisis, también de HIV y sífilis”, me lanzó la ginecóloga. A mis 20 años, la miré con los ojos desorbitados. “¿Sífilis?”, atiné a decir con sorpresa, pensando que era una enfermedad extinguida. “Si tenés una enfermedad de transmisión sexual, podés tenerlas todas”, me dijo sin anestesia la doc y vino un tsunami de miedo.
La cosa es que no tenía ni trichomona, pero un par de años después, me salieron unas verrugas alrededor de la vulva y del ano: “HPV”, dijo el ginecólogo. No tenía idea qué era. El miedo heredado de décadas de estigma al HIV y su similitud en la sigla me dejó helada. La primera info que encontré decía: “Potencial cáncer de útero”. Reapareció el tsunami.
Casi dos décadas después, si bien mejoró el acceso a información sobre las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que cada día se registran cerca de un millón de personas con nuevas ITS detectadas, consideradas “curables”. Es evidente que necesitamos abordar estos temas y refrescar.
Cuestiones básicas para derribar mitos añejos: cualquier persona, sin importar edad y orientación sexual, puede estar expuesta a las ITS. Se pueden prevenir con el uso de preservativos y campo de látex desde el comienzo y durante toda la relación sexual, tanto anal, vaginal u oral. Pueden transmitirse por sangre, semen, líquido preseminal o fluido vaginal, o por el contacto de la piel con lesiones. La mayoría de las ITS tienen tratamiento. Como algunas pueden no mostrar síntomas, se sugiere realizar una vez por año un análisis de sangre y el Papanicolaou desde los 25 años para quienes portan útero. La mayoría de estas infecciones pueden transmitirse durante el embarazo o el parto a quien nace.
Hay más de treinta tipos de virus, bacterias y parásitos de transmisión sexual. Las más frecuentes son sífilis, gonorrea, clamidia, Virus del Papiloma Humano (HPV), Virus de Inmunodeficiencia Humana (HIV), hepatitis B y trichomona. Vamos de a una:
Sífilis
A diferencia de la creencia popular, la sífilis es muy común, de hecho, en Argentina se cuadruplicaron las cifras de nuevas infecciones entre 2013 y 2018. Se produce por una bacteria llamada Treponema Pallidum. Produce llagas no dolorosas en el área genital, ano, boca o labios llamadas chancros. Se puede transmitir la infección fácilmente a otras personas con el contacto directo con las llagas. Puede que no notes la lesión, dependiendo de la zona en que se ubique, por lo que el uso de preservativo, el campo de látex y el análisis de sangre anual son fundamentales. La sífilis se puede curar fácilmente con medicamentos. Sin embargo, sin tratamiento, puede causar problemas muy graves y permanentes.
Gonorrea
La gonorrea es una infección causada por la bacteria Neisseria Gonorrhoeae. Pueden generar una infección de la uretra, el cuello del útero, el recto y la garganta. Se transmite a través de relaciones sexuales sin el uso del preservativo o campo de látex, con una persona con gonorrea. Generalmente no presenta molestias. Algunas personas pueden desarrollar flujo vaginal verdoso o amarillento, ardor al orinar o la necesidad de orinar más frecuentemente, testículos adoloridos o hinchados, sangrado después de las relaciones sexuales o entre los períodos de menstruación, y dolor abdominal o pélvico. En la mayoría de los casos, se detecta con un análisis de sangre. También, se pueden analizar las secreciones de la uretra, la vagina o el ano, o tomar muestras de las células del pene, el cuello de útero, la uretra, el ano o la garganta. Por lo general, la gonorrea se cura fácilmente con antibióticos. Pero si no se trata a tiempo, se agravarán los problemas de salud.
Clamidia
La clamidia es una infección muy común causada por una bacteria conocida como Chlamydia trachomatis. Puede afectar el pene, la vagina, el cuello del útero, el ano, la uretra, los ojos y la garganta. Se transmite a través del sexo sin protección. Por lo general, no presenta síntomas y se cree que alrededor del 70% de las personas que tienen sexo tiene la infección. Puede presentarse flujo vaginal con alteraciones, sangrado después de las relaciones sexuales o entre los períodos de menstruación, dolor abdominal o pélvico, flujo a través del pene, ardor al orinar, testículos adoloridos o hinchados, y secreción, picazón o dolor anal. La clamidia se detecta a través de diferentes pruebas de laboratorio y se cura con antibióticos.
HPV o VPH
El Virus del Papiloma Humano (VPH o HPV por sus siglas en inglés) es una familia de virus que puede afectar la piel, la zona de la boca, la zona genital o anal. Es la ITS más común. Usualmente, el papiloma humano es inofensivo y desaparece por sí solo, pero algunos tipos del virus pueden causar verrugas genitales o cáncer. El VPH genital se transmite de una persona a otra, mediante el contacto piel con piel en las relaciones sexuales. El preservativo y el campo de látex no protegen totalmente, pero pueden ayudar a que haya menos chances de transmisión. Las verrugas se pueden tratar, aunque pueden reaparecer. Los tipos de VPH que provocan verrugas no causan cáncer y el de alto riesgo no suele presentar síntomas. Tener VPH no significa que se vaya a desarrollar una lesión. Se estima que solamente el 5% de las infecciones por este virus no desaparecen solas y se vuelven persistentes. En ese caso, pueden causar lesiones en el cuello del útero que evolucionen en cáncer.
El papiloma humano no tiene cura, pero hay muchas cosas que se pueden hacer para evitar que te cause problemas de salud. Hay vacunas que ayudan a protegerte de ciertos tipos de la familia del virus. Las verrugas genitales pueden quitarse. El papiloma humano de alto riesgo usualmente puede tratarse fácilmente antes de que se convierta en cáncer, por eso es tan importante hacerse el Papanicolau y/o la prueba del Virus del Papiloma Humano, ya que permiten identificar alteraciones en el cuello del útero.
HIV o VIH
El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH o HIV, por su siglas en inglés) es un virus que afecta al sistema inmunológico. Si no se recibe tratamiento, el sistema de defensas se ve más afectado y puede dar lugar, con los años, a la aparición de enfermedades. Esta etapa avanzada de la infección por VIH es la que se denomina Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA). Por eso, no toda persona con VIH tiene SIDA. Una persona con VIH no necesariamente desarrolla síntomas o enfermedades, sin embargo, puede transmitirlo si no se usa protección.
Una vez que se contrae VIH, el virus permanece en el cuerpo. Si bien no hay cura para este virus, hay medicamentos que ayudan a estar saludable y hacen, por ejemplo, que haya menos chances -o a veces ninguna- de transmitirlo a otras personas. Los estudios muestran que tomar los medicamentos para el VIH, según las indicaciones, puede bajar la cantidad de virus en sangre, tanto que quizá ni aparezca en una prueba.
El VIH no tiene síntomas. Por lo tanto, la única manera de saber si alguien contrajo el VIH es a través de un test. En Argentina, se calcula que el 17% de las personas que viven con VIH no saben que lo tienen. El análisis de VIH es voluntario, confidencial y gratuito en hospitales públicos y centros de salud.
Este virus puede prevenirse evitando compartir agujas, jeringas o elementos cortopunzantes con otras personas, utilizando materiales descartables o esterilizados al realizar tatuajes, piercings o implantes, y con el uso del preservativo y campo de látex en las relaciones sexuales. Actualmente, se están estudiando formas de prevención del VIH con Profilaxis Pre Exposición (PrEP), a través de la toma diaria de un medicamento o con inyectables mensuales.
Hepatitis B
La hepatitis B es una infección del hígado causada por el virus de la hepatitis B o VHB. Puede ser grave y no tiene cura. Es un virus muy contagioso que, para detectarlo, debe realizarse un análisis de sangre. La forma de prevenirla es evitando compartir agujas, jeringas o elementos cortopunzantes con otras personas, utilizando materiales descartables o esterilizados al realizar tatuajes, piercings o implantes, y con el uso del preservativo y campo de látex en las relaciones sexuales. También existe una vacuna que se coloca en los primeros años de vida.
Tricomoniasis
Esta ITS es causada por el parásito trichomona que se transmite fácilmente por los fluidos sexuales. La mayoría de las personas que tienen tricomoniasis no tienen síntomas. Cuando los hay, el más común es la vaginitis, que normalmente causa irritación en la vagina o vulva. También puede afectar la uretra. Puede sentirse irritación y picazón, flujo con mal olor y ganas de orinar frecuentes o dolorosas. Se cura fácilmente con medicamentos. Se puede prevenir usando preservativo o campo de látex en todas las relaciones sexuales.
Más de 40 organizaciones y redes nucleadas en el Frente Nacional por la Salud presentaron, el 12 de agosto de 2020, un proyecto de ley para dar una respuesta integral e intersectorial al VIH, Hepatitis, Tuberculosis e ITS. La normativa incluye la investigación, prevención, diagnóstico, tratamiento, cura, rehabilitación, cuidados paliativos, reducción de riesgos y daños, y eliminación del estigma, discriminación y criminalización hacia las personas con VIH, Hepatitis, TBC e ITS. Las organizaciones impulsoras continúan exigiendo el pronto tratamiento para ampliar derechos en materia de políticas públicas y de acceso a la salud.
*Por Redacción La tinta.
