“Universo Sanjinés”: retrospectiva de un grande de la Patria Grande
Desde ayer y hasta mitad de diciembre, y diversificado en distintas salas y centros culturales de la provincia, la obra retrospectiva del cineasta boliviano trae a la Docta la oportunidad de disfrutar y conocer de cerca a la figura más importante de la historia del cine del país hermano. Hablamos con uno de los organizadores, Federico Robles, y con la antropóloga Guillermina Espósito para saber por qué es un imperdible del último mes del año. Cine donde “el pasado y el presente están siempre presentes”.
Por Redacción La tinta
Organizada por el Posgrado en Documental Contemporáneo UNC-UBP, “Universo Sanjinés” es una muestra que reúne los filmes más destacados del importante director -en las ciudades de Córdoba y Río Cuarto- con un ciclo de actividades anexas que complementan la propuesta de proyección.
Le preguntamos al cineasta cordobés y organizador del evento, Federico Robles, por qué presentan a Sanjinés como la figura más importante de la historia del cine boliviano y uno de los pilares del llamado Nuevo Cine Latinoamericano en los años 60 y 70. Federico explica que los años 60 y 70 supusieron para el cine latinoamericano un momento de profunda reflexión, autocrítica y fundamentalmente revolución de muchos de los preceptos formales y de contenido sobre los que se había venido trabajando hasta ese momento. “Se replicó en las disciplinas audiovisuales el mismo fenómeno que operó también en otras artes y expresiones de la cultura: un momento de cambios que no solo operaba en el tipo de historias que debían contar las películas, sino también en la manera de realizarlas, en las decisiones estéticas y el sentido político de esas decisiones, y también en las maneras de consumirse ese cine. Se diferenció notablemente del cine producido entre los años 30 y los 50, pues se orientaba mucho más hacia el ‘cine de autor’, tomaba distancia de los mecanismos comerciales y proponía un cine descolonizado a todo nivel”.
Robles agrega que es allí cuando surgieron grupos de producción cinematográfica que intentaban traducir los preceptos de la militancia revolucionaria de la época en la manera y las historias que sus films proponían: “Fueron años de muchísima innovación, ensayo y de propuestas políticamente vanguardistas, la mayoría de las cuales fueron prohibidas por los gobiernos dictatoriales de la época. Son los años de Pino Solanas y Octavio Getino (Grupo Cine Liberación, en Argentina), Raymundo Gleyser (Grupo Cine de la Base, Argentina), Santiago Álvarez (Cuba), Glauber Rocha (Brasil) y el grupo Ukamau (Bolivia) con su principal representante: Jorge Sanjinés”.
Lxs organizadores cuentan, en diálogo con La tinta, que la Muestra busca repasar todas las etapas del trabajo del cineasta latinoamericano y que, si bien son muy distintas entre sí, siempre entran en diálogo a partir de algunos tópicos que se repiten: la tensa y difícil construcción de una identidad nacional en un país tan complejo culturalmente, y la reivindicación de las formas de resistencia que la cosmogonía indígena ha desarrollado a lo largo de la historia para sobrevivir en un escenario tan injusto como el de Bolivia. “Por tanto, entre Sabina, el personaje principal de ‘Ukamau’ (su primera ficción, 1969) que es víctima del abuso de un terrateniente criollo, y Evo Morales, personaje secundario de su documental ‘Insurgentes’ (2014), hay mucho más que una escenografía común”, detalla Robles.
Según lxs responsables del evento, la obra de Sanjinés tiene la extraña virtud de combinar complejidad analítica y teórica desde un punto de vista “que podríamos llamar científico, al mismo tiempo que es un cine popular, entretenido, llano”. Desde esa mirada, buscaron no encorsetar el análisis de la obra en una mirada solo cinematográfica y proponen una charla principal (el próximo viernes 3, a las 19 horas, en el CCEC) en la que convocaron a tres referentes de disciplinas y saberes distintos: la antropología –Guillermina Espósito-, el cine –Sofía Kenny– y la cosmogonía indígena –Pablo Reyna-, con el fin de complejizar y enriquecer la percepción y experiencia en torno a los films.
Espósito explica que en su aporte para la charla introduce reflexiones y preguntas desde sus propias experiencias como antropóloga investigadora en el altiplano de Jujuy, una región en nuestro país culturalmente enraizada en los Andes, en el universo en el que transcurren las historias que construye Sanjinés. “Reflexiono enfocando en las dos películas que me propusieron comentar especialmente: Ukamau del año 1966 y La nación clandestina del año 1989, específicamente sobre los aportes del cine de Sanjinés para pensar la ficticia igualdad ciudadana de Bolivia y los modos en que las memorias se entreveran en la abigarrada sociedad boliviana y cómo esto aparece en las películas del documentalista boliviano, donde ‘el pasado y el presente están siempre presentes’, como manifiesta un personaje en La nación clandestina. Me pregunto finalmente si es posible un cine como el de Sanjinés en Argentina, cómo sería el sujeto indígena construido y representado de este lado de la frontera. Evoco en esta pregunta a Jorge Prelorán y sus cortos documentales en las provincias de Jujuy y Salta”, enfatiza la antropóloga invitada.
En el marco de Universo Sanjinés, la Mesa de Cine Comunitario de Córdoba organizó ayer una charla post proyección de la película “Para recibir el canto de los Pájaros” (moderada por Carolina Rojo), que giró en torno a las posibilidades de producir en territorio y en conjunto con las poblaciones que protagonizan justamente las historias retratadas en la vida real.
Finalmente, en la retrospectiva, se convocó al crítico y programador brasileño, Víctor Guimaraes, para la presentación de la película El Coraje del Pueblo -que se proyecta online y gratis desde el 28 de noviembre y hasta el 5 de diciembre, desde la web del CCEC- y lxs programadorxs ponen el foco en que: “Este es un film importantísimo en la historia del cine documental latinoamericano (a la altura de La Hora de los hornos, por ejemplo) y por su complejidad y valor nos parecía que era importante contar con una «charla» que dimensione esa obra en contexto, al tiempo que funcione pedagógicamente como una especie de introducción al universo Sanjinés, ya que Víctor se ocupa allí de hablar también de las búsquedas e inquietudes generales del Grupo Ukamau”.
Como acentúa Robles, Sanjinés intentó conjugar desde el principio de su trayectoria algo que resultaba -según ha afirmado- de justicia estadística: si el 80% de la población boliviana es de origen indígena, entonces el cine que se produzca tiene que tener sustento, perfil y cosmovisión originaria, y ser útil a las necesidades de ese pueblo. “Por tanto, desde un principio, dedicó su energía creativa en generar un cine por y para el pueblo andino, que represente y respete su cultura, pero que al mismo tiempo sea innovador y popular. Sus películas fueron las primeras habladas en quechua y aymara (subtituladas al español), grabadas muchas veces en comunidades andinas con actores miembros de esas mismas aldeas. El resultado es una obra prolífica como pocas (Sanjinés está aún vivo y grabando nuevo largometraje), un corpus de relatos en su mayoría ficcionales donde lo documental, con toda la potencia a veces desgarradora, a veces luminosa y sapiente de lo indígena, se filtra por todos lados”, concluyó el cordobés.
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: A/D.