Envuelta en críticas, la obra social DASPU renueva autoridades
Por Redacción La tinta
El próximo martes 9 de noviembre, se llevará adelante una nueva elección en la obra social DASPU para elegir vocales del Consejo Directivo e integrantes de la Comisión Fiscalizadora.
Docentes y no docentes de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), empleades y afiliades de la obra social, trabajadores de los SRT y jubilades universitaries podrán, a través de su voto, ratificar la gestión actual o renovar representantes en la Dirección de Asistencia Social del Personal Universitario.
En estas elecciones, se renuevan 7 de les 9 integrantes del Consejo Directivo: 3 vocales docentes actives, 3 Nodocentes y 1 jubilade. La importancia de la constitución de este organismo es que, dentro de sus funciones, está la de ejecutar el presupuesto; nombrar al Director y remover personal; controlar el patrimonio, la prestación y la ampliación de servicios; y rendir cuenta a les afiliades sobre la gestión, entre otras funciones.
Por su parte, la Comisión Fiscalizadora es la encargada de fiscalizar la administración; examinar los libros; y dictaminar sobre la Memoria, el Inventario y Balance, y Cuentas de gastos y recursos, presentados por el Consejo Directivo.
La oportunidad de elegir las autoridades que definirán los destinos de la obra social por los próximos tres años encuentra a DASPU en una situación complicada, con una crisis institucional agravada por la pandemia, desfinanciamiento y un deterioro de las prestaciones que afecta directamente a sus miles de afiliades.
DASPU en Pandemia
La crisis desatada por la pandemia profundizó deficiencias de DASPU que ya se hacían evidentes incluso antes de la llegada del COVID.
Según relevó el gremio ADIUC, 7 de cada 10 afiliades docentes consideraron que la calidad de las prestaciones de la obra social durante la pandemia fue «insatisfactoria», mientras que la mayoría catalogó el servicio como «deficiente» en todas las dimensiones relevadas.
Las críticas a la gestión de Luis Hernando y Hugo Pizzi apuntan principalmente al cierre de consultorios internos, que obligó a que muches beneficiaries tengan que acudir a instituciones privadas abonando cuantiosos coseguros y con turnos a varias semanas. Además, aún hoy, no hay atención odontológica, escasean los especialistas y se registra faltantes en la farmacia de la obra social.
«Entendemos que la época de la pandemia fue muy complicada, pero justamente la obra social es la que, con mayor razón, debería haber acompañado a sus afiliados para que sean atendidos y no que tengan que recurrir a otros espacios», expresó la exdecana de FAMAF, Esther Galina, candidata a 1° vocal por la alianza ADIUC + LISTA 10.
Según el relevamiento sindical que se realizó a casi 700 docentes, DASPU no estuvo a la altura de las expectativas, ni para dar respuesta a las necesidades concretas a través de medidas de emergencia supletorias, ni para informar y asesorar a les afiliades en torno a las alternativas.
«La mayoría de la gente piensa que hubo desatención y que las falencias más grandes estuvieron en Administración, Odontología y las demoras para ser atendidos por médicos especialistas», agregó Natalia Ángel Villegas, que aspira a entrar como segunda vocal en la misma lista.
Lo que sí fue un aspecto a destacar de DASPU en pandemia fue la transformación de la sede Cofico como centro de referencia para la atención de pacientes con síntomas febriles o respiratorios, que permitió enfocar la atención en los primeros casos de COVID y en la gran cantidad de casos de dengue que se presentó a principios del año 2020.
En diálogo con La tinta, Carlos Presman, ex auditor de la obra social, indicó que el trabajo en la sede Cofico «fue excelente y hay que destacarlo», aunque remarcó que fue armado y diseñado por el Dr. Hugo Roland, quien terminó apartándose del cargo por diferencias con la gestión actual. Al renunciar, el infectólogo acusó que había “falta de reconocimiento a la función sanitaria del servicio” que encabezaba, así como “precariedad laboral y destrato institucional» por parte de la gestión de Hernando.
Cuando la política universitaria mete la cola
Las diferentes listas subrayan la necesidad de que les afiliades participen de la elección para incidir sobre el futuro de la institución. Aunque también alertan sobre la fuerte influencia que ejercen las fuerzas políticas de la Universidad Nacional de Córdoba a la hora de tomar partido.
En tal sentido, se expresa el médico y docente Ernesto Gagliano, quien ya se desempeñó como máximo responsable de la obra social universitaria y que ahora se postula como vocal de la Comisión Fiscalizadora por parte de la Lista 15, en representación de les jubilades: «La obra social DASPU es autónoma y autártica de la Universidad, y su objeto es dar prestaciones de salud, promover, corregir y recuperar la salud de los afiliados. Esa es su razón de ser. Creemos que la obra social tiene que estar más allá de las cuestiones vinculadas a la política universitaria. No puede ser una facultad más ni una herramienta para la negociación política, desatendiendo cuestiones que son centrales de la organización».
«La obra social tiene que volver a ser lo que una vez fue: una herramienta para cuidar la salud de la gente. En los últimos años, se han ido más de 6 mil adherentes afiliados, cuando en otra época sucedía lo contrario, amenazando la sustentabilidad de la obra social. Hay que pensar por qué la gente se va a otras obras sociales o empresas prepagas. Es un indicador potente de que hay cosas que no están funcionando bien», expresó Gagliano.
En sintonía, opinó la matemática Esther Galina, quien agregó: «En las elecciones universitarias hay otras cuestiones: cargos, posiciones, ideologías. Acá, por la función de la obra social, se deberían poner en juego otras cosas. Pero muchas veces quedan reflejadas en las elecciones de DASPU las disputas políticas que hay en la Universidad. Creemos que debería ir más allá de eso, por eso, proponemos otro modo de trabajo que no sea en respuesta a intereses externos. Por eso, entendemos que, como órgano colegiado, debemos trabajar conjuntamente con los otros vocales elegidos democráticamente. Bregamos porque las minorías también sean integradas en las discusiones».
Finalmente, Presman llamó a que les afiliades tomen una posición activa y expresen su voto este martes 9 de noviembre: «Lo más importante de estas elecciones es que la gente participe porque la mayoría de los afiliados no tiene ni idea cómo se conforma el directorio de la DASPU. A diferencia de otras obras sociales, tenés la posibilidad de elegir representantes del directorio, donde se puede mirar a dónde se destinan los recursos y cómo se manejan».
* Por Redacción La tinta.
