Comenzó el juicio por la apropiación de la nieta 127
El viernes pasado, a través de la plataforma Zoom, el Tribunal Oral Federal N° 1 abrió el debate para esclarecer las circunstancias en las que sustrajeron a la hija de la mendocina María del Carmen “Pichona” Moyano y el sanjuanino Carlos Simón Poblete, secuestrados y desaparecidos en el año 1977. Hay tres acusados por los delitos de retención y ocultamiento de una menor de 10 años, alteración de estado civil y falsedad ideológica de instrumento público.
Por Redacción El Otro
El 27 de diciembre de 2017 Estela Carlotto, presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, anunciaba que “la nieta 127 es hija de María del Carmen Moyano y Carlos Poblete, ambos desaparecidos”.
El viernes pasado comenzaron las audiencias del juicio oral por su apropiación. Armando Osvaldo Fernández –sobre quien pesan condenas a prisión perpetua en juicios previos desarrollados en Mendoza por su rol en el Departamento 2 de Informaciones (D2) y enlace policial ante la Comunidad Informativa- e Iris Yolanda Luffi, quienes registraron como hija biológica a la nieta 127, y Abelardo Santiago Garay, quien fue uno de los testigos de su fraguada inscripción, son los tres imputados en la causa en calidad de coautores por los delitos de retención y ocultamiento de una menor de 10 años, alteración de estado civil de una menor de 10 años y falsedad ideológica de instrumento público destinado a acreditar la identidad.
Según las investigaciones realizadas y sobre la base de testimonios previos, la hija de María del Carmen Moyano y Carlos Simón Poblete, nació aproximadamente en los primeros días del mes de junio del año 1977 en instalaciones de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Su madre, de 23 años de edad, permaneció en ese centro clandestino privada ilegítimamente de su libertad luego de ser trasladada en el mes de mayo de ese año, desde el centro clandestino de detención La Perla, ubicado en la Provincia de Córdoba.
Se presume que Pichona fue secuestrada entre los meses de abril y mayo de 1977 junto a su pareja camino hacia Buenos Aires, cursando el séptimo mes de gestación.
Uno de los testimonios clave que acreditaron el parto fue aportado por Sara Solarz de Osatinsky, quien fue secuestrada el 14 de mayo de 1977 y fue llevada a la ESMA, en donde la tiraron sobre una colchoneta en un lugar al que denominaban “capucha”, en el tercer piso. Sara recordó que en ese lugar pudo levantar su venda y ver a tres jóvenes embarazadas. Luego sabría que se trataba de María del Carmen Moyano, Hilda Pérez de Donda y Ana Rubel.
Osatinsky señaló además que Pichona solicitó que ella estuviera presente durante el parto porque “no quería gritar al lado de los asesinos”. Según la testigo, la mendocina dio a luz a su hija en el mes de junio en la enfermería que funcionaba en el Casino de oficiales de la ESMA y fue atendida por el médico Jorge Luis Magnacco. Tras el parto, la madre y su hija fueron trasladadas a la sala de embarazadas, donde permanecieron juntas entre ocho y diez días.
El acta de nacimiento de la hija de Moyano y Poblete ante el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas consigna que nació el 7 de julio de 1977 en Dorrego, departamento de Guaymallén, bajo el nombre de Miriam Lourdes Fernández, hija de Armando Osvaldo Fernández y de Iris Yolanda Luffi. En el acta, no consta la certificación médica del nacimiento, con el procedimiento de inscripción por testigos.
Quienes oficiaron ese rol fueron el otro imputado en la causa, Abelardo Santiago Garay, policía de Mendoza que integró el D-2 e incluso fue destinado en comisión al Comando de la VIII Brigada de Infantería de Montaña, y Eduardo Smaha, quien no está imputado en este caso por haber fallecido y que también fue parte fundamental del engranaje terrorista, por lo que recibió en 2011 la pena de prisión perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua por ser coautor mediato, penalmente responsable, de numerosos delitos de lesa humanidad cometidos en el contexto del delito internacional de genocidio.
*Por Redacción El Otro / Imagen de portada: Coco Yañez.