Poesía travesti resentía y furiosa
El viernes pasado se presentó en nuestra ciudad la publicación de la escritora chilena Claudia Rodriguez que compila 3 fanzines: Dramas Pobres, Enferma del Alma y Manifiesto Horrorista. En una actividad online (de la mano de Emosido Engañado, Espacio Furia Mariposa y Ediciones Té de boldo) Claudia Huergo, Camila Sosa Villada y la propia Rodríguez conversaron sobre esta poesía urgente y necesaria.
Por Redacción La tinta
“Escribo sobre un mundo que da risa.
La declaración de los derechos humanos existe
porque lo natural es la injusticia humana.
La derecha roba y asesina en nombre de dios
y se convierte en la fuerza
más peligrosa en contra de la humanidad.
Todo esto me empelota”.
Claudia Rodríguez
Muches conocimos a la transandina Claudia Rodríguez, Activista Feminista y Escritora Travesti en el año 2019. Su presentación en Malas Lenguas, y el I Encuentro Internacional de Derechos Lingüísticos como Derechos Humanos -organizado por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC como respuesta política al VIII Congreso Internacional de la Lengua Española- nos ganó el corazón y armó en Córdoba un club de fans de la chilena.
En el conversatorio que se llamó Desbordar la lengua, Rodríguez junto a Camila Sosa Villada, pusieron a rodar sus reflexiones y sus historias de vida y existencia frente a la pregunta ¿qué tienen para decirles las travestis a la lengua de la Academia real española? Fue en ese marco que la chilena puso por primera vez en escena en nuestra ciudad su unipersonal “Vienen por mí” (junto al Festival «El Deleite de los Cuerpos») y en mayo de ese mismo año, Sosa Villada le puso dirección y actuación a la obra de teatro de la artista vecina, llevando a escena este texto conmovedor de poesía y denuncia.
“Desde mi perspectiva, nosotras cortamos y pegamos no solamente nuestro cuerpo, sino que también la historia de nuestras vidas, la historia con la familia y también con el país”, expresó Claudia en la presentación de Vienen por mí en Chile. La obra, dice la performer chilena, es una voz propia gestada desde hace más de 20 años, un ir y venir, un devenir.
Referente del movimiento trans latinoamericano, Rodríguez ha llevado al papel trazos de su historia. Desde la infancia hasta su militancia sexual y su compromiso político de lucha, la poesía y la performance son las herramientas de su activismo. Con su cuerpo en escena, alienta las biografías travesti-trans.
En este caótico e impredecible 2021, Ediciones té de boldo hizo posible que, por primera vez en el país, se publicaran en formato papel los fanzines de la escritora. Poesía travesti resentía y furiosa, compila tres fanzines: Dramas Pobres, Enferma del Alma y Manifiesto Horrorista. En la presentación virtual, junto a Claudia Huergo y Camila Sosa Villada, el viernes pasado, estuvo presente Claudia Rodríguez desde el otro lado de la Cordillera.
El viernes en la presentación, la escritora local Claudia Huergo dijo sobre la obra: “Estos fanzines también hablan de nosotros, pero no son para nosotros. Tendremos que tolerar no ser los sujetos universales de una interlocución. Ser alguna vez, una cosa factible de vitalización, una fuerza convocable por palabras o por gestos, algún estado de desesperación que tenga la sutileza de no abrirse paso pisando cabezas”.
Huergo dijo también que la poesía de Rodríguez pone el dolor o la tristeza “junto con las cosas, con los paisajes, con los animales, con el humo. A veces como un accidente o una buenaventura. Asombrosamente, son cosas que te podrían estar pasando a vos. O a mí. A veces el asombro también puede ser un privilegio de clase, de raza, de género. Te puede pasar también por viejo, por enfermo, por disca, por loco. Claudia, la que escribe, nunca se deja de asombrar de tu asombro”.
La actriz y escritora cordobesa, Camila Sosa Villada recordó el viernes que Rodriguez ha significado un faro en su historia: “Claudia es un acontecimiento de la escritura, leerla nos vuelve mejores, es indecente y de una gran ternura y quisiera que fuera leída en todo los idiomas del mundo. Aquí hay una piedra filosofal roja como un rubí con la suficiente potencia para cambiar el curso de los ríos que arrasan con el amor. Hay que dejar entrar en nuestra vida a la poesía de Claudia Rodríguez y transmitir este veneno de boca en boca”.
Este 8M en el Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No binaries, (nos) invitamos a guarecer y visibilizar las existencias trans travesti, que levantan nuevamente sus históricas banderas por sus derechos y contra las violencias a las que cotidianamente se enfrentan, con el arte como lenguaje para decir y redecir.
“¿Qué pasa conmigo? dice que me quiere pero me maltrata porque me tiene amansá, sometía, cagá de hambre, esperándolo por días como las gueonas, porque los terremotos aquí en Chile son normales igual que la tortura. A pesar de mi juventud, de toda mi tierna belleza, de mi alegría de vivir con fe en su amor, me quiebra y hace que dude de mi, de la suerte de encontrar otro hombre bueno que me quiera, un príncipe azul, un súper héroe, como si fuera una travesti guacha, sin mamá que me quisiera –mamita linda– yo que le he dado tanto, mi cuerpo joven, mi primera penetración a un hombre, yo que por él me convertí en una travesti activa, por él ser capaz de meterme en su poto y abrirlo, realizar su verdadero deseo, inconfesable, que sintiera mi pene en su boca y mi semen en su poto, callendose de ser el hombre araña o como el che Guevara, es mentira, nunca fue un hombre recio y heterosexual, porque me lo culié sin condón como me lo pedía. Me amenaza y me obliga a esperarlo por días y semanas al final de Pudahuel, así que agarre mis pilchas y me fui. Me aburrí de ser gueona”, escribe la chilena en uno de sus textos.
Rodríguez le pone literatura al dolor, nos lo deja cerquita, pone sobre la mesa una contra narrativa que nos interpela, poéticamente, a revisarnos y volver sobre el coraje de su voz. Otro mundo será mejor, con las travestis en el centro, con su pulsión de vida y su escandaloso amor. Solo nos resta leerla.
* Por Redacción La tinta