“El Cuidado es Colectivo”: sosteniendo las redes 

“El Cuidado es Colectivo”: sosteniendo las redes 
19 octubre, 2020 por Redacción La tinta

Por Equipo de Práctica Sociocomunitaria “Infancias y territorios en movimiento…” (FFyH-UNC)
y Mesa de Organizaciones de Argüello para La tinta

La Mesa de Organizaciones de los barrios IPV Argüello, Granja de Funes II, Villa Hermana Sierra, Argüello Lourdes y otros asentamientos populares de la zona cuenta con una historia de más de 10 años de trabajo colaborativo y encuentro. La mesa está conformada por el Centro de Salud 57; las escuelas Hugo Leonelli, Ricardo Nassif, Lazcano Colodrero y Martha Salotti; IPEM 18; IPET 404; Radio comunitaria Rimbombante; Casa Puente; Sala Cuna Juana Azurduy; Jardín Garabatos; entre otras organizaciones e instituciones que llevan adelante un trabajo en red que se fortalece cada día.  

Desde el Equipo de Práctica Sociocomunitaria (PSC) “Infancias y territorios en movimiento…”, de la Escuela de Ciencias de la Educación y el Departamento de Geografía de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), nos sumamos a la mesa en el año 2015. A principio de este año, frente a las medidas de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) que intensificaron las desigualdades estructurales, se decidió desde el equipo lanzar la Campaña “El Cuidado es Colectivo”, que resultó ser un gesto, una política de cuidado, de acogida y una forma de abrazarnos frente a la hostilidad de este presente urgente. 


Luego de ocho meses de cuarentena y pandemia, y con cada vez más cantidad de contagios y menores posibilidades de acceso a lo que se necesita, todas las organizaciones e instituciones que somos parte de la Mesa de Organizaciones confluimos en la decisión de relanzar de forma conjunta la Campaña “El Cuidado es Colectivo”. 


“Yo sé que es importante quedarme en mi casa y estar con mi familia, pero no es fácil quedarte acá, estar pensando mañana qué les doy a mis hijos de comer y cómo hago porque hay una comida que no tienen para comer. Te angustia estar encerrada”, nos expresa una de las vecinas y referentes del barrio. 

La vida cotidiana en el contexto que estamos viviendo no se transita de igual manera por todxs: las familias y lxs vecinxs se encuentran con serias dificultades económicas para subsistir, sus ingresos diarios dependen de trabajos del día a día o changas, o se encuentran en hogares precarios sin condiciones mínimas de salubridad. A pesar de las medidas concretas del Estado nacional para acompañar a los sectores más vulnerables, las dificultades para el acceso a una alimentación saludable, productos de limpieza e higiene de calidad para poder llevar a cabo las medidas sanitarias, siguen estando presentes y se profundizan cada día.

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Las catástrofes nunca son democráticas: por qué nace esta campaña

La campaña busca recaudar fondos económicos y concretar la apertura de un banco de alimentos y productos para el cuidado de lxs trabajadorxs de las instituciones del barrio (como el Centro de Salud 57) y para lxs vecinxs. A la vez, pretende enunciar y denunciar las situaciones de precariedad que se viven en los barrios y asentamientos populares de nuestra ciudad, buscando también ser una vía para hacer pública y visible la organización desde los barrios, frente a tanta desinformación y frente a los regímenes de obviedad que hoy nos atraviesan. 

También, se financiará la construcción de Bitácoras artesanales viajerasuna serie de producciones artísticas, literarias y visuales para/con las niñeces de las escuelas primarias públicas del barrio en las que estamos vinculadas. Desde la PSC, apostamos a la democratización del acceso a los bienes culturales y a la posibilidad de imaginar y trazar otros mundos posibles más habitables en los que todas las niñeces puedan encontrar “un lugar”. Las desigualdades no son únicamente materiales, es fundamental sostener los espacios y encuentros poéticos que se constituyen en tramas simbólicas que permiten alojar(nos) contra el desamparo.

campaña-cuidado-colectivo-unc-arguello-3Con esta iniciativa, nos sumamos al trabajo desmedido y político que están realizando las maestras de las escuelas. La entrega de los Cuadernillos impresos de Nación, la participación sostenida en la Radio Comunitaria Rimbombante que pensaron para lxs alumnxs y familias, su participación en la distribución de los módulos de PAICOR y sus visitas cuidadas a la casa de lxs estudiantes son gestos para acompañar y poner en valor.

Desde la red de organizaciones que somos, sostenemos y enfatizamos: esta situación crítica de emergencia sanitaria se relaciona necesariamente con la emergencia alimentaria en el contexto local, sumada a la emergencia económica de muchos grupos familiares del barrio que hoy se encuentran endeudados frente a tanta crisis y trabajo precarizado. A su vez, podemos advertir el impacto en las instituciones públicas de los barrios, como centros de salud y escuelas públicas, la ausencia de políticas públicas situadas -o la presencia de políticas públicas pensadas desde afuera, sin la participación activa de quienes habitan el barrio-, la presión social y los rumores que circulan e impactan en el cotidiano de su trabajo y su vida. Retomamos la categoría “rumores” del Colectivo Juguetes Perdidos (2020), para nombrar aquellos discursos del poder a-reflexivos, a-políticos, inmediatos y ruidosos que circulan en el cotidiano social.

Al incremento de contagios en los barrios, se suma la histórica problemática de que no ingresan ambulancias ni remises, gran inconveniente para garantizar el acceso a la ciudad o traslados de urgencia -por los estereotipos de barrios “calientes” o zonas “rojas”-. No podemos dejar de preguntarnos, entonces, qué sucede con aquellas familias que obligadamente deben “aislarse” ante algún caso positivo de COVID-19.


¿Cómo puede un grupo familiar estar totalmente aislado si no cuenta con fondos económicos de ahorro para substituir con alimentos, medicamentos, productos de limpieza, de higiene, entre otros? ¿Qué hacer ante el hacinamiento presente en muchas de las viviendas? ¿Cómo no dejar al descubierto que el “aislamiento”, tal como lo describen cotidianamente los grandes medios de comunicación e, incluso, el propio Estado, se vuelve un privilegio en un contexto tan desigual? 


Insistimos, ¿cómo acompañar(nos) de otros modos y desde otros espacios? Y retomamos las preguntas que nos comparten desde el Colectivo Juguetes Perdidos: ¿Qué pasa más allá de los datos fríos (las estadísticas de infectados y muertos) y los datos calientes (una emocionalidad que se escapa de las sensibilidades sociales a investigar)? ¿Y cómo se está procesando la cuarentena por fuera de los sistemas de expectativas, los cálculos de siempre, los regímenes de obviedad y los consensos efímeros (el ‘minuto a minuto’)?”

La emergencia nos moviliza, genera la fuerza y el gesto de nombrar lo que acontece. Por eso, enunciamos algo del orden de la complejidad y de la vitalidad. No significa lo mismo «quedarse en casa» y cumplir un aislamiento para la diversidad de personas y familias de los barrios y asentamientos populares.

Los medios hegemónicos de comunicación se encargan de difundir casos de violencia social ocurridos en el barrio, sucedidos en la pandemia, pero nada dicen sobre las violencias institucionales y policiales ejercidas diariamente o de la desigualdad estructural. Esta difusión social de rumores busca invisibilizar, criminalizar y estigmatizar socialmente a estos territorios. Por eso, proponemos afinar nuestros oídos para escuchar los susurros que emanan de estas comunidades, las voces que no salen en los medios hegemónicos de comunicación. Nuestro compromiso colectivo es ir más allá y pensar respuestas propositivas en conjunto, salidas colectivas como esta campaña, asumir la responsabilidad vital de lo común. 

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 La universidad pública se entrama en las redes territoriales

Como equipo extensionista, hoy más que nunca, asumimos la responsabilidad de llevar adelante propuestas y acciones colectivas que permitan abrazar las necesidades y urgencias del barrio, en un diálogo de saberes y sentires que se sabe en continuo movimiento con las organizaciones e instituciones locales. Ser parte de una red de cuidado colectivo implica sabernos comunes y construir juntxs.

Este año, desde el inicio del Seminario de Prácticas Sociocomunitarias, el cursado de las clases está siendo virtual. Los encuentros son compartidos y habitados entre estudiantes de Ciencias de la Educación, Geografía y maestras de las escuelas primarias del barrio. Algunos materiales están disponibles para ser consultados y utilizados como insumos.

En este “aquí y ahora”, fuimos tramando susurros, voces, relatos, experiencias y saberes entre todxs porque entendemos que poder escuchar de cerca a lxs vecinxs del barrio, a las maestras y referentes de la Mesa de Organizaciones junto con lxs estudiantes permite un compartir cercano y cotidiano de cómo se está viviendo y atravesando la pandemia y la posibilidad de crear lazos solidarios.

Ante las expresiones cotidianas de los grandes medios de comunicación que afirman que “lxs chicxs no están aprendiendo», «lxs docentes no están trabajando», «el año está perdido», defendemos más que nunca el trabajo, las prácticas de docentes y las iniciativas comunitarias que sostienen las trayectorias de las infancias del barrio y acompañan a lxs vecinxs. Las necesidades son múltiples y trascienden esta situación. No hay recetas, sino un posicionamiento político de co-construir de forma situada conocimientos, estrategias y metodologías otras para el propio re-existir que acontece en estos territorios. Apostamos a una universidad pública, activa y comprometida desde los propios contextos. Ello requiere de revisiones críticas al interior de la propia universidad a fin de tensionar prácticas extractivistas y saberes meramente academicistas, en pos de construir horizontes más amplios y más justos para todxs. 


Quizá nuestro trabajo en-redado es una forma de susurrar en tiempos de tantos rumores. Nos quedamos pensando: ¿cuán importante es susurrar en la universidad pública, hacer extensión desde y con los territorios en movimiento?


Para colaborar 

CBU: 0070197230004019153127 Banco Galicia / CTA: 4019153-1 197-2 / CUIL: 27-39494971-5 / ARCON.MULITA.GROSOR

Puntos de recepción del Banco de alimentos y productos de limpieza

-“Espacio Alas de Colibrí”, Donato Álvarez 7332. Argüello. Contacto: Joaquín (358-5092696).
-Radio comunitaria Rimbombante, Escuela Primaria Hugo Leonelli, Granja de Funes II. Argüello IPV. Horarios: Lunes, martes y viernes de 10 a 12 h. Jueves de 10 a 12 h y de 14 a 16 h. Miércoles de 14 a 16 h. Contacto vía FB: Radio Rimbombante 104.9 [https://www.facebook.com/radiorimbombante].

*Por Equipo de Práctica Sociocomunitaria “Infancias y territorios en movimiento…” (FFyH-UNC) y Mesa de Organizaciones de Argüello para La tinta. Imagen de portada: Natalia Riveros.

Palabras claves: Argüello, cuidado, pandemia, UNC

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