SOS: sistema de salud en crisis

SOS: sistema de salud en crisis
25 septiembre, 2020 por Redacción La tinta

Frente al aumento de casos y muertes por COVID-19 en el país, y un sistema de salud desbordado, hablamos con Verónica Bessone, enfermera de Córdoba, y con María Cordero, médica de Salta, para que nos cuenten su cotidiano en este contexto.

Por Redacción La tinta

Estamos viviendo una pandemia. Aunque parece un tema cotidiano, que genera cansancio y hemos ido naturalizando, estamos viviendo una pandemia. Nos cuesta caer en la cuenta de lo que estamos atravesando. Algunxs hablan de que la negación y proyección son las respuestas que han ido surgiendo para sobrellevar la situación.

“A cualquier sujeto le resulta difícil aceptar la posibilidad de su muerte o enfermedad, y también la alteración de su vida cotidiana. Eso explica también el odio en las respuestas anticuarentena”, comentó en su cuenta de Twitter Daniel Feierstein, sociólogo reconocido. Explicó que frases como «estamos bien», «la situación está controlada», «ya pasamos lo peor», «la semana que viene baja», «el sistema de salud va a resistir», «no habrá colapso», «esto nos permite dar un nuevo paso», lo único que logran es ratificar los sistemas de negación.

Venimos de días de números de contagios récord en el país y en el mundo. En las últimas jornadas, murieron más de 400 personas por día en Argentina. Si hubiera sido en otro contexto, por otro motivo, por ejemplo, en un accidente de avión o en un atentado, estaríamos todxs asombradxs y desconcertadxs, no podríamos dejar de hablar de ello. Pero como es por una enfermedad que hace solo seis meses estamos viviendo en nuestro cotidiano, ya no parece ser escalofriante.

La situación es cada vez más complicada. Desde los gobiernos, se toman medidas tardías y pareciera que no se cuenta con un plan para hacerle frente. El famoso colapso del sistema de salud es otro de los temas que nos vamos acostumbrando a escuchar cotidianamente. Ahora bien, ¿quiénes son las personas que le ponen el cuerpo, literal, para hacerle frente a la cantidad de demandas que hay? ¿En qué condiciones trabajan? ¿Cuáles son sus necesidades?

Verónica Bessone, enfermera del interior de Córdoba, relata que “desde que comenzó la pandemia (marzo), la enfermería se puso al hombro todos los cambios que se fueron dando en los sistemas de salud. Con incertidumbre y miedo, vimos cómo se transformaba el Hospital en una gran sala de cuidados intensivos”.

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(Imagen: La tinta)

Hasta el 20 de setiembre, 84 enfermerxs perdieron la vida a causa de COVID-19. La Asociación de Licenciados de Enfermería emitió un comunicado: “Asistimos con profundo dolor a la muerte de numerosos trabajadores pertenecientes al campo de la salud (…) Las enfermeras y los enfermeros constituyen uno de los colectivos profesionales más afectados, debido a la naturaleza de la profesión que exige mayor cantidad de horas de asistencia, procedimientos de valoración y acciones directas, lo que entraña más tiempo de exposición con los consecuentes riesgos. Somos quienes brindamos cuidados profesionales, quienes nos constituimos en la única compañía en la espesura de la gravedad, quienes damos consuelo ante la angustia asfixiante, quienes nutrimos el contacto con los seres significativos para las personas enfermas; lo hacemos con conocimiento, experiencia, sustentados en una visión humanitaria y ética”.

Tal y como explican en el documento, son una presencia constante en los ámbitos de atención de la salud, “la pandemia y su abordaje ha permitido corregir valoraciones trastocadas, a la vez que las realidades cotidianas ponen luz sobre el valioso e inestimable aporte de la enfermería a la salud de la comunidad”. Consideran “justo y necesario” mantener viva la memoria de cada enfermerx fallecidx, quienes murieron trabajando como “profesionales con mayúsculas” y a quienes el poder legislativo y el poder ejecutivo les deben el ingreso a las carreras profesionales de la República Argentina. “El reconocimiento debe incluir salarios dignos y condiciones y medio ambiente laboral seguros: lo demandamos, lo exigimos. Ya se ha demostrado plenamente que enfermería es una profesión indispensable y, en su ejercicio, se corre el riesgo de perder la vida”.

Verónica agrega que “lxs enfermerxs no paramos nunca, nos reubicaron en distintas áreas, cambiamos horarios, trabajamos horas extras, muchxs sin descanso, sobre todo, cuando comenzaron a aislar a nuestrxs compañerxs”.

Por su parte, Maria Cordero, médica de Salta, nos cuenta que actualmente están viviendo toda esta situación con mucho estrés, angustia y ansiedad. En el hospital donde se desempeña, no solo tienen que hacer el trabajo de médicx, sino también de bioquímicxs, enfermerxs y hasta camillerxs debido a que muchxs de sus compañerxs se encuentran aisladxs. Hay mucha demanda de pacientes y poco personal disponible. Añade que las condiciones de trabajo “siempre fueron insalubres” y que, en este contexto, se acrecientan. “Al estar afectado al área de COVID, la mayoría de médicos de otras especialidades no quieren ir a dicha zona por representar un riesgo. Tenemos que insistir desde muy temprano para que nos lleven la comida, a veces, comemos a las 16 horas, teniendo en cuenta que ingresamos al servicio a las 8 horas”.

“Estamos las 24 horas; con ingenio, reacomodamos las salas; nos informamos y capacitamos, por nuestra cuenta, para poder usar menos cantidad de equipos de protección personal y entrar lo menos posible a las habitaciones, ya que tuvimos que pedirle a los vecinos de la ciudad colaboración para armar los mismos, no alcanzan con los que manda el Ministerio”, cuenta Verónica.

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(Imagen: La tinta)

Jornada Nacional de Lucha

El lunes 21 de septiembre, en el Día de la Sanidad, enfermerxs se convocaron en todo el país para luchar por mejores condiciones laborales y aumentos de salarios. Dentro de las reivindicaciones, estaba la falta de materiales básicos, que impacta en la calidad de atención, y trabajar sobrecargadxs. Además, como están mal pagos, tienen que tener más de un trabajo.

En la ciudad de Buenos Aires, se sumó el reclamo por ser reconocidxs como profesionales de salud, ya que, en la actualidad, se lxs considera personal administrativo. En noviembre de 2018, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó la Ley 6.035 por la que 24 carreras están contempladas como profesionales de la salud, pero se excluyó al personal de enfermería. Esto se traduce en que tienen un salario menor al que les corresponde, los días de descanso para lxs profesionales de la salud no les corresponden por ser administrativxs, no cobran bonos nacionales destinados a ser un refuerzo salarial para aquellas personas que día a día están en la primera línea, no se contemplan las capacitaciones y especializaciones que realicen.

Lxs enfermerxs se movilizaron hacia la legislatura porteña, sin embargo, la respuesta de Horacio Larreta fue la represión: al menos 4 manifestantes resultaron heridxs. Es gravísimo que parte del equipo que pone su vida y su salud en juego en general, y en particular en este momento sanitario tan crítico, tenga que salir a dar pelea por sus ingresos y condiciones laborales, y que la respuesta nuevamente sean golpes.

Enfermerxs en Argentina

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo, se necesitan 23 enfermerxs y parterxs cada 10 mil habitantes. Sin embargo, Argentina tiene una de las cantidades más bajas de América, 4,24 por cada diez mil personas, y solo se ubican por debajo de ella Honduras, República Dominicana y Haití.

Para la OMS, «las enfermeras son un recurso humano importante para la salud. El personal de enfermería conforma más del 60% de la fuerza de trabajo en salud y cubre el 80% de las necesidades de atención».

“Ante la falta de personal, sobre todo, enfermeros, se ha puesto a disposición a enfermeros que no han ni siquiera trabajado en área de terapia intensiva, por lo cual los pocos capacitados que tenemos tienen que hacer de docentes de ellos, complicando aún más el trabajo”, cuenta María.

El Sistema de Información Sanitario Argentino (SISA), que depende del Ministerio de Salud, informa que, actualmente, hay en nuestro país unxs 179.170 enfermerxs matriculadxs. De ese total, 19.730 son licenciadxs, 73.373 son técnicxs y 86.073, auxiliares (estxs últimxs representan casi el cincuenta por ciento del plantel general). De acuerdo con las metas de la OMS, la relación médicxs/enfermerxs debería ser de, al menos, unx por cada unx, pero, en la Argentina, ese horizonte está todavía muy lejos: actualmente, hay 0,56 enfermerx por cada médicx. Cabe destacar que la enfermería tiene la particularidad de ser la actividad de la salud con más alto nivel de feminización, 85% de mujeres, y mayor carga de cuidado directo en sus tareas.

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(Imagen: La tinta)

María destaca que “la mayoría del personal de salud somos mujeres; mujeres con familia e hijos, siempre cuidándonos y con temor a poder contagiar a nuestros seres queridos. El servicio está coordinado por mujeres, quienes llevan muy bien su tarea”.

Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el sector salud ha sido un ámbito históricamente feminizado. Sin embargo, el tipo de feminización que hoy lo caracteriza difiere de forma significativa respecto de la de hace, al menos, cuarenta años. Su manifestación más relevante es la creciente participación de las mujeres en puestos profesionales, que convergió en una “feminización profesionalizada”. La tendencia que se infiere es un crecimiento muy importante en la proporción de mujeres profesionales: en 1980, representaban cerca de 3 de cada 10 puestos, mientras que, en 2016, la cantidad prácticamente se duplicó y alcanza al 59,3%.

“Sin vacaciones, sin descanso, sin información, con sueldos paupérrimos, muchos compañeros trabajan en otras instituciones, poniendo en peligro su salud y la de otros. Muchos enfermeros y estudiantes están trabajando como voluntarios, 8 horas por día, sin supervisión. También contrataron enfermeros por la pandemia con monotributo o contratos por 3 meses”, denuncia Verónica.

Es alarmante la situación que estamos atravesando. El personal sanitario está saturado. Muchxs están afectadxs por la pandemia, algunxs han fallecido. Hay una enorme demanda de atención, los resultados de los hisopados y test serológicos están demorando muchos días, exponiendo a la población. Prácticamente, no se amplían las capacidades de dar respuestas, sino que se pretende que, casi con las mismas herramientas, se haga frente a esta pandemia. Esto es una bomba de tiempo.

*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: La tinta.

Palabras claves: covid-19, Profesionales de la salud

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