Intersindical de Mujeres Córdoba en alerta por los ajustes en la Municipalidad
La semana pasada, la Intersindical de Mujeres de Córdoba se reunió para abordar, con franca preocupación, la realidad municipal. La tinta habló con María Teresa Bosio, Leticia Medina y Soledad Barrionuevo, referentes gremiales e integrantes del espacio, quienes compartieron la lectura de conjunto sobre el contexto.
Por Redacción La tinta
La situación de precarización y despidos por parte del Estado, comandado por Llaryora y equipo, es grave. Ante las conocidas afrentas del Ejecutivo Municipal contra lxs trabajadorxs, la Intersindical de Mujeres (ISM) se reunió la semana pasada y, con las consignas #DespidoEsViolencia, #SolidaridadGremial y #SomosTrabajadorxs como base, las referentes gremiales analizaron la realidad local en este momento particular de crisis sanitaria.
“La Intersindical de Mujeres de Córdoba es un espacio de articulación entre un conjunto de sindicatos de las distintas centrales de nuestra provincia y de algunas organizaciones de la Economía Popular, en particular, la UTEP y algunas otras organizaciones del frente barrial de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA)”, cuenta, en diálogo con La tinta, Leticia Medina, Secretaria Gremial de ADIUC, Gremio de docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba.
“Nació en 2017 al calor de las movilizaciones feministas que también se extendieron hacia los ámbitos sindicales y laborales. Centralmente, se organizó alrededor de la conmemoración del 8 de marzo que, desde el 2016, ya se venía instalando como una fecha de conmemoración del calendario de la organizaciones sindicales también… porque tradicionalmente era una celebración del Día de la mujer sin ese contenido vinculado al trabajo y, desde esa fecha y en el marco de la fuerte oposición del espacio sindical y el espacio del campo popular al gobierno de Mauricio Macri, ese marzo fue una posibilidad de ordenar una serie de demandas, reivindicaciones y posiciones del espacio de las trabajadoras en torno al derecho al trabajo, contra la precarización, contra el ajuste, etcétera”, agrega la -además- Secretaria de Género de la CTA Regional Córdoba.
Desde el espacio intersindical, vienen construyendo encuentros y diálogos, y así lo hicieron la semana pasada en una reunión para seguir de cerca la realidad municipal. María Teresa Bosio, Secretaria Adjunta de ADIUC, explica que la situación de despidos y cesantías que se dio en la Municipalidad de Córdoba, y que afectó a varios programas referidos, principalmente, a cuidados de las infancias, juventudes y sectores de salud y educación, las motorizó a reunirse.
“Muchas de las compañeras que fueron despedidas vienen haciendo un importante trabajo territorial en poblaciones vulnerables. Creemos que, en este contexto, el Estado tiene que acompañar y asistir a estas poblaciones de niñes y jóvenes, y la municipalidad no puede, en este momento, dejar de estar presente a través de las trabajadoras, que, además, accedieron a esos espacios por concursos y contratos” , cuenta Bosio.
«Como intersindical, queremos visibilizar que el Estado municipal tiene el compromiso de sostener políticas públicas en los diversos campos como educación, salud, infancias y cuidados de la población, y no sólo hacer eje en líneas ligadas a infraestructura de servicios. Una de nuestras acciones es poder mostrar, con testimonios de las mujeres despedidas, las tareas esenciales que realizaban en los territorios, para disputar los discursos hegemónicos sobre lxs trabajadorxs del Estado como “ñoquis» o «gastos». Desde la Gestión Municipal, se quiere priorizar el recorte de trabajadorxs que están en estas tareas y quieren priorizar la obra pública porque es lo que se ve materialmente, lo que redunda entonces, en una mejor tendencia de votos del electorado. Queremos disputar esa idea de que el Estado tiene un compromiso con lo material y dejar de lado cuestiones esenciales para la vida de las personas como la educación, la salud y la promoción de condiciones de vida justas”, afirma Bosio.
Por su parte, Soledad Barrionuevo, coordinadora de la Comisión de Género y Violencia Laboral del Sindicato Unión Obreros Y Empleados Municipales (SUOEM), cuenta a La tinta: “Nos declaramos en estado de alerta y estamos a la expectativa de ver cómo sigue el tema de la mesa de diálogo que se estableció hace una semana, del gremio con el Ejecutivo, en donde se prometió la reincorporación de 60 de lxs 120 compañerxs despedidxs en dos tandas de 60. Estamos evaluando cómo seguir y qué otras acciones tomar en función de cómo se vaya desarrollando el conflicto”.
Barrionuevo remarca que la intención del Municipio no es sentarse a dialogar y no fue la actitud en todo este tiempo de movilizaciones: “Se abrió una mesa diálogo hace una semana por la insistencia nuestra, tenemos que ver si es real esa voluntad de consensuar o si lo hicieron porque se vieron presionados desde SUOEM… además, ahora, están teniendo conflicto con el sindicato de transporte, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), quienes también manifiestan que no hay voluntad de diálogo”, asegura. Para la trabajadora del SUOEM, el panorama que se avizora hacia adelante es duro, es “la matriz neoliberal del cordobesismo, que, para muchxs, está lejos de ser el peronismo de la justicia social y de lxs trabajadorxs”.
El estado de la alerta de la Intersindical de Mujeres está encendido: según las gremialistas, el cordobesismo toma decisiones contrarias absolutamente al Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ratificado en el Senado este año, documento que se expresa en contra de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
“Nosotras relacionamos esta situación que estamos viviendo con la violencia laboral: durante este año, no hubo disposición para la creación de políticas de Estado contra la violencia laboral. El cordobesismo neoliberal avanza contra los derechos de lxs trabajadorxs y contra la dignidad, de una manera perversa y socavando las psiquis de compañerxs. El intento de socavarnos psíquicamente ha estado siempre y ha sido un proceso muy complejo: con amenazas, mandaban resoluciones a las 10 de la noche, concretaciones de despedidxs, quita de funciones, lo que conlleva que no sepas qué vas hacer cuando vuelvas a trabajar, qué lugar vas a ocupar, quita de bonificaciones, además del recorte que va de un 14 % a un 30% de nuestros sueldos. No sabemos, cuando se levante la cuarentena, si vamos a volver a nuestros puestos y vamos a tener las oficinas, si nos van a mandar a otro lado, la incertidumbre es total. Estamos en total desacuerdo con todas las medidas de ajuste que ha hecho este Ejecutivo municipal, pero es que no escapamos a la realidad que hoy brinda la provincia de Córdoba. La matriz de ajuste provincia y municipio es en la misma línea, tienen la misma matriz neoliberal”, dicen desde la Comisión de Género y Violencia Laboral del SUOEM.
Las gremialistas aseveran que, a contramano del decreto presidencial por el cual se trata de resguardar el empleo, en Córdoba, el Estado es el primero que ajusta a sus trabajadorxs. Llaryora en la municipalidad, Schiaretti con la reforma jubilatoria a nivel provincial, en plena crisis económica y sanitaria donde se espera que el Estado sea el primero que proteja los derechos laborales.
“Usan de excusa la pandemia para el ajuste, pero va más allá, porque este ejecutivo municipal ya tenía en sus planes un proyecto de ajuste. En diciembre, quisieron echar gente y no pudieron porque, desde el gremio, lo frenamos, pero, en enero y febrero, lo siguieron intentando. En estos momentos, la cuarentena les permitió el avance en la quita de derechos, pero le estamos dando pelea, hemos estado en la calle arriesgando nuestra propia salud”, recalca Barrionuevo.
Como refuerza Leticia Medina: “Según nos dijeron las compañeras están avanzando en acuerdos con las autoridades municipales, pero estamos retomando las reuniones porque hay muchos conflictos laborales en el contexto de pandemia y, nuevamente, las mujeres somos especialmente vulneradas por las medidas de ajuste frente a la retracción económica y, particularmente, por la sobrecarga de cuidados en los hogares”, finaliza la sindicalista.
*Por Redacción La tinta.