Patrulleros bonaerenses asesinos
El 1 de junio pasado, la policía bonaerense volvió a cometer otro crimen. Esta vez fue en la ciudad bonaerense de San Nicolás, donde dos jóvenes fueron las víctimas.
Por Leandro Albani para La tinta
Verónica y Sandra están convencidas que la policía bonaerense mató a sus hijos. El 1 de junio pasado, Ulises Rial (25 años) y Ezequiel Corbalán (30) circulaban en moto por la ciudad de San Nicolás. Alrededor de las tres de la madrugada, los dos jóvenes fueron interceptados por un operativo policial. Los uniformados intentaron detenerlos, pero Ezequiel los eludió por temor a que le secuestraran la moto con la que trabajaba.
Los efectivos de la Bonaerense entonces desataron una persecución. En la intersección de las calles Carbajo y Piaggio, un patrullero que venía de frente cruzó de carril y chocó a los dos jóvenes. El vehículo se movilizaba sin sirenas ni luces azules prendidas.
En diálogo con La tinta, Verónica, mamá de Ulises, dijo que por estos días está “viviendo la situación como puedo”. “Ulises era un chico bueno, un amor de persona. Trabajaba en una empresa en Siderar, hacía más o menos seis años, trabajaba 12 horas diarias. Tenía una bebé de un año y medio y en sus días franco pasaba unas horas con su hija”, señala.
Para Sandra, mamá de Ezequiel, “esta situación la estoy viviendo en carne viva”. “Todavía no caí que a mi hijo me lo mataron”, agrega. “Ezequiel era un ser que lo quería todo el mundo –recuerda-, no tenía maldad con nadie. Era un chico trabajador. Durante muchos años se dedicó a la gastronomía”.
La razón de la persecución policial fue que Ulises y Ezequiel estaban violando la cuarentena. Sobre esto, Sandra dice: “Y sí, incumplió la cuarentena para ir a buscar una cerveza. ¿Por eso me lo van a matar? Él sabía que si lo paraban le iban a sacar la moto, porque los papeles se los había olvidado en la casa de Ulises. Yo tengo esos papeles. Nosotros somos gente trabajadora, gente honesta”.
La causa por las muertes de Ulises y Ezequiel fue caratulada como “homicidio culposo”. Los policías que iban en el móvil son Pablo Nicolas Moresco, que iba al volante, y sus acompañantes Omar Bazan y Mariana Huesa, que hasta el día de hoy siguen en funciones. El jefe a cargo de la Policía Local en el momento del hecho es Jorge Ayala, quien después de lo ocurrido fue ascendido a Jefe Departamental de San Nicolás. El fiscal a cargo de la investigación es Darío Giagnorio, que espera el resultado de los peritajes en los patrulleros involucrados para tratar de establecer cómo ocurrieron los hechos.
Las familias de Ulises y Ezequiel son representadas legalmente por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM). El pasado 12 de junio, la CPM difundió un comunicado denunció que la policía efectuó una “maniobra intencional” que terminó con la vida de los dos jóvenes. Según el organismo de derechos humanos, Ulises y Ezequiel “murieron por el uso desmedido, arbitrario e ilegal de la fuerza policial”.
La CPM también recordó que en los últimos cuatro años, “las persecuciones y muertes estatales utilizando patrulleros ascendieron al menos a 27, convirtiéndose en un ejemplo más de la letalidad que despliega la Policía Bonaerense en los territorios. El caso más grave fue la masacre de Monte, pero hubo otros antes y después”.
Debido a la maniobra de uno de los patrulleros, que cruzó a la moto donde viajaban los jóvenes, “Ezequiel maniobra para evitar el choque, pero impacta sobre el costado izquierdo del patrullero –puntualizó la CPM-. Los dos jóvenes salieron despedidos y golpearon contra el asfalto: Ulises murió casi en el acto, tenía 25 años; Ezequiel, de 30, falleció el jueves pasado después de estar internado casi cuatro días en grave estado”.
Los representantes de la CPM mantuvieron reuniones en San Nicolás con el fiscal Giagnorio y el Secretario del Juzgado de Garantías N° 1, Román Parodi. En el encuentro, la CPM “remarcó la necesidad de inscribir el hecho como un caso de violencia estatal y uso letal de la fuerza”. “El homicidio de los dos jóvenes no fue un accidente. Fue un homicidio doloso calificado por ser ejecutado por funcionarios policiales”, indicó el organismo en el comunicado.
El domingo pasado, el portal El cohete a la luna reprodujo las palabras de un testigo del hecho, que relató que al salir de su casa observó “a un oficial apoyado en el capot del auto que se lamentaba. Vino otro policía y le dijo: ‘No te hagas problema por esto que lo arreglamos entre nosotros’”.
El vecino además contó que el patrullero estaba parado en las intersecciones de las calles Piaggio y Carbajo, “pero el accidente no fue ahí donde ellos dijeron, sino de la esquina 15 metros más atrás, donde estaban los plásticos del impacto”.
En un primer momento, los grandes medios de comunicación reforzaron la versión de que Ulises y Ezequiel “chocaron” contra el patrullero. El diario Clarín fue un paso más allá y publicó: “Ninguno llevaba el casco puesto e impactaron de frente contra un móvil policial”.
El lunes 8 de junio, los familiares de los dos jóvenes encabezaron el lunes 8 de junio una movilización a la Fiscalía General para demandar justicia. El próximo viernes se realizará otra movilización en Villa Constitución, donde había nacido y vivía Ezequiel.
*Por Leandro Albani para La tinta / Imagen de portada: Diario La Capital.