“No les interesa qué pasó con Santiago ni que no haya más Ramonas”
Mientras espera que la Corte Suprema designe a un juez para investigar cómo, cuándo y por qué murió su hermano Santiago, Sergio Maldonado exige justicia por Luis Espinoza y les responde a los operadores mediáticos que se burlan del dolor de su familia.
Por Revista Cítrica
Desapareció Luis Espinoza. Después de recibir un balazo de la policía de Tucumán. Su cuerpo apareció una semana más tarde en Catamarca. Pero el miércoles 20 de mayo, cuando entrevistamos a Sergio Maldonado, nada se sabía sobre el cuerpo de Luis: solo la sospecha de que los policías se lo habían llevado de la escena del crimen. Entonces, así como cuando desapareció Santiago, aparecieron Vanesa Orieta, hermana de Luciana Arruga, Rubén López, hermano de Julio López, o las madres y las Abuelas de Plaza de Mayo para exigir Justicia por Santiago, ahora a ellos y ellas se sumó Sergio Maldonado a exigir Justicia por Luis Espinoza.
“Es extraño porque nos agarra todo en pandemia. No podemos andar manifestándonos, ni acompañar distinta luchas como la desaparición forzada de Luis Espinoza en la provincia de Tucumán. Tratamos de estar en contacto a través de las redes, aunque sabemos que es insuficiente. Acá en Bariloche, hay más casos y estamos más aislados y la verdad que ver todo cerrado causa pánico en una ciudad en la que vivimos del turismo. Pero, dentro de todo, somos privilegiados: podemos abrir canillas y tener agua, en algunos barrios se tiene que morir alguien para que los escuchen”.
—Mencionaste a Luis Espinoza y las similitudes con el caso de Santiago. ¿Creés que lo de Luis también es una desaparición forzada?
—Puedo comentar que las primeras horas fueron muy similares. Hubo intervención de fuerzas de seguridad, represión, encubrimiento. En el caso de Luis sabemos que intervinieron policías y hubo disparos y el hermano de Luis, Juan Antonio fue reprimido. No se desorientó ni se golpeó la cabeza en algún lugar, tampoco se perdió en el monte: intervinieron las fuerzas de seguridad. Y también encubrieron. La Comisaría no hizo la denuncia a tiempo y se perdió tiempo más valioso. A mi me hace ruido que los rastrillajes los hagan las mismas fuerzas implicadas, porque entre las fuerzas se cubren, lo que digo es que en estos casos tendríamos que tener un grupo de expertos independientes. En lo de Santiago reprimió Gendarmería y policía federal borró pruebas, Prefectura hizo tres rastrillajes y el cuerpo apareció en el cuarto en un lugar donde ya se había rastrillado. Intervinieron ocho policías, es muy sospechoso. Tendría que estar a disposición la Secretaría de Derechos Humanos. Estuve en contacto con personas del comité de la familia. Cuando pasó lo de Santiago, al secretario Avruj le pidieron que se ponga a disposición de la familia y se puso a disposición del juez Otranto. Acá es una fuerza provincial, hay que contener a la familia.
—Hay una memoria social, un aprendizaje que hacen los familiares de estos hechos que viene desde las enseñanzas que nos han hecho las Madres y las Abuelas…
—Sobre todo cuando tenés un familiar desaparecido, empiezan especulaciones, los intereses, siempre aparecen videntes, personas que lo vieron en tal lado o sospechas. En el caso nuestro fue más claro que en otros, porque sabíamos lo que había pasado, que había participado la Gendarmería y era responsable. Por eso, que nos dijeran que lo habían visto en Entre Ríos, que se había ido a Usuhaia o que estaba en Europa era totalmente descreíble. En este lugar, un pueblo en Tucumán, donde los medios tardan en llegar y no hay señal de celular puede ser muy complejo. Te pueden manejar y llevar para distintos lugares. Los primeros días son fundamentales para evitar que todo se vaya dilatando. Ante la cuarentena la policía puede hacer lo que se le antoje. Sabemos que en la camioneta de la policía se encontraron manchas de sangre. Lo mismo nos pasó con Santiago. Con esas cosas hay que tener cuidado. También se hacen cosas para desviar, arrinconar y cortar posibilidades.
—No hay una familia que esté preparada para un caso de desaparición forzada, ¿En qué lugar te sentís parado hoy?
—No está Santiago, no hay justicia ni verdad que se pueda suplantar eso. Ni siquiera si algún día los involucrados van presos. Hay tristeza, es difícil que que uno no se emocione, es difícil de superar. Uno con en el tiempo se va acomodando. Antes hacía entrevistas y lloraba, hoy puedo tomar un mate, ponerme triste y al rato sonreír. Lo de Santiago nos partió al medio todo lo familiar, el futuro, las cosas simples, antes tal vez disfrutabas de una comida. Ahora te da lo mismo lo que comes, uno tiene otros valores, otra sensibilidad. Hace unos días me largue a llorar en una entrevista porque me preguntaron qué mensaje le podía dar a las Ramonas o los Santiago. ¿Y qué puedo decir?¿Qué hay que luchar? Sé que no funciona nada, que todo se dilata en el tiempo. No nos despertamos. A veces se tiene que morir gente como para que te des cuenta. ¿Qué hicimos?¿Qué podemos hacer? Y la verdad que no podés solucionarlo, hay algo que no se puede solucionar cuando está arriba nuestro. A veces dicen que no podes enfrentar al poder… bueno no te metas en un gobierno si no podes enfrentarlo, no me parece que empiecen a pelearse de a quién le corresponde la responsabilidad. Cuando ves a un Larreta con un paraguas mediático que nadie cuestiona nada te da mucha impotencia, y lo mismo me pasaría si pasara lo que pasó en la Villa 31 con una villa en la Matanza.
—Intentaste desde que te enteraste de la desaparición de Luis Espinoza a través de los medios de comunicación autogestionados y del inmenso trabajo de la periodista Mariana Romero, difundir lo sucedido pero no se viralizó como otros pedidos.
—Me molesta esto que pasa en Tucumán, me da vergüenza interna, yo subo algo de Santiago se comparte y se difunde, ayer (por el martes 19 de junio) puse lo de Luis y tuvo poca repercusión, tenemos que ser todos rubios de ojos claros para que nos presten atención, nos sensibilizamos ante diferentes casos. En el caso de Santiago tuvimos un acompañamiento enorme: la gente más genuina está con nosotros; otros casos quedan olvidados en una provincia, con lo de Santiago hubo otro acompañamiento. Podemos echarle la culpa a la pandemia pero en las redes sociales tendría que estar todo explotado sobre Luis. Ahora estamos al pedo en las redes y celulares, compartir no cuesta nada. El otro día veo que Subsecretaria de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Pamela Malewicz comparte en Twitter que fueron a visitar 18 hoteles en los que están haciendo la cuarentena. Y está bien, pero siento que van a algunos lugares sí, y otros no. ¿Dónde está ahí la parte humana? Voy a un lugar a sacarme una foto.
Sobre lo que decías de Tucumán, así como la desaparición de Luis es más difícil de viralizar, también para una familia como la de Luis puede ser aún más difícil acceder a la justicia?
La verdad que acá parece que si no tenés plata, la justicia no existe. Uno tiene que pagar el derecho a apelar. Nosotros tuvimos que hacer un depósito por lo de las escuchas ilegales que nos hicieron, después tantas veces si no apelábamos se nos caía la causa. Si no tenés plata no llegas a apelar, por eso las causas se quedan en el olvido. Con Andrea no tenemos hijos y pudimos encargarnos. Pero para las familias grandes que viven en un barrio donde se cruzan tal vez con el policía asesino de su hijo también hay miedo de que no les maten a otro hijo. Las fuerzas de seguridad también tienen dominio sobre las personas.
—En los últimos días operadores mediáticos, porque no los podemos considerar colegas, hablaban de Ramona como un nuevo caso Maldonado. Salieron a decir que con Ramona se iba a generar una mentira o una exageración para responsabilizar a Larreta como se hizo con Santiago Maldonado durante el gobierno de Macri. Nadie está preparado para que lo traten así, para que se burlen de la desaparición forzada y posterior muerte de un hermano, por eso te expresaste en redes sociales….
—Me lo permití, se me salió la cadena pero conciente. No lo había hecho nunca porque es parte del juego de ellos, quieren que se desvíe el tema. Fue la primera vez que salí a contestar, después de 33 meses ya estoy cansado. Lo mismo pasaba cuando buscábamos a Santiago. Gente que no sabía ni que existía Julio López o Luciano Arruga, pero te decían que quienes reclamábamos justicia por Santiago no habíamos pedido por Luciano o por Julio. Se embanderaban por pedidos de justicia que nunca habían hecho. “Piden por Santiago Maldonado y no por Julio López”, decían. Entonces salía su hermano Eduardo y decía: “Estamos acá, exigiendo Justicia por Santiago. Y ahí cambiaban y decían: “Piden por Santiago pero no por Luciano Arruga”. Entonces salía Vanesa, la hermana de Luciano y pedía Justicia por Santiago. Entonces ya iban por la Tragedia de Once o por Cromañón. Tiraban cosas para desviar. Ahora capaz que nos dicen que no pedimos por Luis… y estamos pidiendo Justicia por Luis apenas conocimos lo que había pasado. Quieren desviar. Eso hacía siempre la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich: redoblaba la apuesta, te tiraba otro tema. Son especialistas en echarle la culpa a otro y no focalizar en el tema. Cuando pasa esto, tenemos que volver al mismo carril y seguir en la misma línea, a ellos no les interesa que pasó con Santiago ni que no haya más Ramonas.
Siempre van a tener algo para dividir, responden a intereses, les va a ir mejor a ellos si tienen más Ramonas. Si no hubiesen Ramonas no les iría tan bien. Ellos responden a un pequeño sector de intereses de poder. No son buenos periodísticamente o no pueden tener un análisis que pueda formar opinión. Necesitan de otro lugar, no entiendo adónde va a llegar ese tipo de periodismo, es hora de voltear todo eso. No se puede enfrentar al poder. Clarín tiene poder, le queremos meter impuestos a los ricos y se subvenciona a los grandes medios que están digitando todo lo que hay que hacer. No hay más nada que perder, es el momento de dar vuelta, rompamos todo y hagamos todo de vuelta. La justicia arma causas, está todo desprestigiado, es el momento. Hay personas que son obsecuentes, que si pasa en un lado se toca y si pasa en el otro, no se toca.
—¿Te sentiste desencantado con algunos sectores que sentías aliados y se borraron?
—Yo me desencanto todos los días, hay un montón de cosas que están bien, y hay cosas simples que capaz que se falla. No estoy en contra de Larreta, quiero que le vaya bárbaro, que gobierne 200 años, pero que haga cosas interesantes, lo mismo a Fernández. Pero hay cosas simples que se podrían resolver. Hay una persona desparecida hace cinco días y no se acercó nadie. Hay cosas que no necesitas plata ni viajar, solo ponerse a disposición. Yo puedo solidarizarme, no tengo herramientas, no estoy en ningún organismo. Hay sectores que tendrían que ser más rápidos, no esperar que se mediaticen las cosas. Me da cosa que si no fuera por Santiago no me daría pelota nadie.
El 10 de diciembre fui al Congreso, fui a la plaza, celebré que se fue Macri pero no habilita a que apruebe lo que haga el gobierno. No estoy en contra ni a favor, simplemente mantengo una línea. No estoy involucrado partidariamente. Alberto dijo en el Congreso “cuando vean que me equivoco, salgan a la calle, háganmelo saber”. Entonces si algo me molesta lo digo, aunque tenga pocos me gusta. Cuando pongo algo en contra del Gobierno tengo pocos me gusta, pongo algo de macrismo y tengo un montón. Tengo que hacer las dos cosas, sería una falta de respeto a Santiago si mirara para otro lado.
—¿No sentiste apoyo o resplado del Gobierno?
—Hay acompañamiento, me apoyan. Pero no significa que cuando algo me moleste, no lo diga. Digo lo de Clarín porque me molesta que le hayan pagado el sueldo a sus trabajadores desde el Estado. No es en contra de los trabajadores pero esos grupos económicos no necesitan hacer uso de un subsidio, cuando pymes o minipymes sí necesitan de eso. Y ni hablar las cooperativas, es necesario que les den un total apoyo, se siguen manteniendo y no tienen apoyo de nada. Es algo que tiene que revisar el gobierno. Otras cosas me parecen bien, por ejemplo creo que controla bien el tema del coronavirus y Ginés es un excelente ministro de Salud y si fuese el gobierno de Macri estaríamos de fin de semana largo todo el tiempo.
—¿En qué estado está hoy la causa de Santiago? Porque hay instalada la idea de que la causa está cerrada y no es así….
—La causa no está cerrada. El 29 de noviembre de 2018 el juez Lleral cerró la causa en primera instancia, después apelamos, fuimos a casación, a la cámara de apelaciones, le daban causa al juez Gustavo Lleral y se la sacaban. Al final en diciembre de 2019 fuimos a Casación en Comodoro Py y dos jueces dijeron que había que seguir investigando y un juez dijo que había que investigar la desaparición forzada, entonces, por mayoría volvió a la cámara de apelaciones y ahí la mandaron a Lleral que ya la había devuelto. Se la dio al juez Sastre y a la jueza Parcio que también la devolvieron. Lo de Lleral es todo nulo para nosotros, él fue parcial, dijo que Santiago se había ahogado solo, desresponsabilizó a Gendarmería, no investigó absolutamente nada, entonces él solo se apartó y dijo que hasta que no resolviera la Corte Suprema no iba a hacer nada. Días antes de la cuarentena apelamos y llegamos a la Corte Suprema. Actualmente la causa no tiene juez ni fiscal, no se investiga. Eso debe resolver la Corte Suprema. En esto de acompañamiento. En enero la ministra de Seguridad Sabina Frederic dijo que se estaba haciendo una investigación y que Gendarmería hizo todo un operativo para que no se investigara la desaparición forzada. Se había empezado a retomar todo pero nos agarró la cuarentena. En el proceso judicial hubo seis jueces que coincidieron en que la autopsia no pudo determinar cuándo, dónde y cómo murió Santiago. Falta hacer peritaje de la ropa y que declaren muchos testigos. También peritar celulares. Según la temperatura del agua el cuerpo de Santiago no pudo estar sumergido más de 20 o 30 días pero para el juez Lleral estuvo más de 70. Santiago tenía uñas y pelo y no hay manera de que haya estado en el agua todo ese tiempo sin haber perdido pelo y uñas. Ahora la Corte Suprema debiera investigar desaparición forzada, eso no le convenía a Garavano, Bullrich ni Avruj porque ahí es donde están involucrados.
*Por Revista Cítrica / Imagen de portada: La tinta.