Las mineras vienen (y siguen) danzando – Parte 1
A través de la decisión administrativa 450/2020, la minería fue incluida como una de las actividades esenciales durante la cuarentena por su contribución al “desarrollo económico de Argentina”. Ante esto, la Unión de Asambleas Patagónicas lanzó un comunicado advirtiendo sobre el avance de proyectos mineros en exploración y explotación en este contexto viral. Conversamos con una de sus miembros, Nora, sobre los proyectos extractivos en la meseta patagónica.
Por Débora Cerutti para La tinta
I.
No se van a detener. Tienen todo el tiempo del mundo para esperar, me dijeron una vez en San Juan. En todas las comunidades que resisten la minería a cielo abierto, hay un convencimiento, que viene a mi memoria, con la voz y la mirada profunda del Claudio, compañero riojano, que me dice con su tonada cordillerana: esto se defiende de pie y con el cuerpo. ¿Qué pasa cuando no podemos poner el cuerpo por un decreto de aislamiento? ¿Qué pasa cuando ese decreto exceptúa las actividades extractivas del freno productivista en el marco una pandemia global?
A lo largo de estos años, son tres las claridades fundamentales. La primera: lo que está en emergencia es el agua. La segunda: gane quien gane, la minería a cielo abierto es política de Estado. La tercera: el estado de alerta y movilización ante el extractivismo late en cada comunidad en resistencia. Por más que las mineras no se detengan y que una política de aislamiento social nos obligue a permanecer encerrados mientras siguen dinamitando los cerros y contaminando el agua.
II.
Argentina.gob.ar es la plataforma desde la que miles de personas se inscribieron en el trámite a distancia que permitió obtener el bono de Anses, política social de emergencia en esta coyuntura para sobrevivir en medio de esta pandemia global que atraviesa nuestros cotidianos con filo de cuchillo.. Allí, si una hurga en las distintas pestañas, puede encontrar en la página el documento “Oportunidades para exploración en Argentina”. Con un tinte patriótico de celeste y blanco, la Subsecretaría de Desarrollo Minero, dependiente de la Dirección Nacional de Promoción Minera, nos ofrece un listado de proyectos en “zonas con alto potencial minero”. Son muchos. Insoportablemente demasiados.
El marco regulatorio que existe para los proyectos mineros desde los noventa no deja dudas del deseo de que esta actividad extractiva se lleve adelante. Las condiciones de lo que ellxs llaman “competitividad” se han fortalecido. Las últimas medidas fueron tomadas durante el macrismo: quita de derecho de exportación (en el 2018 se vuelven a cobrar), mercado cambiario único, apertura a las importaciones, libre flujo de divisas, devolución del IVA a la exportación de minerales.
El actual gobierno del Frente de todos, desde antes de asumir, ya había dado señales claras de promoción al sector minero: el 3 de octubre de 2019, Alberto Fernández participó del Encuentro Sectorial de la Industria Minera en San Juan. Acompañado de su equipo y del gobernador de la provincia, Sergio Uñac, dijo clarita su política: explotar y exportar: “Todavía hay muchos recursos mineros no explotados en Argentina, como son los casos de las provincias de San Juan, Catamarca, Santa Cruz, así como en muchas otras jurisdicciones que son reacias a esta industria. Vaca Muerta ofrece una gran oportunidad, de la misma manera con el litio, el oro, el cobre… son tantas las oportunidades que Argentina posee que tenemos un gran desafío por delante”.
III.
En Chubut, la cosa está fulera. Nora vive en Lago Puelo desde hace 25 años. Es docente jubilada y participa desde hace casi 20 años en la Asamblea Comarcal contra el Saqueo, que se conformó cuando apareció la posibilidad de explotar el cordón de Esquel en el 2003. Por aquel año y gracias a la lucha popular, se estableció el No a la Mina en un plebiscito vinculante donde el 80 por ciento de la comunidad rechazó la minería a cielo abierto y logró que se promulgue la ley 5001, que prohíbe la explotación con uso de cianuro. Pese a ello, los proyectos continúan avanzando.
Nora junto a sus vecinxs conformaron la Unión de Asamblea de Comunidades de Chubut (UAC Ch), mientras que, en Río Negro, provincia vecina, se conformó la Unión de Asambleas del Kurru Leufu. Desde el 2012, entendieron que había que regionalizar la lucha más allá de los límites provinciales y conformaron la Unión de Asambleas Patagónicas, donde participan pobladores de Chubut, Río Negro, Santa Cruz y Neuquén. Ya han realizado 21 encuentros y son parte de la Unión de Asambleas de Comunidades (UAC Ch), espacio de lucha socioambiental donde confluyen organizaciones y asambleas de distintos puntos del país desde el año 2006.
Al respecto, me dice Nora: “buscamos romper con las barreras administrativas que nos imponen. Empezar a pensar desde otros lugares, como habitantes de una misma cuenca, en nuestro caso, la cuenca del Puelo”. Y es que, desde hace casi dos décadas, emergieron en el escenario político las asambleas socioambientales, que se multiplicaron a lo largo de las cuencas hídricas de las provincias cordilleranas y se fueron trasladando de un lugar a otro, comprendiendo que somos parte de un mismo territorio: “El río Chubut le da vida a la provincia. Nace en Río Negro, en El Bolsón, a 30 km de Puelo, del otro lado del paralelo cerquita de mi casa. Va hacia el sur, baja y, luego, recorre de oeste a este la provincia y desemboca en una de las zonas de mayor densidad poblacional, Rawson. En su camino, atraviesa muchos pueblos. Es un río muy meandroso, tiene muchas vueltas. Pensar en un emprendimiento tan cercano a ese río nos hace pensar la contaminación de todas las aguas de abajo. Es lo que venimos alertando, por eso, la gente de la costa tampoco quiere la minería, porque lo que pase río arriba tendrá consecuencias en la costa”, afirma con voz calma y clara Nora.
IV.
Entre 2013 y 2014, la Unión de Asambleas Patagónicas (UAP) presentó por iniciativa popular (mecanismo previsto en la Constitución provincial) un proyecto de ley con el aval de más de 13 mil firmas, donde se pretendía modificar la ley 5001 para ir más allá de la prohibición del cianuro, abarcando varias sustancias que se utilizan en procesos químicos para extraer metales. También había, en el nuevo proyecto de ley, un artículo que prohibía la actividad nuclear y otro que prohibía el procesamiento de minería metalífera en la provincia. Nada de eso fue tenido en cuenta.
Entre 2018 y 2019, hubo un ajuste brutal en Chubut. Nora lo viene viviendo en primera persona, como docente jubilada que, en medio de la pandemia global, recién ha cobrado sus haberes de febrero. Ella habla de una crisis de diseño y relaciona esta situación de crisis social provincial de ahogo al sistema estatal, con una estrategia empresarial y gubernamental que permita allanar la entrada de la minería en la provincia patagónica.
La Unión de Asambleas Patagónicas (UAP) y miembros del Lof Comarca Chubut presentaron, el 4 de marzo de este año, una denuncia y una solicitud de medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con el fin de denunciar el avance del extractivismo en la provincia gobernada por Mariano Arcioni. El año pasado a fines de diciembre, Arcioni se reunió con Alberto Fernández y la Asociación Empresaria Argentina para evaluar la posibilidad de explotar oro y plata en la meseta chubutense.
V.
Si bien son varios los proyectos en prospección y exploración, hay dos que están buscando impulsar a como dé lugar: en primer lugar, el proyecto Navidad, que se sitúa entre Gan Gan y Gastre en la meseta central norte. La corporación, que pretende explotar oro, plata y plomo, se llama Pan American Sylver, con una multiplicidad de denuncias de violaciones a los derechos de las comunidades en México, Perú, Bolivia.
La empresa ya está presente en territorio chubutense, intentando comprar voluntades mediante lo que llaman Responsabilidad Social Empresarial: donde el Estado está ausente, pone una radio, gestiona internet para el pueblo, brindando combustible a comunidades, se hace presente en las ferias escolares como esponsor regalando pendrives, útiles y tecnología digital.
El segundo proyecto con mayor fuerza en la provincia fue promocionado por Mauricio Macri y, hoy, es bandera de “desarrollo” en la provincia liderada por el Frente de todos: se trata de Cerro Solo, situado al sur de la meseta patagónica, cerca la localidad Paso de Indios, a poco kilómetros del río Chubut. Allí, pretenden llevar adelante la explotación de uranio, proyecto que es 10 veces mayor que el de Mina los Adobes, emprendimiento que fue explotado en los setenta por la CNEA y aún hoy sin remediar.
En la provincia de Río Negro y a 100 km del proyecto Navidad, aproximadamente, se encuentra Calcatreu, yacimiento de oro y plata que compró la Patagonia Gold. Lo que pase de un lado y del otro van de la mano, advierte Nora. En Río Negro, si bien todavía no se iniciaron tareas de explotación a gran escala, el mapa ya está cartografiado en clave extractivista. Además, la ley 3981, que prohibía la minería con uso de cianuro, fue derogada en el 2011 por el gobernador recién electo de ese entonces, Carlos Soria.
VI.
En un artículo recientemente publicado, denominado “Reflexiones para un mundo post-coronavirus”, Maristella Svampa afirmó que la presencia de este imaginario extractivista/desarrollista poco contribuye a pensar las vías de una «transición justa» o a emprender un debate nacional en clave global del gran pacto ecosocial y económico: “Antes bien, lo distorsiona y lo vuelve decididamente peligroso, en el contexto de crisis climática”.
Los gobiernos tocan la pieza musical que atrae al baile a las mineras. Ellas se mueven, se reúnen con empresarios del sector y representantes estatales que las miran sonriente y deseando que lleguen, o diciéndoles que no habrá cuarentena que las frene. Mientras, asambleas y organizaciones vuelven a decir desde este estado de aislamiento: el agua vale más que el oro y, cuando pase esta cuarantena, seguiremos poniendo el cuerpo y bailando nuestra resistencia de pie.
► Leé la segunda parte, sobre la situación extractivista en La Rioja, San Juan y Catamarca.
► Leé la tercera parte, sobre la situación extractivista en la puna jujeña.
*Por Débora Cerutti para La tinta.