Otras narrativas sexuales y eróticas para la cuarentena

Otras narrativas sexuales y eróticas para la cuarentena
1 abril, 2020 por Redacción La tinta

En medio de tanta información, reflexiones e hiperproductividad para sobrellevar el aislamiento, están nuestros cuerpos. ¿Y qué tal si dejamos correr el deseo y el goce a través de las pantallas? Compartimos aquí algunos sitios y propuestas que son una invitación a explorarnos y animarnos a otras eróticas.

Por Redacción La tinta

Con o sin pareja, con algún chongue, buscando algún vínculo por una app para conocer gente, escribiéndole a une ex, múltiples posibilidades en las que estamos pasando esta cuarentena. Contra todo pronóstico, cuando el afuera nos deja sin palabras y nos obliga a quedarnos adentro, buscar diversas formas y tiempo para desatar el deseo, el goce y el placer, suena a buena opción. La pornografía, las aplicaciones de citas, el sexting y las relaciones virtuales están a un solo click de distancia en esta cuarentena.

Por estos días, circula la noticia de que PornHub, el sitio más grande y cuestionado de pornografía, ha liberado su página para todo el mundo, con la consigna “ayudar a aplanar la curva”. El consumo de este sitio se ha incrementado de manera notoria. Según este portal, Argentina, en el año 2019, estaba entre los 20 países que más consume pornografía. El 71% son varones. Este, como muchos otros sitios, pertenecen a la industria pornográfica mainstream, es decir, la más conocida y tradicional, con la que muchas personas han sido socializadas en las prácticas sexuales. Para algunas generaciones, el porno fue su educación sexual. La pregunta no sería tanto si está bien o mal consumir porno, sino ¿qué comunica ese porno tradicional? Si nos despojamos del tabú, de la culpa por mirar porno, diremos que ese tipo de porno que conocemos no nos gusta.

¿Cuáles cuerpos aparecen? ¿Qué formas toma el sexo y el placer? ¿Qué libretos se ponen en escena? ¿Qué identidades y cuáles prácticas se normalizan? ¿Qué deseo aparece representado? ¿Cómo son los orgasmos? La narrativa del porno tradicional representa las fantasías del varón cisheterosexual, en un acto reglado y mecánico, que normaliza violencias y agresiones sobre los cuerpos femeninos, e instala así valores de dominación. El contenido es sexista y también racista; basta con ver las clasificaciones estipuladas para los consumos.

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(Imagen: Hermann Görnemeier)

Reproduce estándares de belleza, cuerpos flacos, musculosos, blancos. Los cuerpos que no encajan con esa norma son exotizados, ridiculizados. Las prácticas falocéntricas centradas en el placer masculino, las posiciones, los tipos de orgasmos, las tomas que se hacen del coito. Lo que se transmite no es real, pero tiene un impacto muy poderoso sobre las expectativas y el modo en que se construyen las vidas sexuales. En muchos casos, esto trae frustraciones, incomodidad y ningún placer.

En la era digital, cualquiera que tenga un celular con datos accede a material pornográfico, desde niñes, están en contacto con este contenido. Sin embargo, hablamos poco o nada del tema entre amigues, en los medios o, incluso, en la escuela. Si la pornografía tradicional no representa la realidad, pero construye ideas patriarcales, heterormativas y coloniales de cómo vivir las practicas sexuales, ¿no será necesario erotizar otras narrativas? ¿Te preguntaste alguna vez qué te erotiza?

Si te interesa seguir problematizando en relación a esto que venimos diciendo, te dejamos dos propuestas audiovisuales:

 TEDx Erika Lust

Capitulo 1 Hot Girls Wanted: Turned On

Porno Feminista o Post Porno

Hay quienes dicen que el porno feminista es aburrido, que es sólo para mujeres, que actúan feministas feas y peludas, o que es un porno anti varón, para lesbianas, o una versión light del sexo, rosa y romántico. Contra los mitos que lo idealizan o lo rechazan; quizá sea necesario entender que lo que nos erotiza es un relato construido y sostenido culturalmente. Sucede que, cuando otras narrativas irrumpen, necesitamos transitarlas, darnos lugar para mover algunas fronteras que nos hemos dado en la vida sexual y correr los límites del deseo para dejarnos erotizar con otras experiencias.

En la década de los 80, algunas mujeres tomaron el asunto y se reapropiaron de muchas de las herramientas del relato porno tradicional, para subvertirlo y resignificarlo. Por ese entonces, comenzaron con el reclamo de sus derechos laborales, el respeto en los set de filmación, un mejor pago y el pedido de otros protagonismos. Así, se fue abriendo paso el porno feminista o post porno, que hoy se encuentra mucho mas consolidado. Es cine conceptualizado, dirigido y producido por mujeres e identidades de la disidencia sexual, que altera el orden de los roles, los cuerpos e identidades estipuladas en la sociedad patriarcal, heteronormativa y colonial. Ofrece contenidos que incluyen lo erótico desde una perspectiva de género y asume una narración política; porque todo sexo es político.


Las mujeres e identidades feminizadas, trans, no binarias aparecen como sujetos sexuales, vinculadas en relaciones sexuales y no en meros actos físicos. Hay una democratización de los roles, protagonismos y placeres. Y se representan diversas prácticas posibles y en diferentes etapa de la vida, no solo en la juventud. Quienes trabajan, actrices, actores, performer, lo hacen en condiciones de seguridad, comodidad y consentimiento en las propuestas.


No hay consenso dentro de los feminismos sobre la producción y consumo de porno, y no tiene por qué haberlo así como no a todo el mundo tiene que gustarle y consumirlo. Pero, para quienes sí lo disfrutan, les compartimos algunas sugerencias. Son pocos los sitios totalmente gratuitos, la mayoría tiene acceso limitado y, aquí, se evidencia lo marginal que son estas propuestas en una industria que es millonaria.

Muches productores y performers han expresado lo difícil que se les hace lanzar sus materiales en una industria que está monopolizada. Se vuelve restrictivo consumir estos otros relatos, que además son censurados cuando los suben a las redes. Algunos sitios han liberado material por la cuarentena. La mayoría de las propuestas están en inglés. Es un comienzo de algo que empieza a moverse mucho más. Que lo disfruten.

Erika Lust Cinema una de las primeras y más conocida cineasta feminista de pornografía. Su proyecto más conocido se llama “XConfessions” y está basado en fantasías que la gente escribía a la directora, y que ella convirtió en películas.

Four Chambers es un proyecto liderado por Vex Ashley, es una propuesta alternativa de arte erótico, algunos de los contenidos son gratuitos. Es un porno inclusivo, feminista.

Yla Ronson actriz, productora y pornógrafa española. Creó, en 2015, el Festival Domingas Prrrn en Buenos Aires. Su propuesta posporno combina una estética punk y surreal, con sensualidad desde una mirada feminista.

Sex School aquí se encuentran tutoriales educativos que abordan temas como bdsm, squirting, entre muchos otros y también videos con diversas prácticas.

Pink & White Productions a cargo de la cineasta queer Shine Louise Houston, aloja materiales diversos, como la serie Crash Pad que conceptualiza sexualidades queer, trans masculinos, mujeres trans, lesbianas.

Aorta Films presenta una propuesta performática queer con lenguajes lujuriosos y experimentales, han liberado algunas de sus producciones para la cuarentena.

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*Por Redacción La tinta.

Palabras claves: feminismo, pornografía

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