Esbozo de una crítica a las Epistemologías del Sur (Parte II)

Esbozo de una crítica a las Epistemologías del Sur (Parte II)
9 diciembre, 2019 por Redacción La tinta

Por Oscar Soto para La tinta

El necesario aporte de una ES no debería asumirse como la bisagra de los posibles diálogos sociales y políticos. Tal vez, el lugar geopolítico, finalmente, aproxima claves de lectura respecto de las dinámicas aquí abordadas; decimos esto en días dolorosos en los que, mientras transcurre un Golpe de Estado racista y clasista en Bolivia, algunos espacios del pensamiento crítico asumen la lectura abstracta de las luchas puras e impostadas, desde el recurso de la “critica” al imperfecto mundo de la riña política realmente existente.

En la primera parte, nos propusimos un modesto análisis en relación a las contribuciones y dificultades que presenta la propuesta de las Epistemologías del Sur, intentando ensanchar las miradas desde las luchas sociales de Nuestra América. Aportamos aquí algunos elementos de lectura crítica en la línea iniciada.

Problemas sociales y cognitivos

Habíamos comenzado por dar una reseña sucinta del aporte conceptual que las Epistemologías del Sur (ES) representan en tanto novedad teórica, sobre todo, en lo que entendemos un elemento relevante para el debate epistemológico contemporáneo de las ciencias sociales: la necesidad de una descolonización epistemológica de las mismas y el requerimiento de una epistemología situada desde un Sur Global no imperial, anticolonial, antipatriarcal y anticapitalista. Este horizonte teórico-práctico ambicioso que, en el caso de Boaventura de Sousa Santos, abriga distintas modalidades ecológicas (ecología del saber, ecologías de las temporalidades, ecología del reconocimiento, ecología de la trans-escala y ecología de las productividades¹), presenta una posibilidad de alteración del estado de ocultamiento y no-existencia al que son confinadas las experiencias de resistencia en el Sur Global, desde un pensamiento alternativo. 

Como una ecología de saberes, el pensamiento posabismal se presupone sobre la idea de una diversidad epistemológica del mundo, el reconocimiento de la existencia de una pluralidad de conocimientos más allá del conocimiento científico. Esto implica renunciar a cualquier epistemología general… la ecología de saberes es, básicamente, una contraepistemología².

Sin embargo, la cuestión vincular entre la problemática social y la cognitiva, en la propuesta de Santos, es caracterizada como una situación de suma fragilidad, atomización de lo real e imposibilidad de sentidos para la transformación social³, siendo esto -en todo caso- un aliciente medular para la búsqueda de salidas al estancamiento intelectual y moral actual. Ese diagnostico redunda indefectiblemente en la necesidad de un diálogo de saberes que sea asequible. En particular, las ES propondrán el trabajo de traducción intercultural como una vía posible para repensar el conocimiento y la emancipación social frente a la narrativa epistémica de la modernidad occidental, fundamentalmente, delante de la pérdida explicativa de las teorías unitarias y generales que otrora pretendían explicarlo “todo” (es válido el interrogante respecto de si la propuesta del portugués no se inclina por un camino semejante, aunque no es nuestro tema de análisis).

Traducir los saberes

De cualquier manera, en varios lugares, Santos sugiere anteponer a la monocultura y a la homogeneidad de las totalizaciones teóricas de la modernidad, la posibilidad de crear inteligibilidades cognitivas entre las experiencias del mundo, disponibles y posibles, tanto dentro como fuera de la relación de subalternidad.

Qual é a alternativa a uma teoria geral? Em minha opinião, a alternativa a uma teoria geral é o trabalho da tradução. A tradução é o procedimento que permite criar inteligibilidade recíproca entre as experiências do mundo, tanto as disponíveis como as possíveis, tal como são reveladas pela sociologia das ausências e pela sociologia das emergências, sem pôr em perigo a sua identidade e autonomia, sem, por outras palavras, reduzi-las a entidades homogéneas.⁵ 

Ahora bien, esa traducción de saberes, que asume una hermenéutica diatópica en Santos⁶, busca encontrar posibles interpretaciones entre dos o más culturas a la manera de generar agregación y articulación en los diferentes movimientos y prácticas contrahegemónicas del Sur, dado que no existe un actor privilegiado en la constelación de organizaciones y movimientos antiglobalización⁷. No obstante ello, en la potencialidad de dicha propuesta, que deja entrever una ilación de lo típicamente científico y el sentido de lo común (saber popular y saber académico), no hay del todo una explicitación de los reaseguros que permitan conservar las “virtudes” de la conceptualización y la significación de la ciencia social en el traspaso del lenguaje técnico al cotidiano, o en el empleo de mediaciones entre los distintos tipos de saberes y viceversa.

Arribamos entonces a un punto neurálgico del análisis que, en gran medida, orilla el asunto del debate epistemológico propuesto desde las resistencias y luchas sociales del Sur Global. Esto es: ¿Cuánta potencialidad hay en la instancia práctica de la propuesta santiana de ecología de saberes y traducción intercultural, habida cuenta de los requerimientos mínimos de una epistemología en la que el diálogo resulta elemento condicionante de las posibilidades futuras? O, en todo caso, tal como lo plantea Roberto Follari:

Es difícil asumir lo que esta ecología propone: “promover la interdependencia entre los saberes científicos producidos por la modernidad occidental y otros saberes no científicos”, sin que aparezca el problema de los diferentes criterios de legitimidad que cada uno de esos saberes supone. Es notorio que cada repertorio de saberes implica supuestos no explícitos sobre su valoración, que es diferente de otros repertorios existentes. La “puesta en común”, más que mentar una solución a la mutua exclusión, propone nuevos problemas, tanto de comunicación como de mutua valoración⁸. 

Follari repone en el debate la categorización de Tomas Kuhn (1980) respecto de la inconmensurabilidad, en tanto no hay traducción o producción de sentidos replicable en idiomas distintos de manera plena, ya que, en toda traducción, siempre se da la existencia de “un resto”. En términos generales, el resaltado del profesor argentino respecto del planteo de su par portugués radica en que, aún en los intersticios de la comunicabilidad posibles⁹, la ecología de saberes presupone diálogos inter-culturales “cuyos estatutos implícitos de legitimidad son rotundamente diferenciados y alejados entre sí. Por ello, la condición de inconmensurabilidad se acerca a las características más extremas que proponía inicialmente Kuhn…”¹⁰ 

Con todo, la prepotencia de lo epistemológico atravesado por ciertos parámetros mínimos de validación y legitimación de conocimiento en ciencias sociales parece no perder vigencia. El problema está en que esa rigurosidad obtura la radicalidad (necesaria) de las teorías críticas de la periferia ante el monolítico conocimiento científico moderno, occidental, capitalista y patriarcal, cuya colonialidad repetimos a menudo. Entendemos que la crítica que esgrime Follari representa la vigencia de un planteo que nos rodea a los latinoamericanos –aun cuando el recurso nos tope frente a reflexiones venidas de múltiples puntos cardinales-; de cualquier manera, el grado de articulación posible entre las tramas del conocimiento letrado y la episteme que surge de las luchas sociopolíticas tiene en Nuestra América las características propias de un diálogo obstinado y persistente, nada novedoso a decir verdad. De ello da cuenta nuestra educación popular, teologías liberadoras, comunicación popular, formas de participación-acción, etc.

Consideramos que el intento legítimo de articulación de lo científico con lo popular es un problema, no en los términos de la validez de la ciencia, aspecto fuertemente resaltado en Kuhn; en todo caso, la dificultad radica en cierto inmanentismo y empeño de ajustar la lucha social a un rango de cientificidad que la propia lucha de los movimientos tiende a rechazar. Dicho de otra forma: el necesario aporte de una ES no debería asumirse como la bisagra de los posibles diálogos sociales y políticos. Tal vez, el lugar geopolítico, finalmente, aproxima claves de lectura respecto de las dinámicas aquí abordadas; decimos esto en días dolorosos en los que, mientras transcurre un Golpe de Estado racista y clasista en Bolivia, algunos espacios del pensamiento crítico asumen la lectura abstracta de las luchas puras e impostadas, desde el recurso de la “crítica” al imperfecto mundo de la riña política realmente existente.

Creemos que buena parte de los esfuerzos teóricos y políticos deben contener aquella nota geográfico-epistémica anclada en nuestro sur político, social, cultural y de clase. Tal como lo planteara Esteban Krotz: 

La antropología y las ciencias sociales y humanas, en general, no puede tener otro objetivo que […] confluir y enredarnos con todos aquellos que, desde las movilizaciones sociales y las organizaciones políticas, las instituciones universitarias y las diversas formas de producción de conocimiento, trabajan cotidianamente para desestabilizar las certezas de lo inevitable, del cinismo paralizante, en aras de ampliar las fronteras de lo pensable, de lo decible, de lo que es dado hacer y transformar…¹¹

Potenciar las propuestas

Estos señalamientos resultan relevantes en tanto potencian el convite teórico en cuestión, a partir del marco que se da a las posibles limitaciones inherentes a una iniciativa necesaria en la actualidad. Kuhn resaltaba que la superioridad de una teoría sobre otra no se demuestra por vía de un debate y criticaba, a su vez, la idea de concebir su aporte teórico como una cierta y unívoca subjetividad¹² que justifica las opciones teóricas. De alguna manera, en el tratamiento epistemológico del norteamericano, se resalta que no hay algoritmos neutrales que definan teorías¹³, aspecto este que se refuerza en las ES; sin embargo, las percepciones diferentes acerca de una realidad, si bien distan entre sí en la recreación de los fenómenos, requieren valerse de un mismo vocabulario para concretar la comunicación¹⁴ valerse de las palabras, aunque se les trate de una manera distinta. 

La salida a las “inconmensurabilidades” remite a la necesidad de reconocimiento por parte de los actores y los productores de sentido y de conocimiento como miembros de diferentes comunidades lingüísticas. Por ello es que, en la teoría de Kuhn, reivindicaba la posibilidad de superar todo aquello que obstaculice la ejecución de diálogos entre teorías, permitiendo así la posibilidad de uso de un vocabulario compartido en alguna instancia diaria. La eventualidad de descubrimiento del mundo otro abre espacios para una traducción posible¹⁵.

Algunas conclusiones abiertas

La necesidad de fortalecer diálogos teórico-políticos, como bien puede reflejarlo el cruce de perspectivas aquí rápidamente expuestas¹⁶, evidencia el estado actual de las ciencias sociales y sus retos más cercanos. Las ciencias sociales emancipatorias y el pensamiento crítico que florece desde los márgenes sociales requieren de una reinvención de los diálogos y el cultivo de saberes diversos, el avance del pensar-nos-a-nosotros-mismos, como criterio no excluyente, atado a la suerte de las luchas políticas vigentes en los territorios que resisten al capital. Dicho de otra manera, en las tensiones políticas del presente, podemos prefigurar un futuro más virtuoso entre academia y lucha social.

Consideramos que la propuesta de una o muchas epistemologías situadas al Sur resultan, en gran medida, de mucha utilidad para pensar ciertos actores sociales que construyen saberes y conocimiento durante la lucha social en América Latina. De alguna manera, la exclusión social y la violencia lenta son la parte invisibilizada de los dos universos que menciona Boaventura de Sousa Santos. El paradigma moderno/occidental es un productor sistemático de ausencias y un hacedor de la, cada vez más pequeña, historia de los oprimidos. Sin embargo, a la luz de un nexo colonial/racista -casi imperceptible-, la manera a través de la cual se puede percibir la fuerza de la opresión, su actualidad y su exclusión abismal, es fundamentalmente la concepción que asumimos de nuestros cuerpos; no de manera extractivista y des-comprometida, sino, más bien, a partir de una vocación por la modificación de las injusticias desde nuestro vinculo orgánico con los movimientos populares latinoamericanos. 

Desde las ciencias sociales, podemos abrir puentes de diálogo, pero antes debemos comprometernos en la lucha política que atraviesa a toda Nuestra América.

*Por Oscar Soto para La tinta.
**Politólogo y docente Facultad de Ciencias Políticas y Sociales – UNCuyo- Mendoza, Argentina

NOTAS

¹ Para una profundización ver Santos, Boaventura de Sousa. (2006a) Renovar la teoría crítica y reinventar la emancipación social (encuentros en Buenos Aires). CLACSO: Buenos Aires.
² 
Santos, Boaventura de Sousa (2010) Descolonizar el saber, reinventar el poder. Ediciones Trilce: Montevideo, Uruguay. p50-51.
³ Santos, Boaventura de Sousa. (2006b) Conocer desde el Sur Univ. de San Marcos, Lima. P. 90.
⁴ Santos, Boaventura de Sousa. (2006b) Conocer desde el Sur Univ. de San Marcos, Lima. P. 91.
⁵ Santos, Boaventura de Sousa (2004) O futuro do Fórum Social Mundial: o trabalho da tradução. OSAL Nº 15  Los desafíos de América Latina y las elecciones en EEUU. Los foros sociales. Balances y documentos. CLACSO, Buenos Aires. p.78-79 http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/osal/20110308110958/osal15.pdf.
⁶ 
Santos, Boaventura de Sousa. (2006b) Conocer desde el Sur Univ. de San Marcos, Lima.
⁷ La reflexión de Santos esta inseparablemente asociada a la experiencia sociopolítica del Foro Social Mundial, de allí que muchas de sus nociones remitan a la traducción intercultural y a la ecología de saberes entre los movimientos sociales.
⁸ Follari, R. (2018) Boaventura de Sousa Santos: reducción de la dispersión al orden en la ecología de saberes Rev. Entretextos, Univ. de la Guajira (Colombia) p. 11-12
⁹ 
Lo que en su momento en Kuhn eran dos discursos inconmensurables, como bien plantea Follari, resulta luego ser reformulado por el mismo Kuhn dando crédito a la posibilidad de comunicaciones parciales entre diferentes teorías (Kuhn, 1989).
¹⁰ Follari, R. (2018) Boaventura de Sousa Santos: reducción de la dispersión al orden en la ecología de saberes Rev. Entretextos, Univ. de la Guajira (Colombia) p. 11.
¹¹ Krotz, E. (2015) Desafíos ante una sociedad en proceso de transformación: el reto de las antropologías del sur latinoamericanas. En Revista Cultura 116. El Salvador p. 62.
¹² Responsabilidad mística, en palabras de Kuhn (1989, p.303).
¹³ Kuhn, Thomas.(1989): “Conmensurabilidad, comparabilidad y comunicabilidad”, en Kuhn, T.: ¿Qué son las revoluciones científicas? y otros ensayos, Barcelona, Paidós/ICE/UAB, pp.95-135.
¹⁴ Kuhn, Thomas. (1980): La estructura de las revoluciones científicas, México, F.C.E. p 305.
¹⁵ Kuhn se refería a descubrir lo que el otro ve y dice cuando se le presenta un estímulo de respuesta distinta (Kuhn, 1980: 308). Pese a que se presenta la traducción como un proceso amenazante, argumenta que hay instancias de aplicación de argumentos que avanzan sobre las resistencias a las posibilidades de traducir las experiencias y teorías; en cierta medida, traducir una teoría o una visión del mundo al propio lenguaje no implica hacerla propia (p.310). Una nota aparte merece la metáfora repudiable de Kuhn en alusión al sujeto indígena si tenemos en cuenta cierta impronta, casi inevitable, de colonialidad que se desliza como la “ausencia de constelaciones de conjuntos mentales que por medio de la educación adquirirán los futuros miembros de la comunidad” (p311).
¹⁶
 La intencionalidad de tomar dos autores no latinoamericanos para abordar nuestra realidad del Sur no es azarosa, en todo caso resalta la constancia de las miradas exógenas con mayor permeabilidad como forma de silenciamiento aun en los debates más críticos y emancipatorios, cuestión que los movimientos desbordan a diario.

Palabras claves: epistemología

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