Otro perdón para Lewis
Alberto Weretilneck envió a la Legislatura uno de los últimos proyectos de su gestión, con el que busca salvar de las sanciones por incumplimientos a la empresa Patagonia Energía -una subsidiaria de Hidden Lake- propiedad del empresario Joseph Lewis, a quien la provincia le concesionó la explotación del río Escondido para la producción hidroeléctrica.
Por En estos días
Sabido es que el empresario inglés tiene una estrecha amistad con Mauricio Macri, quien luego lo acercó al gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck. Juntos garantizaron que la provincia no avanzara con la apertura del camino de acceso al lago Escondido -pese al fallo judicial que lo ordena-, y el generoso negocio de la producción energética, dolarizado e impulsado por Macri, del cual se benefició Lewis.
La central hidroeléctrica construida por el magnate inglés en su propiedad al norte de El Bolsón está incluida en el programa nacional de Energías Renovables (RenoVar 1) para el aporte al Sistema Argentino de Interconexión de Electricidad (SADI), e incluye beneficios fiscales y garantías de riesgo sobre el capital invertido para empresas nacionales y extranjeras.
Bajo esta condición, Río Escondido entró en régimen en 2017 con un precio diferenciado para la energía que provee -y que el Estado argentino le compra-: recibe más de 120 dólares por MWh, mientras que el MWh de otro tipo de producción eléctrica cotiza en unos 40 dólares.
La ley provincial 4615 de 2010 que le otorgó la concesión a Lewis por 30 años, fijó también las obras con carácter de “utilidad pública” que Patagonia Energía debía realizar a cambio de la explotación del río. Dichas obras debían estar concluidas en un plazo máximo de 5 años; sin embargo el tiempo transcurrió sin que la empresa cumpliera con el compromiso.
El plazo venció en 2016 y dio origen incluso a una denuncia penal por incumplimiento de los deberes de funcionario público contra, entre otros, el ministro de Obras y Servicios Públicos de la provincia, Carlos Valeri. La situación debió haber provocado la caída de la concesión, de acuerdo a los términos de la misma Ley. Algo que no ocurrió, y que ahora la reforma que impulsa el gobernador soslaya.
El proyecto de Ley 0524/19, que Weretilneck, impulsa como colofón de su gobierno, modifica los términos de la Ley Q N° 4615, y el Decreto N° 1026/17 en relación al funcionamiento de la Central Hidroeléctrica Río Escondido, introduciendo cambios en las obras y el plazo a cumplir para el transporte y suministro de la energía producida, pactadas originalmente en el contrato de concesión.
Patagonia Energía debía instalar una línea de alta tensión para el abastecimiento eléctrico a El Bolsón, el cual dependía además de la construcción de una estación elevadora propia de la Central (ya en funciones) y una Estación Transformadora de rebaje de 132 a 33 y 13,23 KV, en Los Repollos. Esta obra no se concretó. En cambio la empresa realizó un tendido soterrado de media tensión que va directamente al nodo de distribución de la localidad del paralelo.
El nuevo proyecto, que probablemente resultará aprobado en la sesión legislativa prevista para el lunes 25 de noviembre, advierte en sus fundamentos que “luego de la sanción de la precitada norma (Ley Q N° 4615) y durante la etapa de definición del proyecto de la obra se produjeron cambios significativos en el escenario fáctico y jurídico, tanto en la zona de la Comarca Andina por actividad de la Provincia, como del emprendimiento en sí”. Argumento con el que pretende saltearse el severo incumplimiento en el que incurrió la concesionaria.
A lo que se refiere concretamente el párrafo citado es a que en los años transcurridos durante los cuales Patagonia Energía debió -y no lo hizo- haber concluido con las obras comprometidas, estas se tornaron de algún modo abstractas.
En 2014 El Bolsón comenzó a recibir abastecimiento eléctrico a través del SADI, a partir de la puesta en funcionamiento de una línea de 33 KV que une a la ciudad con la Subestación Las Golondrinas, al norte de Chubut.
El avance -aunque al cabo resultó insuficiente debido a lo vetusto de las instalaciones existentes- dice ahora el gobierno provincial, “obligó a repensar los alcances del proyecto original”.
“En conclusión”, dice el texto, “el proyecto original de la central hidroeléctrica de paso del río Escondido fue pensado y autorizado en base a la falta de interconexión de El Bolsón con el SADI, la estimación de un caudal para definir la potencia instalada de la Central y la ausencia de regulaciones imperativas para el abastecimiento mediante energías renovables. Todo ello ha variado en los últimos años, haciendo que el proyecto concebido originalmente deviniera obsoleto”.
En otras palabras, no hay señalamiento alguno por los incumplimientos de Patagonia Energía, y en cambio el proyecto de Ley plantea nuevas obras que deberá asumir la empresa, esta vez en un renovado plazo de dos años, a contar desde el momento en que la provincia presente los proyectos Ejecutivos a la concesionaria.
La propuesta que ahora impulsa el gobierno pasa por mejorar la interconexión a El Bolsón desde el sur, con una nueva línea de media tensión desde la estación transformadora Coihue, en Chubut, pasando por El Hoyo, hasta la ET Las Golondrinas, proyecto que deberá contar indefectiblemente con la anuencia de la provincia vecina.
La necesidad que tiene El Bolsón de contar con un abastecimiento energético confiable, es un hecho. La localidad continúa dependiendo de la generación propia con equipos a gas que complementan una demanda promedio de 10MW, en parte cubierta con la provisión que llega desde Chubut (3MW) y en parte con la generación de Patagonia Energía en río Escondido (no llega a 4MW).
Como fuera, la situación de carencia energética descrita, no debiera funcionar como excusa para permitirle a Lewis esquivar la falta de inversiones previstas en la concesión, y facilitarle a la vez una suerte de segunda chance para cumplir con la Ley, anunciando una obra cuyo costo aún no se conoce, y cuyo cumplimiento es por lo menos remoto.
En el proyecto que tomó estado parlamentario este martes, solo se advierte que “la mora en la entrega definitiva de cada una de las obras que se indique podrá ser sancionada por la autoridad de aplicación provincial con una multa diaria al concesionario de hasta 1.000 dólares”.
En ninguno de los párrafos de la nota 31/2019, que acompaña el ingreso del proyecto a la Legislatura se alude a la disposición de bienes naturales públicos -en este caso el agua- para la explotación comercial en manos de empresas que, a consecuencia de los montos a invertir para este tipo de proyectos son, en general, extranjeras. Un contexto histórico producido y reproducido una y otra vez en toda la Patagonia.
La actitud del gobernador, siempre a favor del capital privado, no es novedad (basta revisar sus expresiones en apoyo a la empresa CAPSA para que se le renueve la concesión en el cerro Catedral). Ni es este el único beneficio con el que dispensa al empresario amigo de Macri: en 2018 Weretilneck envió a la Legislatura provincial un proyecto -convertido en Ley por la mayoría parlamentaria con la que cuenta el oficialismo- que estableció una exención en el pago de Ingresos Brutos y Sellos por 20 años a la firma Patagonia Energía, administradora del emprendimiento propiedad de Lewis.
En total, con el proyecto de Ley 0524/19, en las postrimerías de sus ocho años de gobierno, Weretilneck se despide consumando una suerte preclusión de facto en la relación entre el Estado y los grandes capitales privados, en el estrecho margen en el que aún se juega la democracia.
*Por En estos días