Escuela Morzone: 15 años de espera para los derechos de niñxs y jóvenes con discapacidad
Desde hace más de una década, la escuela de enseñanza especial Luis Morzone, en Unquillo, funciona en un espacio provisorio y sin las condiciones necesarias, ante la promesa incumplida de un nuevo edificio. Más de 70 chicxs con discapacidad que asisten cada día a la institución esperan que el Estado garantice sus derechos, mientras madres, padres y personal reclaman a todos los gobiernos la finalización de la obra.
Por Redacción La tinta
Más de 70 niñxs y jóvenes con discapacidad que asisten cada día a la escuela de enseñanza especial Luis Morzone, en Unquillo, esperan que el Estado garantice sus derechos. La institución lleva 15 años funcionando en un espacio provisorio y sin las condiciones necesarias ante la promesa incumplida de un nuevo edificio.
La obra, a cargo de Nación en base a gestiones realizadas por el municipio, ya está en un 80% de avance, pero se encuentra paralizada. La Provincia intercedió este año, pero tampoco cumplió su palabra y la Municipalidad publicita, en estos días, las instalaciones que no fueron finalizadas ni entregadas a la comunidad escolar. Así lo denuncian docentes, madres y padres que llevan años de marchas, reclamos y denuncias públicas, y que, el pasado 16 de agosto, realizaron un abrazo solidario al nuevo edificio aún en construcción.
Mientras las promesas y las negociaciones de los gobiernos van y vienen, el personal de la escuela y sus estudiantes viven día a día en una situación de precariedad, en el edificio que le prestaron 15 años atrás hasta la finalización del nuevo edificio.
Solo el año pasado, tuvieron que enfrentar dos episodios que muestran las condiciones en las que funcionan: en septiembre, colapsaron los pozos negros y el patio de tierra se hundió por la salida de los desagües, con lo que tuvieron que cerrar las puertas hasta que finalizaron los arreglos; en diciembre, una alumna falleció en la escuela por sus condiciones de salud y lxs docentes tuvieron que enfrentar dificultades para abrir el portón y lograr que la ambulancia entrara al lugar.
“Después de muchos proyectos y de que fueron pasando las gestiones, se comenzó la obra, a cargo de Nación. Pasó una empresa, después otra, que cobraban un dinero hasta donde habían hecho y se iban. Y ahora es lo que sucede: la empresa ha licitado la obra por una cantidad de plata, pero ahora con la inflación y demora de los materiales están dilatando la entrega. La entrega se ha ido posponiendo siempre, iba a ser a fines del año pasado y después fue mayo de este año, y no sucedió. Seguimos esperando”, contó a La tinta Paola Ríos, profesora de la institución.
La escuela ubicada en Unquillo es una institución provincial de nivel primario y secundario. Allí, asisten alrededor de 75 chicxs desde los seis hasta los dieciocho años de edad con distintas discapacidades, intelectuales y motrices. A su vez, allí funciona un servicio de inclusión e integración escolar, con docentes que hacen apoyos en escuelas de la zona. Además, cuenta con un servicio de acompañamiento a guarderías para trabajar en la primera infancia.
Lxs docentes explican que, más allá del proceso de enseñanza y aprendizaje, al tratarse de una modalidad especial, desde la institución, deben atender y contemplar muchas situaciones relacionadas con la situación de salud de lxs estudiantes, para lo cual no cuentan con las condiciones edilicias necesarias.
“A veces, los chicos llegan a la escuela con una salud deteriorada, entonces, tenemos una enfermera que nos está asistiendo y ella necesita camillas o lugares donde cambiar a los chicos que están con pañales, o moverlos de una colchoneta a otra y eso lo estamos haciendo en el piso. Son chicos con parálisis cerebral que pueden mover pocas partes de su cuerpo”, relató Paola.
Y agregó: “Son 15 años que no tenemos edificio y estamos en una situación de precariedad edilicia. Ante esto, la Municipalidad ha ido haciendo arreglos a donde estamos ahora a medida que hemos ido solicitando. Las condiciones se han ido mejorando, pero no son las óptimas. Hay un taller de cocina donde se llueve el cielo raso. A veces, tenemos que usar un solo baño, que es el adaptado para chicos en sillas de rueda. Los espacios de gabinete no están. El patio es cementado y los chicos con dificultades motrices a veces se caen y se lastiman mucho. No tenemos espacios para hacer actividades colectivas, solo las aulas. Todo esto sí está garantizado en la escuela nueva”.
Promesas que van y vienen
Madres, padres, docentes, directivas llevan un largo tiempo organizadxs para reclamar por la situación de la escuela. Han realizado diversas marchas, una infinidad de presentaciones oficiales a todos los estamentos gubernamentales, han logrado visibilizar la problemática en los medios de comunicación y en la comunidad de Unquillo, con vecinxs que también acompañan el reclamo. Pero las soluciones nunca llegaron.
Por un lado, el gobierno nacional, que es el responsable de la finalización de la obra, no les dio, hasta ahora, respuestas de ningún tipo: “Nunca ni siquiera nos mandaron un mail, ni sabemos quién sigue la obra, nunca se han comunicado”, explicó Paola y agregó que tenían esperanzas ante un año electoral, pero las cosas siguen igual.
A pesar de que la escuela es de carácter provincial, desde la comunidad escolar, cuentan que el gobierno de Unión Por Córdoba tampoco dio soluciones y solo intercedió ante la visibilización del reclamo en la opinión pública.
“La Provincia no se quiere hacer cargo. Intervino recién en enero de este año porque se están vulnerando los derechos de los chicos y personas con discapacidad, que es aprender en un lugar digno. Entonces, le pidió al municipio que le preste un monto para finalizar la obra con el compromiso de devolvérselo. La Municipalidad puso la plata, pero la Provincia nunca lo devolvió”, contó la docente.
Ante la situación que se vivía el año pasado, madres y padres estaban decididos a no empezar el ciclo 2019 y no mandar a sus hijxs a la escuela hasta obtener una solución. Pero con la última promesa de la Provincia, que implicaba que el nuevo edificio sería entregado en abril de este año, decidieron ceder: “Comenzamos el ciclo lectivo y todavía no pasa nada”, cuentan desde la institución. Y agregan que, incluso, lo que les entregarían de las nuevas instalaciones sería solo un ala de la construcción que ya se encuentra avanzada: “Le faltan pocas cosas, pero no podemos ir hasta que no esté dada la finalización de esa parte de la obra y el mobiliario para poder estar en una escuela nueva, que lo tiene que garantizar la Provincia”.
El último capítulo ocurrió días atrás, cuando la Municipalidad de Unquillo difundió una publicidad en la que muestra las instalaciones de la nueva escuela. Ante ello, la comunidad escolar filmó un video en el que salió a desmentir al gobierno local: “La publicidad decía que era inminente la finalización de la obra y la verdad es que no hay fecha de entrega. Fabrissin (el intendente, de Hacemos por Córdoba) nos ha pedido que suspendamos las marchas y nos dijo que la Municipalidad tiene problemas más graves que resolver, no nos identifica como una parte de la comunidad que necesita respuesta, siempre nos postergan”, expresaron.
*Por Redacción La tinta.
