Una docente que promovía la ESI fue despedida de un colegio católico “sin causa”
La profesional tenía el cargo de Coordinadora de Cursos en el Nivel Secundario, en la escuela «La Merced», de la Ciudad de Río Cuarto. La despidieron “sin causa” con una carta que enviaron al domicilio de su madre el mismo día en que la desafectaban. Las únicas diferencias que había tenido en 5 años de trabajo con las autoridades escolares, estaban vinculadas al tratamiento de la ESI en los proyectos que presentaba.
Por Carina Ambrogi para La Marea
Antonella Manzotti se despidió el martes de sus colegas, como lo hacía todos los días al finalizar la jornada. No tenía ningún indicio de que, por la noche, su mamá le comunicaría que recibió en su casa materna un documento firmado por una escribana en el que se le comunicó que la despedían sin “ningún motivo”. Desde hace 5 años tenía el cargo de Coordinadora de Cursos en el Nivel Secundario, en la escuela La Merced, de la Ciudad de Río Cuarto. Su dedicación a este trabajo era full time, con eso financiaba todos sus gastos y sus estudios de licenciatura. Durante los años trabajados nunca recibió un llamado de atención, sanción o carpeta por algún mal desempeño. Tampoco en los días previos sucedió algún hecho que le hiciera presumir su despido. Lo único que señala como diferencias con las autoridades del centro educativo, son los proyectos que implementó vinculados a los contenidos obligatorios que contempla la Ley de Educación Sexual Integral, la que se comenzó a trabajar en el colegio por su iniciativa.
“Cuando lo disruptivo empieza a molestar hay que sacarlo de acá, eso es lo que podemos pensar con algunas compañeras o incluso con algunas estudiantes. Es lo que puedo sentir de transitar la escuela durante estos años, no es algo que haya ocurrido explícitamente, pero desde lo implícito también se siembra”, señala e diálogo con La Marea Noticias Antonella.
El colegio privado tiene formación religiosa, y el alumnado no puede concurrir con pañuelos verdes o celestes. La prohibición quedó en evidencia cuando una alumna llevó un pañuelo verde atado a su mochila, justo cuando celebraron una actividad en conmemoración del día de la mujer. Desde la dirección le pidieron que se lo quitara, y ante el pedido de fundamentación que solicitó Manzotti a las autoridades, la respuesta fue que “no eran temas apropiados para llevar al colegio”.
La última actividad que organizó antes de las vacaciones de invierno, fue una de las tantas que no pudo realizarse. El objetivo era visibilizar el “Día de la Diversidad”, con poemas que los propios alumnos habían elegido para compartir con todo el colegio. La inquietud había surgido desde el centro de estudiantes, pero cuando la Coordinadora presentó el proyecto le dijeron que no se podría llevar a cabo. En este caso la respuesta fue: “Vos sabes que a la comisión esto no les gusta”.
“Me resulta todo muy extraño porque es una comisión que se denomina ‘La Sociedad de Damas de Misericordia’, ellas definen todo lo que sucede en la escuela. Quienes trabajamos ahí no sabemos quiénes la integran, ni pudimos nunca tomar contacto para que nos dieran explicaciones de por qué no se podía realizar tal o cual actividad”.
Mazotti tiene el título de Profesora en Psicología y está cursando la licenciatura en la Universidad. Es miembro de la filial Río Cuarto de AASES (Asociación Argentina de Sexología y Educación Sexual), que se ocupa de realizar actividades orientadas a la difusión, asesoramiento y capacitación con la sexualidad y la educación sexual. Según recuerda nunca le fue fácil implementar estos contenidos en la escuela, “siempre la tuve que remar”, afirma, por más de que los contenidos fueran parte del material aprobado para su implementación y ella contara con los fundamentos para cada actividad que proponía.
“Sentí que mi obligación como educadora era la de cumplir con los derechos de los estudiantes, ellos tenían derecho a saber y a conocer sobre los temas planteados en los diferentes proyectos. Muchos de ellos tenían que ver con la ESI, que en el colegio no se estaba dando”, dijo.
Después de algunos días transcurridos, la docente tiene sensaciones encontradas, tristeza, bronca, impotencia e incertidumbre por su día a día. Perdió su sustento económico pero también la rutina de un trabajo que realizaba con pasión y compromiso. El día después de conocer su despido volvió al colegio a buscar sus cosas, sus compañeras de trabajo la saludaban sin saber que ya no trabajaba más allí, los alumnos y alumnas cuando empezaron a enterarse de la noticia le pidieron explicaciones a ella. Hasta hoy sigue recibiendo mensajes de apoyo del alumnado y de las familias, nadie se explica que pasó.
La Representante Legal de la institución tampoco le pudo explicar los por qué. “Porque cuando en una comisión se toman decisiones, nos guste o no nos guste hay que respetarlas”, le dijo.
Javier Cané, Secretario General de SADOP, gremio que nuclea a los docentes que trabajan en colegios privados, explicó en diálogo con radio Universidad que al analizar el caso no descartan que el despido Manzotti sea por su militancia feminista. En tal sentido le indicaron que puede realizar acciones legales contra la escuela, pero la damnificada señaló que no está en condiciones emocionales de enfrentar ese proceso. Por el momento le basta con difundir el caso para que se sepa que esto pasa, porque está segura de que su caso no es el único.
Hace poco más de un mes el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba emitió un comunicado mediante su departamento de asunto jurídicos, en el que ratificaba la plena vigencia de la ESI en toda la provincia, tanto en colegios públicos como privados. La medida se tomó como respuesta a las presentaciones legales que recibieron desde el año pasado de parte de familias y grupos anti derechos que pretendían impedir que la Ley se cumpla. Sin embargo, quedan maniobras que sin enmarcarse en cuestiones ilegales, impiden que los contenidos se dicten cuando los directivos así no lo desean.
*Por Carina Ambrogi para La Marea.