La destrucción de la vida

La destrucción de la vida
11 junio, 2019 por Redacción La tinta

El primer trimestre de 2019 del sector privado fue el peor del macrismo en sus cuatro años de gestión: uno de cada cinco despidos tiene que ver con cierre de empresas o plantas. Cómo repercute en el consumo: reducción de lácteos, carnes, recreaciones y compra de venta y calzado, mientras los medicamentos suben más del 700 por ciento. El impacto en las personas mayores. Tres informes que reflejan la destrucción de la calidad de vida durante el gobierno de Cambiemos.

Por Lucas Padulla para Tercer Cordón

Mientras Cambiemos se sacude en internas por el aluvión Fernández-Fernández, la economía de la alianza sigue desplomándose bajo un ritmo atroz. Según un relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el primer trimestre de este año en el sector privado fue el peor del macrismo en sus cuatro años de gestión: los despidos y suspensiones aumentaron un 41% respecto al mismo período del año anterior, motorizados por el sector industrial (77%) y servicios (21%). Los datos revelan una realidad: son más de 6600 despidos y suspensiones por mes.

“La distribución de esos casos resulta sensiblemente distinta”, apunta el informe. “Mientras que en 2018 los despidos se concentraron mayoritariamente en el sector público, en 2019 se producen casi exclusivamente en el sector privado”.


Del estudio se desprende que 1 de cada 5 de esos despidos se relaciona con el cierre de empresas o plantas.


El desagregado es el siguiente:

  • 7506 casos corresponden a despidos.
  • 3859 a despidos por cierre de empresas o plantas. Algunos casos: Metalpar (en San Martín, 600 despidos), Legítimo (de Alimentos y Bebidas, en Valentin Alsina: 195), Ersa (Transporte, en Santiago del Estero: 400), Sebastián Gaboto (Pesquera, en Mar del Plata: 200).
  • 224 a retiros voluntarios o jubilaciones anticipadas.
  • 8295 a suspensiones.

Todos los rubros se vieron afectados: automotriz y autopartes, textil, electrónica y electrodomésticos, alimentos y bebidas, química, metalúrgica, papeleras, cristalerías. Sobre el sector servicios: “Los sectores comercio, transporte y delivery representan más del 75% de los despidos y suspensiones dentro del sector servicios. A las firmas Pedidos Ya, Walmart, Los Maizales, entre otras, se suman despidos en el Shopping El Parque. Presentan también despidos el sector de medios de comunicación, seguridad, concesionarias, call center, ferroviarios, educación, aeronáutico, entre otros”.

El impacto en el consumo

¿Cómo impactan estos datos en el consumo de la población? CEPA realizó una encuesta en el Área Metropolitana (CABA y AMBA) preguntando si los hogares disminuyeron, sostuvieron o aumentaron su consumo en ocho rubros respecto del año anterior: Lácteos; Carnes; Frutas y Verduras; Gaseosas, jugos y sodas; Recreación y esparcimiento; Combustible; Medicamentos; Ropa y calzado.

La caída se profundizó en todos. El rubro “recreación” tuvo un retroceso del 73%, mientras que el de indumentaria fue del 69%. Un dato: pese a los pésimos porcentajes, los hogares señalaron que lo que más aumentaron fue el consumo de fideos y arroz, que actúan como bienes sustitutos de lácteos y carnes. Y agrega: “No deja de ser especialmente preocupante el recorte tanto en lácteos como en medicamentos”.

El informe explica estas variaciones de forma secuencial: “Una familia recorta primero en salidas recreativas. Junto con ello, ajustan los gastos en indumentaria. Si ello no es suficiente, el recorte llega a los alimentos: carnes, gaseosas, lácteos, frutas y verduras. Finalmente, se deja de consumir en el rubro más sensible: medicamentos”.

Sobre los lácteos, seis de cada diez encuestados de nivel socioeconómico bajo redujo el consumo. Cabe recordar que, a fines de marzo, en las góndolas de los supermercados se viralizó una foto de un sachet de La Suipachense, que decía: “Alimento lácteo a base de leche entera y concentrado lácteo”. Al día siguiente, el Ministerio de Agroindustria bonaerense suspendía la elaboración y comercialización de ese producto porque inducía al consumidor a una equivocación al promocionarlo como leche. Para la empresa, la solución era simple: sustituir alimento por bebida. El dato se complementaba con la denuncia de usuarios: en los supermercados había faltantes del sachet de un litro de La Armonía, la segunda marca que se ofrece en el programa Precios Cuidados y que debería venderse a 26 pesos. No ocurría lo mismo con La Serenísima, la primera marca de Mastellone, que se vendía entonces a casi 40 pesos.

Respecto a las carnes, el 67% de los encuestados también la redujo, incluso en niveles socioeconómicos altos. En el Oeste del Gran Buenos Aires, por ejemplo, las cifras trepan hasta un 70%. Dice el informe: “Los datos de consumo per cápita publicados por el Instituto de la Producción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) muestran que 2019 resulta el año de menor consumo desde 2010, totalizando 50 kilos per cápita anual. Es también la caída más pronunciada desde 1958, último año con datos disponibles”.

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Las personas mayores, en grave riesgo

El nivel socioeconómico más bajo redujo su consumo en un 37%. CEPA explica: “El precio de los medicamentos aumentó significativamente en los últimos cuatro años. En abril 2019 la suba fue de 9%. Los más afectados son los jubilados y pensionados, ya que además de contar con ingresos que perdieron en relación a la inflación, y tienen que costear gran parte de los medicamentos que antes cubría el PAMI”.


Mientras que en mayo la jubilación mínima apenas supera los $10.000 (un aumento del 172% desde mayo de 2015), la inflación de medicamentos (mismo período) alcanzó casi el 300%.


Y si se calcula el fuerte impacto en la evolución de los haberes que tuvo la reforma previsional votada con el despliegue de una cacería por las calles porteñas, la jubilación mínima solo aumentó un 28,4%, mientras que la inflación fue del 47,6%. El informe apunta un detalle: “Si bien la situación actual es grave, será aún peor dado que en unos pocos meses finaliza la moratoria jubilatoria para las mujeres (la de los varones ya culminó), y la propuesta del gobierno ha sido reemplazar progresivamente la jubilación por moratoria por una Pensión Universal de los Adultos Mayores (por sus siglas, PUAM) de menor cuantía (80% de la jubilación mínima) donde las mujeres podrán acceder recién a los 65 años y no a los 60 como en la moratoria”.

En medio de este contexto, algunos medicamentos esenciales llegaron a superar el aumento de 700%. Un ejemplo: el Acenocumarol (Sintrom) es un anticoagulante necesario para evitar Accidentes Cerebro Vasculares (ACV) en personas que padecen arritmias cardíacas, pero incrementó su valor en un 710%. Otro es la fluticasona+salmeterol (Seretide), para tratamientos para personas asmáticas con Enfermedades Obstructivas Crónicas (EPOC): aumentó su precio en un 347%, siendo hoy su valor actual de $2.010,73. El informe precisa que el EPOC representan el 13% de las defunciones por enfermedades respiratorias.

“El precio de los medicamentos se encuentra influenciado por el precio de ciertos insumos extranjeros”, especifica. Y agrega: “El aumento inflacionario de los medicamentos sumado a la quita de la entrega gratuita por parte de PAMI de la medicación para patologías crónicas deja a las personas mayores en situación de gran fragilidad, donde es muy probable que la morbi-mortalidad aumente en los próximos años debido a estas causas. El mayor consumo de fármacos por parte de este grupo etáreo es el de la medicación para enfermedades crónicas tales como cardiopatías, diabetes, hipertensión arterial, osteoporosis, etc”.

Los informes apuntan que este esquema puso en “grave riesgo” no sólo la salud de las personas mayores, sino también la calidad de vida de quienes sufren patologías crónicas.

*Por Lucas Padulla para Tercer Cordón.

 

Palabras claves: CEPA, consumo, despidos, sector privado

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