¿Podrá durar la tregua comercial entre Estados Unidos y China?
La resolución más importante de la Cumbre del G20 fue la “tregua” pactada por Washington y Beijing, en medio de una guerra comercial sin precedentes.
Por Martha Andrés Román para Prensa Latina
El presidente estadounidense, Donald Trump, alcanzó un importante resultado en la Cumbre del G20 mediante la tregua comercial anunciada con China, pero algunos expertos y medios se preguntan si podrá mantenerse en el tiempo.
Trump y su homólogo del gigante asiático, Xi Jinping, se reunieron el pasado sábado en Buenos Aires, tras participar en la cita de las principales economías del mundo, en un esperado encuentro centrado en las continuas disputas comerciales de los últimos meses.
La cena de trabajo que el jefe de la Casa Blanca mantuvo con su par chino fue su actividad más seguida durante la estancia en la nación sudamericana, dado que suspendió una reunión prevista con el presidente ruso, Vladimir Putin, y evitó un encuentro formal con el príncipe heredero saudita, Mohammed Bin Salman.
Poco después de ese diálogo con Xi, la Casa Blanca anunció la decisión del mandatario norteamericano de no incrementar del 10 al 25 por ciento los aranceles impuestos por Estados Unidos a productos chinos valorados en 200 mil millones de dólares, algo que Trump había amenazado con hacer a partir del 1 de enero próximo.
En lugar de eso, acordaron un periodo de 90 días para sostener negociaciones sobre temas como transferencias de tecnología, propiedad intelectual, barreras no arancelarias, robos cibernéticos y agricultura, según informó Washington.
A decir de la presidencia estadounidense, Beijing acordó comprar una cantidad no especificada pero “muy importante” de productos agrícolas, energéticos, industriales y otros en Estados Unidos, como forma de compensar el déficit comercial de la nación norteamericana con el país oriental.
Si no se alcanzara un acuerdo entre las partes en el plazo previsto de tres meses, entonces Trump procedería al incremento en el porcentaje de las tarifas, las cuales forman parte de una agresiva política arancelaria promovida por el mandatario estadounidense y que generó alarmas a nivel doméstico e internacional.
“Es una oferta increíble. Lo que yo he estado haciendo es poner un freno a los aranceles. China se abrirá. China se librará de las tarifas”, declaró al respecto el gobernante republicano, cuyos gravámenes multimillonarios han sido criticados por diversos sectores económicos.
De acuerdo con el diario The New York Times, el acuerdo de pausar efectivamente la guerra comercial y trabajar para lograr un pacto parece estar destinado a dar un respiro político luego de una lucha que comenzó a infligir daños económicos en ambos lados del Pacífico.
Pero, según el periódico, la tregua temporal hace poco para resolver las profundas diferencias entre las dos naciones, y es más un acuerdo político que sustantivo.
A su vez, USA Today indicó que lo convenido en Buenos Aires puede aliviar los nervios de los inversores y legisladores esta semana, “pero los expertos comenzaron a cuestionar su potencia horas después de que el presidente regresara a la Casa Blanca”.
Para el portal digital Vox, el plazo de 90 días realmente no les da a los líderes chinos y estadounidenses mucho tiempo para alcanzar un avance en los problemas complicados que previamente han dejado a las partes en un callejón sin salida.
Ese sitio digital añadió que Beijing y Washington tal vez ni siquiera lleguen a ponerse de acuerdo sobre cómo debería ser el pacto final sobre el comercio. Al respecto, el medio citó la declaración del gobierno chino de que ambas partes buscan alcanzar un convenio “mutuamente beneficioso”.
Las demandas anteriores realizadas por Trump a China, advirtió Vox, no suenan como un hombre en busca de un compromiso, sino que quiere la dominación total, básicamente, lo contrario de “ganar-ganar”.
El economista Paul Ashworth, de Capital Economics, citado por The Washington Post, indicó en una nota: “Hemos estado aquí antes. China tendrá que ofrecer un poco más que las concesiones menores convenidas por Corea del Sur, México y Canadá para alcanzar acuerdos comerciales con Estados Unidos”.
De momento, el anuncio fue recibido con un alivio cauto por parte de los legisladores de estados agrícolas y grupos empresariales afectados por los impuestos de Trump y las tarifas de represalia adoptadas por el gigante asiático.
Asimismo, “la economía mundial está en un lugar mejor, por ahora, para evitar una guerra comercial estancada”, manifestó la agencia Bloomberg, la cual agregó que lo sucedido en el encuentro entre Trump y Xi también es una victoria a corto plazo para inversores y mercados. Sin embargo, apuntó que queda por ver si estas ganancias se convertirán en éxitos a más largo plazo.
Un resultado exitoso requeriría un seguimiento cooperativo por parte de ambos países, y dentro de un plazo de tres meses que resista presiones potencialmente desestabilizadoras de la política interna de las dos partes, consideró el medio.
*Por Martha Andrés Román para Prensa Latina