La pasión es feminista
Mientras las cámaras y la atención periodística pasó por la suspensión del Superclásico entre River y Boca, en la cancha de Racing de Avellaneda un grupo conformado por masculinidades trans, no binarixs, tortas y mujeres desarrolló una intervención sobre el campo de juego por el Día Internacional Contra la Violencia hacia las Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans.
Por Redacción La tinta
Mientras todxs mirábamos hacia el Monumental y nos preguntábamos cómo y por qué no podíamos vivir una final continental entre River y Boca, en el Cilindro de Avellaneda un grupo conformado por masculinidades trans, no binarixs, tortas y mujeres siguió con su plan: visibilizar lo que sigue invisible.
En el fin de semana de la Superfinal quedó fuera de todos los flashes y lentes el Día Internacional Contra la Violencia hacia las Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans. Como el partido de Racing -puntero del campeonato local- ante Banfield. Todo quedó olvidado por la violencia y la desidia superclásica del fútbol machista y patriarcal.
Pero un grupo de compañerxs organizadas siguió con su plan. Salieron a la cancha igual. Como lo hacen todos los días contra la violencia diaria del hogar, del trabajo, de la escuela, de la calle. Porque si el fútbol es pasión, ellxs saben que la pasión no es violencia. Y nos lo dicen. La pasión es feminista.