Más de mil tzotziles son desplazados de manera forzada en México
Las poblaciones originarias en México son víctimas de la agresión estatal, el paramilitarismo y el desplazamiento forzado.
Por Redacción La tinta
El miércoles pasado, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) confirmó que más de 1.700 indígenas tzotziles fueron desplazados de manera forzada el pasado 7 de noviembre de la comunidad de Chavajebal, municipio de El Bosque, del estado de Chiapas, en México.
Los indígenas, que componen familias enteras, ahora viven en una situación de emergencia por falta de víveres y abrigo para enfrentar el frío de la temporada.
Desde el Frayba, un reconocido organismo de derechos humanos, se exigió al gobierno estatal que proporcione ayuda humanitaria a cada una de las personas, y garantice su integridad y retorno en condiciones óptimas de seguridad.
El desplazamiento sucedió mientras se realizaba una asamblea comunitaria. Las personas escucharon disparos y decidieron irse de la comunidad por temor a ser heridos, según explicó el Frayba en un comunicado.
El organismo de derechos humanos alertó que la comunidad conocían de “rumores de agresiones armadas”, por eso decidieron huir “hacia la cabecera municipal, otras comunidades y hacia la montaña”.
Por su parte, la parroquia de El Bosque informó que está brindando atención humanitaria a las personas desplazadas, aunque es insuficiente. A esto se suma que hay familias separadas que siguen buscándose.
Una comisión de la Pastoral Social de la Diócesis de San Cristóbal comunicó que el 10 de noviembre visitó la comunidad de Chavajebal y encontró a 50 personas que no habían salido, entre ellas ancianas y ancianos. Esas familias ya se desplazaron también a la cabecera de El Bosque. Además, hallaron a una persona muerta.
El 12 de noviembre, el Frayba documentó que en las montañas de Chiapas continuaban cerca de 500 personas desplazadas forzadamente, en su mayoría mujeres con sus hijas e hijos, que no cuentan con medicamentos y ropa de abrigo. Entre las mujeres, hay cuatro embarazadas (una de las cuales dio a luz en las montañas), junto a dos niños solos y dos personas de 80 años.
En el comunicado, el Frayba indicó que pudo constatar que las casas de quienes huyeron “se encuentran abandonadas sin daño alguno, en los corrales algunos animales han muerto pero no hay saqueos”.
El organismo de derechos humanos advirtió que con lo sucedido en la comunidad de Chavajebal, se “incrementa las cifras de desplazamiento forzado en Los Altos de Chiapas, entre ellas las de comunidades tzotziles desplazadas en los municipios de Chalchihuitán y Aldama”. Debido a esta situación “se intensifica la crisis humanitaria y las graves violaciones a derechos humanos en población de Pueblos Originarios ante la omisión del gobierno de Chiapas”, denunció el Frayba.
La entidad también demandó al Estado mexicano “investigar imparcial y eficientemente de los hechos que derivaron en el desplazamiento forzado de casi dos mil de personas”, a su vez que reclamó que se respeten los principios rectores del Desplazamiento Interno Forzado de la Organización de las Naciones Unidas.
En mayo de este año, se conoció que más de 1.300 pobladores tzotziles, en su mayoría niños y niñas, pertenecientes a cinco comunidades de Aldama también sufrieron el desplazamiento forzado.
Según la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, de 2006 hasta 2017 en todo el país fueron desplazadas 329.917 personas. Solo el año pasado, un total 20.390 habitantes sufrieron desplazamientos internos.
*Por La tinta
