Pueblo a Pueblo: una nueva apuesta por la alimentación sana y el trabajo digno
Esta semana, nace en Córdoba una cooperativa que acerca a productorxs y consumidorxs para favorecer la agricultura familiar y ecológica. El proyecto lleva dos años en marcha en otros lugares del país y, ahora, mediante el comercio justo, beneficiará a alrededor de 300 cordobeses que cultivan verduras de estación.
Por Lucía Maina para La tinta
A partir de esta semana, se pone en marcha en Córdoba “Pueblo a Pueblo”, una cooperativa que acerca a productorxs y consumidorxs para apostar a la agricultura familiar y campesina a través del comercio justo. Se trata de un proyecto que ya se viene desarrollando, desde principios de 2016, en otros lugares del país, impulsado por la Rama Rural del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE Rural) junto al Movimiento Popular Patria Grande. A través de la distribución de bolsones de verduras de estación, la iniciativa busca, además, favorecer la agroecología, la soberanía alimentaria y la economía popular.
En Córdoba, participan unos 300 productorxs de Malvinas Argentinas, Camino a 60 cuadras y Río Primero, a quienes se suman apicultorxs de La Dormida, en el norte cordobés. Todos ellos son pequeños emprendimientos de agricultura familiar y campesina, y, mientras que algunos trabajan ya desde la agroecología, otros realizan agricultura convencional y se encuentran en transición hacia la producción sin agroquímicos.
En la ciudad de La Plata, por ejemplo, donde el proyecto ya lleva dos años, unos 700 consumidorxs participan de la cooperativa con la compra de bolsones, lo que beneficia a alrededor de 1000 productorxs por semana.
“La propuesta surge en CABA con la idea de que los productores del cinturón hortícola salgan del mercado convencional y hacer una venta directa al consumidor con un precio justo para ambos, sin todos los intermediarios de la cadena”, cuenta Jesica Herrera, agrónoma e integrante del MTE Rural. Y agrega: “Hoy, el contexto en que estamos es perjudicial tanto para el consumidor, que tiene ajustes por todos lados, como para el productor, que tiene insumos carísimos y le pagan monedas. Entonces, es una forma de que al productor le paguen un poco más y el consumidor pague un poco menos”.
Hacia una agricultura campesina y ecológica
Las condiciones del sistema agroalimentario actual vuelven cada vez más difícil la producción ecológicamente sustentable y a pequeña escala. Las lógicas del mercado, la concentración de la tierra y el uso de agrotóxicos provocan no solo consecuencias en la salud y el ambiente, sino también una mayor desigualdad en el acceso a la tierra, que sufren especialmente campesinos e indígenas. “Pueblo a Pueblo” busca enfrentar este contexto mediante un modo de comercialización que beneficie a lxs pequeñxs productorxs.
En un principio, cuenta Jesica, se trabajaba con la venta directa de verdura de estación producida a pequeña escala, pero con uso de agroquímicos; ahora, ante la demanda de lxs consumidorxs, se comenzó a hacer una transición hacia la agroecología.
En Córdoba, una de las experiencias que participa del proyecto es Malvinas Agroecológica, una cooperativa que nació hace dos años cuando esa localidad logró impedir que se instale la multinacional Monsanto y un grupo de vecinxs se propuso producir alimentos sin dañar la salud y el ambiente. En media hectárea que pertenece a una familia del lugar, 17 personas trabajan ahora en la producción agroecológica de verduras, sin el uso de agroquímicos y aplicando otros conocimientos respetuosos del ecosistema, como un sistema de riego con agua de lluvia o un calendario biodinámico que guía la siembra y la cosecha en función de los ritmos de la naturaleza.
En tanto, Camino a 60 cuadras, en las afueras de la ciudad de Córdoba, se trata de un emprendimiento que también sostiene la agroecología en gran parte de su producción, pero continúa utilizando la agricultura convencional para algunos cultivos. “Tanto Río Primero como 60 cuadras son pequeños productores que arriendan, no tienen terreno propio y, con media hectárea o una hectárea, tienen que alimentar a sus familias. Por eso, también, son convencionales, porque están atados a un mercado en el que tienen que vender por monedas y tienen que pagar un alquiler”, explica Jesica. “Por eso, cuesta tanto la transición a la agroecología y ahí está el desafío, relacionado también con el acceso a la tierra”, señala la integrante del proyecto que apunta a mejorar las condiciones de trabajo y la calidad de vida de quienes producen.
Consumir es político
Otro de los objetivos del proyecto, que actualmente funciona en La Plata, Capital Federal, Gran Buenos Aires y Rosario, es concientizar a consumidorxs para que valoren la producción local de verduras de estación mediante la compra de bolsones, frente a los productos que llegan de otros lugares. En ese marco, la cooperativa también suele realizar visitas con quienes compran los bolsones a las quintas y los campos para que conozcan la realidad del productor y el origen de los alimentos, algo que también esperan poder concretar en Córdoba.
En ese sentido, la agrónoma del MTE indica: “La idea es preguntarnos qué consumimos. Cuando vas a la verdulería, ¿a quién beneficiás y a quién no con eso que estás pagando? Cuando hacés compras en la verdulería, el verdulero le paga al fletero, el fletero al mercado y, recién después, llega al productor. En cambio, con el bolsón, el pago es directo al productor”.
Para participar. El pedido de bolsones a Pueblo a Pueblo se puede realizar, a partir de esta semana, mediante el teléfono 0351-158195725. También se puede consultar en la página de Facebook.
*Por Lucía Maina para La tinta.
