La lucha cotidiana no olvida: a 3 años del fusilamiento de Rodrigo Sánchez
El 19 de septiembre, se cumplieron tres años del día en que el policía Lucas Carranza fusilara a menos de 2 metros de distancia a Rodrigo Sánchez, de 16 años, que desarmado cometió un robo, pero que nada justifica la alevosía con que fue asesinado por un policía que, además de abusar de su función, estaba trabajando bajo los efectos de cocaína, marihuana y alcohol.
Mucho Palo dialogó con Gabriela Sanso, mamá de Rodrigo, Romina Ludueña, tía de Rodrigo y Victoria Suárez, tía de Lautaro Torres. Ellas son parte de la Coordinadora de Familiares de Víctimas de Gatillo Fácil, quienes, entre reflexiones y recuerdos, compartieron con nuestro medio la siguiente charla, a tres años del asesinato de Rodrigo, a tres años de caminar la calle en la lucha organizada para obtener justicia por lxs pibxs que “se nos fueron y por lxs que nos quedan”.
—Se cumplieron tres años…
Gabriela: —El sábado anterior al 19, bauticé a la bebé, le hice la fiesta de cumpleaños, todo muy lindo, como quería, pero el día siguiente fue como si fuera el primer día. Éste va a ser el tercer año y me pasó el primero, me pasó el segundo, así hayan pasado 17 años, o como le comenté a la mamá de Adrián, hace 5 años que se lo mató la policía, y parece que fue ayer, es muy fuerte. ¿Cómo me agarra en este momento? Un poquito más fuerte, pero por el hecho de que está mi bebé, no puedo, como antes, decir ‘se va todo a la mierda’, que haya nacido Milagros es… un milagro, me ayuda mucho.
—3 años de lucha, hay logros en la justicia, pero, dolorosamente, lentos…
G: —La justicia va muy lento, hoy día venía pensando en el colectivo, ¿hasta cuándo la justicia va a dilatar la causa? Hace tres meses que tiene el expediente con directivas, ¿por qué tanto tiempo? ¿cinco años voy a tener que esperar? Acabamos de meter una recusación hace un mes ya, pidiéndole (a la fiscal Gutiez) que deje la causa, ya que no tiene ganas de que avance, y no contesta, entonces a dónde hay que ir a acusarla, le preguntaba a mi abogado (que ha sido siempre un apoyo y nos ha contenido y escuchado siempre), que si no la va a dejar a la causa que actúe, que llame a los testigos, que haga para poder elevarla a juicio.
—Estar organizadas visibles, en la calle, mueve las causas…
Romina: —Yo pienso que, después de todo lo que pasó, si nos hubiéramos quedado en nuestras casas esperando a que la justicia, entre comillas, nos fuera informando el paso a paso de la causa, hace rato se hubiera cerrado.
Si la causa hoy en día está en las instancias que está, al menos yo tengo la plena convicción que es por la lucha que llevamos ya hace tres años, no solo en la calle, sino de ir y molestar en barandilla, como lo hacemos todo el tiempo. Ellos saben quiénes somos, saben cuando salimos a la calle, no solamente la policía sabe, sino también los tribunales, por eso mismo yo pensaba el otro día, si la fiscal Gutiez sigue demorando en responder si se va a apartar o no de la causa, lo ideal sería hacer un escrache en la puerta de Tribunales y empezar nosotros también a pechar desde afuera. Nosotros también tenemos derechos. Si Rodrigo hubiera sido quien mató al policía, el juicio ya hubiera salido hace rato y él estaría cumpliendo una condena a perpetua, no hay duda de eso.
Nosotrxs también queremos respuestas, sin embargo, esta señora no hizo nada, aún teniendo la prueba del toxicológico con alto nivel de cocaína, marihuana y alcohol en sangre. Y el falso testimonio, porque ellos saben bien, no se estaba defendiendo el policía, eso fue con alevosía, fue a menos de dos metros de distancia, y en la causa se supo desde un primer momento que no había armas. Ni a la justicia ni a la policía le convenía buscar al cómplice del robo de Rodrigo porque se iban a dar con lo que se dieron, que el arma nunca existió, esa es una prueba a favor nuestro. Sí, Rodrigo estaba robando, nadie lo negó nunca.
—Las paredes andan diciendo lo que las familiares hacen día a día: dar la lucha en las calles. En la última marcha contra el gatillo fácil, fue impactante la cantidad de familiares que había, de hechos actuales, familiares que incluso ya lograron condena y están igual, familiares de víctimas a las que les cerraron las causas. ¿Creen que es por la lucha, por la situación actual? ¿Cómo lo ven ustedes?
R: —Es una sensación de alegría y a la vez de tristeza. De alegría, porque muchos familiares se animaron a salir, hay casos de hace dos o tres años atrás y que no se habían animado. Yo creo que lo que pasó el año pasado, que nos allanaron y nos escracharon de la mano del fiscal Dalma, me parece que eso mucha gente lo vio y eso como decir, existe la Marcha Contra el Gatillo Fácil, como se conoce la Marcha de la Gorra.
Eso fue un puntal para que sepan que existimos, por decirte un caso que se conoció en esta marcha, el de la Ruta 20, que sucedió hace ya un año y donde mataron a dos pibes. Y eso, por un lado, da alegría porque esas personas pudieron salir a la calle a cantar y a gritar lo que les está pasando, y a la vez tristeza porque es impresionante cómo ha aumentado el número de casos de Gatillo Fácil, y que sigue aumentando y que no para. Es una mezcla de sentimientos para nosotras.
Cada familiar busca cómo salir a la calle, en la Coordinadora somos poquitas, pero al momento de salir a la calle está bueno unirse, salir, organizar la marcha contra el gatillo fácil entre todas y que esa barredora esté plagada de familiares, que vean que no somos unx o dos, que somos muchxs
—Al fiscal Dalma le salió el tiro por la culata…
Victoria: —Es como decían las chicas recién, esto de salir a la calle es lo que te da la fuerza, no somos 4 chicas saliendo a la calle, somo muchas, salir a la calle te hace sentir esto, porque si nos quedamos en nuestra casa sentadas no da lo mismo. Tenemos un montón de pibxs adentro de esa gota, que sus familiares, por la represión que hay, les da miedo a veces salir a la calle después de los escraches y allanamientos del año pasado, pero nosotras nos motivamos para salir a la calle, de que esta marcha no iba a tener ningún problema para que salieran a pelear nuevamente por sus hijxs, porque si salimos a las calles, lxs gritamos, lxs pintamos y lxs dejamos ahí en las paredes, ellxs viven, están ahí y de eso a ellos (los asesinos) no le quedan dudas: que estamos siempre pisándoles los talones.
Esto no se acaba con De La Sota, él dio carta blanca
—Se va un represor en Democracia sin dar respuesta, ¿cómo se sienten frente a esto?
R: —Te da una bronca bárbara porque, en el velorio de este tipo (De La Sota), estaba Damián Córdoba y esa foto fue siniestra para mí, porque yo pienso que ellos saben dónde está el Rubio del Pasaje, yo pienso que ellos saben qué fue lo que pasó y debe ser horrible la sensación que debe haber tenido Vivi (madre de Facundo Rivera Alegre) cuando se enteró de la noticia, porque cuando tiempo pidió que la atendiera De La Sota, que la recibiera, que le diera respuestas, y todo eso se fue con él. Él es responsable de los casos de Gatillo Fácil, en su mandato, como Gobernador, y siguen ocurriendo, es responsable del Código de Faltas, del merodeo y de tirar tanta represión a los barrios, más policías y más policías. Y el que está ahora, que es Schiaretti, es su sucesor y su cómplice.
V: —A mí me dio alegría, saltamos con mis hijxs, lo festejamos. Y tristeza a la vez porque se me pasaron por la mente todas las chicas desaparecidas por trata, se murió y él sabe bien dónde están todas ellas, eso me dio mucha bronca e impotencia, él se fue sin decir dónde están ellas, sabía dónde está Facundo y sabía dónde está Yamila. Un represor más se va y sin decir tantas cosas.
—321 pibxs asesinadxs por la policía desde el 99 hasta ahora…
R: —Y eso solo de lxs que se han sabido, y ¿los casos que no salen a la luz? Nosotras que somos de Güemes y Bella Vista, la cantidad de chicxs que han asesinado ahí y que nadie sabe, porque lxs familiares nunca salieron a decir nada, porque no tuvieron la fuerza o porque tuvieron miedo, o por lo que fuere.
G: —Y va a haber más casos porque De La Sota dejó instalada carta blanca acá en Córdoba
“Rodrigo me dejó la lucha para que no haya ni unx más”
G: —Siempre digo así llegué, no me da vergüenza decirlo, aunque logremos justicia, nadie me lo va a devolver, nadie. A veces estoy cansada de todo esto, cansada de descuidar mi casa, mis hijas y salir y salir, y aunque llegue a la justicia, nadie me va a devolver a mi hijo. El día de mañana es muy duro para mí.
Seguiré saliendo, él me dejó esto, la lucha por que no haya más un Rodrigo tirado en la calle. Yo quiero a mi hijo conmigo. Amaba jugar al fútbol
R: —Rodrigo te decía “me voy a jugar a la academia” y ¿qué era la academia? Una canchita en la costanera al lado del río. Ahí habían puesto unos arcos e iba todos los días a entrenar ahí, con todo el barrio.
G: —Le gustaba jugar a la play, compartir con sus amigos. Yo lo seguía a todos lados, desde que era chiquito, desde los 6 años ya empezó a jugar al fútbol, cuando no caminaba ya pisaba las canchas, en el Deportivo salió campeón, y nunca me voy a olvidar que fue gracias a él que le puso todo, y cuando iba a pasar a la primera, lo mataron. Todas las noches pasaban los amigos a buscarlo para ir a jugar al fútbol, “Piamon, Piamon”.
Siempre pienso en lo buen hermano que hubiera sido con Milagros, porque le encantaban los bebés, él siempre los alzaba, los hacía reír, y a veces la miro a mi hija y pienso que no lo va a conocer a Rodrigo, pero eso es en teoría porque siempre lo siento cerca mío y de ella. Siempre siento que él está.
*Por Mucho Palo Noticias
