El PJ perdió a un líder
El dirigente peronista manejaba por la ruta 36 en un vehículo que impactó contra un camión. Había sido diputado, senador y precandidato presidencial. Conmoción en el ámbito político y gremial.
Por Sebastian Abrevaya para Página 12
José Manuel de la Sota, tres veces gobernador de Córdoba y uno de los principales dirigentes nacionales del peronismo, falleció el sábado por la noche en un accidente de auto cuando manejaba por la ruta 36, a la altura de la localidad de Despeñaderos. El conductor del camión contra el que impactó permanecía internado. Ex diputado, ex senador y ex precandidato presidencial, tenía 68 años y se perfilaba para presentarse nuevamente como postulante del peronismo de cara a las elecciones 2019. Dirigentes de todos los partidos políticos expresaron sus condolencias y saludaron a su familia y amigos. Su socio político, el actual gobernador, Juan Schiaretti, viajó hasta el lugar del accidente, decretó cinco días de duelo y puso a disposición la sede de gobernación para el funeral de Estado. Las circunstancias precisas del accidente continuaban anoche investigándose.
“El Gallego”, como lo conocían públicamente, comenzó su carrera política en la juventud peronista durante los años ‘70. En 1973 llegó a su primer cargo en la función pública, a los 24 años, como secretario de Gobierno de la ciudad de Córdoba, cuando en medio de una interna política asume la intendencia el entonces presidente del Consejo Deliberante, Juan Domingo “Cacho” Coronel. Cuando se produjo el golpe militar de 1976, estuvo detenido seis meses en la UP 1 de San Martín (provincia de Córdoba), donde sufrió simulacros de fusilamiento.
En sus primeros años de militancia, el Gallego formó parte de Guardia de Hierro, la agrupación de la ortodoxia peronista donde compartió espacio con dirigentes históricos del PJ como José Octavio Bordón, Juan Carlos “el chueco” Mazzón, Guillermo Moreno y José Luis Manzano, entre otros.
Se casó en primeras nupcias con Silvia Zanichelli, hija del ex gobernador Arturo Zanichelli, con quien tuvo tres hijas, Candelaria, Natalia y Agustina. Esta última falleció ahogada en una pileta a los 5 años, cuando De la Sota ya era diputado nacional.
Con el regreso de la democracia, en 1983, pierde su primera elección contra el radical Ramón Mestre (padre). Dos años después fundaría la “Renovación Peronista” junto a Manzano, Carlos Grosso y José María “Tati” Vernet, entre otros. Esa versión de un peronismo “republicano” y “humanista” confrontó con la expresión de dirigentes como Herminio Iglesias. En 1985 logra su primer cargo nacional como diputado. Con los levantamientos militares contra el gobierno radical, apoyó desde Córdoba al gobierno de Raúl Alfonsín en la denominada “marcha por la democracia” encabezada por Eduardo Angeloz y Ramón Mestre.
Durante la elección constituyente cordobesa, en el 86, compitió por la Democracia Cristiana, en contra del PJ y la UCR. Salió segundo y se posicionó como dirigente con proyección nacional. A los 36 años, se convirtió en candidato a vicepresidente de Antonio Cafiero en la interna contra el Carlos Menem. En esa campaña conoció al joven Néstor Kirchner, que aspiraba a la intendencia de Río Gallegos.
Luego de ser derrotado, De la Sota recompuso de a poco sus lazos con el menemismo, que lo nombrará embajador en Brasil. Allí cultivó una relación con los publicistas Duda Mendonça y Joao Santana, quienes elaborarían después su exitosa campaña para la gobernación. Ambos consultores fueron posteriormente involucrados en la causa de Odebrecht. Después de dos intentos fallidos, llegó al poder provincial en 1999, luego de ser cuatro años senador nacional. Atravesó la crisis de 2001 y en 2003, el presidente Eduardo Duhalde intentó sin éxito impulsarlo como candidato presidencial. Ante la falta de respaldo nacional para su figura, el “Gallego” revalidó su credenciales de gobernador, llevando de candidato a vice a Juan Schiaretti, su principal aliado político en la provincia.
Con el kirchnerismo mantuvo una relación entre distante y conflictiva. En 2011, luego de un período vuelve a la gobernación y en 2015 se decide a competir en las PASO contra Sergio Massa, que lo derrota en el marco de la alianza UNA.
Conmoción política
La noticia causó conmoción en el ámbito político y sindical. La ex presidenta Cristina Fernández escribió: “Muy conmocionada por la triste noticia. Mis condolencias a su familia y a sus compañerxs y amigxs”. El diputado Felipe Solá consideró que “es imposible imaginar la política cordobesa sin José Manuel De La Sota. El Gallego fue un símbolo del peronismo y protagonista de la Renovación. Lo vamos a extrañar”. El ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández escribió: “qué locura Gallego, que dios te bendiga”. Uno de los últimos dirigentes en tuitear un mensaje por la muerte de De la Sota fue el presidente Mauricio Macri quien dijo sentirse “conmocionado” y envió sus condolencias. El jefe del Frente Renovador, Sergio Massa coincidió en la tristeza con el resto de los dirigentes de la política y aseguró que “no perdimos un gran compañero sino también un gran dirigente”. Por su lado, el dirigente radical Ricardo Alfonsín reconoció estar impactado y conmovido por el fallecimiento del ex gobernador: “Un hombre de la política democrática, respetuoso y dialoguista”, indicó. En tanto, el radical y diputado de la UCR, Mario Negi también se mostró conmocionado: “Despido a un político de ley y expreso mi pésame a sus familiares, amigos y compañeros de militancia”.
La CGT expresó su conmoción por la muerte del ex mandatario cordobés. “La incomprensible tragedia golpea a todos los peronistas”, dice el texto. Los triunviros destacaron su trayectoria política, su militancia “en la causa de los humildes y trabajadores” y valoraron “su incansable compromiso con la unidad del movimiento justicialista y su prédica de alcanzar un país socialmente justo”.
*Por Sebastian Abrevaya para Página 12 / Foto de portada: Ernesto Grasso. Imágenes: Prensa Gobierno de Córdoba.