Economía Política de Bolsillo: Organismos Internacionales y G20
En esta nueva entrega de la Economía Política de Bolsillo, vamos a adentrarnos en el misterioso mundo de los Organismos Internacionales.
Por Espacio de Economía Feminista y CoPenCE
Del 13 al 19 de agosto, se desarrolla en la ciudad de Córdoba la reunión del grupo de afinidad de Youth20 (Y20), es decir, la cumbre de jóvenes. Estas jornadas son una de las tantas que se hacen en el país desde fines del año pasado, debido a que Argentina detenta la presidencia del G20 (grupo de los 20).
Muchas veces, estos organismos parecen sumamente lejanos y extraños a lo que todas vivimos día a día, pero no lo son. Y no es casual que ocurra esto. Sus reuniones son medio secretas, cuando se promocionan es en inglés y, usualmente, solo vemos las consecuencias o expresiones externas de estas reuniones como muchas calles cortadas con fuerte presencia policial-militar (en el caso de Buenos Aires). Incluso más, capaz ni los vemos, como puede suceder con la Cumbre en Córdoba, ya que se desarrollará enteramente en el campus de la Universidad Siglo XXI, totalmente alejado de nuestro desenvolver diario (y recién el día de inauguración se vieron algunos pocos carteles por el centro de la ciudad, muy poco explícitos).
Pero, ¿qué son estos organismos internacionales? ¿Son muchos? ¿Cuál es el rol de Argentina en estos? ¿Por qué es importante conocer en qué andan? Proponemos brindar algunas ideas generales respecto a estas estructuras mundiales, pero este no deja de ser un espacio acotado que sólo nos invita a prender la mecha. Para más información, te invitamos a participar del Conversatorio “¿A qué viene el G20? Jóvenes, Feminismos y Trabajadoras”, el miércoles 15 de Agosto a las 17.30 horas en la Casa de los Trabajadores (Fragueiro 237), espacio que proponemos desde diversas organizaciones como contra cumbre Y20.
Eso que llamamos Organismos Internacionales
Desde la asunción del gobierno de la alianza Cambiemos, Argentina ha sido sede de diversos encuentros de Organismos Internacionales. Estos encuentros son gigantescas reuniones y banquetes donde los y las representantes de la mayoría de los países, o de los países más poderosos del mundo, se juntan a definir las políticas que seguirán de acá en adelante. En este sentido, cabe destacar las cumbres de la Organización Mundial del Comercio, el mini Davos, el retorno del Fondo Monetario Internacional y, este año, la cumbre del G20.
Aún así, estos organismos internacionales no gozan de la estabilidad y fortaleza que supieron tener en sus inicios, luego de la Segunda Guerra Mundial y a fines del siglo pasado. Varios de ellos están en crisis y fuertemente deslegitimados, tanto por las luchas de los movimientos sociales de todo el mundo como por las luchas internas entre los y las representantes de los países, y los empresarios de los distintos países que allí concurren. Esto se puede ver en las múltiples declaraciones de cierre de cada reunión y en las dificultades que tienen para avanzar en un sentido liberalizador y desregularizador a costa de las conquistas de los pueblos. Sí, tal y como lo lee. Su finalidad principal es la de deteriorar la calidad de vida del conjunto de los sectores populares para engordar sus ganancias.
Si bien pueden andar un poco parados, el avance de los gobiernos y empresarios de las grandes corporaciones no se detiene. Últimamente, han optado por la estrategia de los tratados de libre comercio y de inversión para una mayor liberalización de la economía, como se puede ver en las recientes negociaciones entre Mercosur-UE, Chile y Uruguay, por mencionar algunos. Este cambio de estrategia se debe a que los grandes espacio de discusión entre muchos países al mismo tiempo dificultan el consenso por los diferentes intereses contrapuestos (disputas por las patentes y derechos de propiedad, cuotas de importaciones de productos manufacturados con mucho valor agregado vs. productos de bajo valor agregado, resoluciones de conflictos entre estados y entre estados-inversores, etc.), por lo que se prioriza el avance liberalizador por medio de tratado entre dos países y acuerdos entre organismos regionales.
En este contexto, la cumbre del G20, y del Y20 en Córdoba, no es trivial para nosotras que estamos organizadas en movimientos sociales y sindicatos; ni para cualquier persona no-organizada, pero que se preocupa continuamente por el deterioro en la calidad de vida.
Los Grandes 20
El G20 es un foro de cooperación internacional que reúne anualmente a las 20 mayores potencias del mundo para generar consensos sobre el abordaje de problemáticas económicas, financieras y políticas con injerencia global. Estas potencias concentran el 85% del Producto Bruto Global, 66% de la población mundial y la mayoría de las inversiones y el comercio mundial; y es a partir de estos capitales, tanto sociales como monetarios, que los miembros de la cumbre buscan direccionar conjuntamente su impacto referido a temáticas previamente consensuadas.
De este foro, participan Jefes y Jefas de Estado, Ministros de finanzas y Presidentes de Bancos Centrales provenientes tanto de países centrales como periféricos. Estos países son Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía, más la Unión Europea. Nótese la doble representación de los países europeos bajo las nacionalidades individuales y doña Unión Europea con su banca personal. Además, saliéndose del título del foro, hay otros países que también participan como España en el rol de invitado constante y, este año, Chile y los Países Bajos como invitados especial del organizador, Argentina; con la participación estelar de algunos organismos internacionales (Organización Mundial del Comercio, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, OCDE, Organización Internacional del Trabajo, etc.). Así que el nombre quizá debería ser los grandes 20 + otros 3 + 5 amigos +…
Parte de la dinámica de la cumbre consiste en que a estos actores se les acercan discusiones propuestas por organismos internacionales y países invitados y grupos de afinidad, representando estos últimos los intereses de la sociedad civil. Actualmente, existen siete grupos de afinidad: Business20 (negocios), Women20 (mujeres), Labour20 (sindicatos), Think20 (desarrollo de ideas), Civil20 (sociedad civil), Science20 (ciencia) y Youth20 (juventud).
A lo largo del año previo a la cumbre, los líderes de la cumbre reciben recomendaciones y aportes por dos canales, el de los Ministros de Finanzas y Presidentes de Bancos Centrales, abordando temas estrictamente económico-financieros y, por otro lado, el canal a cargo de la figura de Sherpas, que acerca temas de índole política, anticorrupción, comercio, género y otros. El calendario con las más de 50 reuniones preparatorias de los equipos de trabajo y otros está disponible en la página oficial del G20.
¿Y de qué están hablando? Según la página oficial, el G20 «aborda los grandes desafíos globales y busca generar políticas públicas que los resuelvan.» Estos «desafíos» están divididos en 11 áreas de trabajo: transiciones energéticas, sustentabilidad climática, empleo, educación, salud, agricultura, economía digital, comercio e inversiones, anticorrupción, finanzas y desarrollo. Además, el país anfitrión define los ejes prioritarios de su presidencia. En el caso argentino, estos son «El futuro del trabajo», «Infraestructura para el desarrollo» y «Un futuro alimentario sostenible».
¿Y cuanto cuesta y quién lo paga? El presupuesto nacional para el 2018 prevé por lo menos 3000 millones de pesos para todo el G20:
-$1100 millones de pesos serán destinados a defensa y seguridad.
-Alrededor de $1000 millones costarán los dos días de la Cumbre de los líderes.
-Casi $500 millones estarán destinados a los eventos preparatorios en el país.
-Otros $218 millones para los viajes a las reuniones preparatorias que no tendrán lugar en la Argentina.
Notita al pie: Los gastos para la realización del G20 son casi iguales a lo que dispone el presupuesto argentino de 2018 para medio ambiente y ecología. En otra comparativa, esta suma representa el 6% del préstamo del FMI y el 20% del total ya desembolsado por el FMI en lo que va del 2018.
De resistencias: Asamblea contra G20
Como todo hasta aquí, estas visitas de los organismos internacionales, y en particular del G20, no parecen ser una noticia agradable. Estos mismos representantes se jactan de querer resolver las “grandes problemáticas del siglo”, siendo que ellos mismos las generaron. Ahora bien, desde este lado de la trinchera, hay resistencias que merecen la pena ser contadas. En nuestro caso, nos interesan las del Foro Feminista vs. el W20 y la del Y20.
Adherimos a las palabras de Silvia Federici sobre los organismos internacionales en general, en una entrevista para un medio español en el 2014: “Es un error no ver el tipo de planificación capitalista que se está desarrollando dentro del proyecto de globalización. Hubo una intervención masiva en la agenda y en las políticas feministas con el objetivo de usar el feminismo para promover el neoliberalismo y para contrarrestar el potencial subversivo que tenía el movimiento de mujeres en términos, por ejemplo, de lucha contra la división sexual del trabajo y contra todos los mecanismos de explotación.“
La agenda del G20 incluye un grupo de afinidad “Women 20”, cuyo encuentro particular se llevará a cabo en la ciudad de Buenos Aires a principios de octubre. Reconocemos que sus planteamientos no abordan las raíces estructurales de las desigualdades de género que son alimentadas por las condiciones de la coyuntura política económica actual. Para ejemplificar, las propuestas del Futuro del Trabajo, el cual promueve la digitalización y el empleo en plataformas, lejos de ser inclusivas, acrecientan las desigualdades de género, imponiendo un modelo no compatible con la realidad de las mujeres. Estas estrategias tampoco dan lugar a la diversidad de géneros y sexualidades, reforzando binarismos y alejándose de las vidas que merecen ser vividas, a las cuales aspiramos.
En el caso de los y las jóvenes, muchas de las propuestas están centradas en el “emprendedorismo y autoempleo”, “por la sustentabilidad para el desarrollo”, “sobre el futuro del trabajo” y “el desarrollo de las habilidades y capacidades para el siglo XXI”. Ante estos ejes, que no hacen más que precarizar aún más la vida de los y las jóvenes (peor todavía el caso en que son pobres y mujeres) e invisibilizar un conjunto de prácticas y de formas de ser de la juventud alternativas, desde el lado de las organizaciones sociales y políticas, se les responde con organización y lucha.
¿Acaso sabrán los y las responsables de la cumbre de jóvenes que en Argentina hay un pibx asesinadx por día por la Policía y los aparatos represivos? ¿Acaso sabrán que, del conjunto de la población, las jóvenes, mujeres y más pobres, son las que más sufren la falta de empleo, de condiciones para una vida digna, de acceso a un aborto seguro? ¿Acaso sabrán que no es que no tengamos las “capacidades” ni las “habilidades” para obtener un empleo formal y de calidad, sino que el capitalismo argentino y dependiente está imposibilitado estructuralmente para ofrecerlos para toda la población?
Las Marchas de la Gorra, las Marchas en contra del gatillo fácil, los talleres de educación popular en los barrios, las cooperativas de trabajo y de la economía popular, los partidos de fútbol para juntar plata para los salones, las murgas que nos llenan de color cada ocupación del espacio público que hacemos y una infinidad de actividades más, no aparecen en sus recomendaciones ni propuestas. A estas no las financian Google, Microsoft ni nada por el estilo. Hacen sus propios trabajos, su propia educación y formación, sus propias actividades culturales. Por esto y por el conjunto de resistencias que se juntaron para gritar FUERA OMC, es que venimos a gritar más fuerte FUERA G20.
* Artículo realizado por integrantes del Espacio de Economía Feminista – Regional Córdoba de la SEC y el Colectivo de Pensamiento Crítico en Economía – Regional Córdoba de la SEC