Carta a una amiga desde Islandia

Carta a una amiga desde Islandia
28 junio, 2018 por Redacción La tinta

Por obra de los sueños y el azar, Ana recorre Islandia en auto y con carpa a bordo: «el país más feministas del mundo», afirma. El fútbol la desencantó de joven pero hoy vuelve como territorio de disputa al patriarcado. En pocos días se contagia de aquellos isleños pintados de azul, blanco y rojo. Siempre que viaja, Ana le escribe cartas a Anu. Y Anu a Ana. Mundial, Messi, Aborto, Telam, la pelota circula, a veces más personal, a veces más política, y la charla rompe las barreras absurda de la distancia.

Por Analía Fernández Fuks para La tinta

Carta de Ana para Anu

26 de junio, Reykiavik, Islandia

Hola Anu. Aquí te saludo desde Reykiavik! Todavía con restos de pintura azul, blanca y roja en la cara :).
Como sabés, este año pude concretar este viaje que tenía en mente hace mucho: visitar Islandia, alquilar un auto, llevar la carpa y otras cosas básicas y simplemente dedicarme a recorrer la isla. Hoy pensaba de dónde había salido esa idea, y creo que me fascinó la posibilidad de vivenciar el fenómeno del sol de medianoche desde que vi «los amantes del círculo polar» de Julio Medem (aunque en la peli están en Noruega), y también creo que el viaje está relacionado a esta obsesión que me agarró el último tiempo con el hielo.

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El Mundial en la tapa de los medios islandeses

El azar hizo que mi viaje coincidiera con la clasificación de Islandia al Mundial por primera vez en su historia, que además haya quedado en la misma zona que Argentina, y que ambos equipos hoy definan su futuro dentro de la copa en diferentes partidos.

Aunque lo fui de adolescente, bien sabés que no soy muy futbolera, me desencantó el negocio, la mafia, y especialmente, la violencia que se genera alrededor del fútbol, y lo abandoné. Hace poco, gracias a vos, lo redescubrí y resignifiqué a través de esas pibas que lo viven como una forma de lucha y un territorio más a disputarle al patriarcado, «ese» fútbol sí me conquista.

Desde que llegué a Islandia, cada vez que digo que soy argentina, me hacen algún chiste futbolero que honestamente mi ignorancia en el tema no me permite seguir. Esos comentarios vienen siempre con una sonrisa, y cierto asombro, lxs argentinxs por aquí no abundan.

Lxs islandesxs son simpáticxs y amables, y para mi sorpresa (quizás no para la tuya!) muy futbolerxs. Todxs hablan del mundial y el equipo, la ciudad está empapelada de sus caras, y es posible ver potreros por todos lados, con niñas y niños jugando. Las canchitas son lindas: el pasto cortado, los arcos de metal y con red, y siempre podés encontrar una pelota tirada por ahí para que quien llegue no necesite llevar una (real! Y de cuero!).


Islandia es conocido por ser de los países más feministas del mundo. Fue el primero en tener una primera mandataria mujer, tienen muchas leyes en búsqueda de igualdad de género (de hecho el año pasado sacaron una que dicen eliminará la brecha salarial el 2022), toda una tradición de lucha feminista, y actualmente una primera ministra de izquierda, feminista y lesbiana.


¿Se puede percibir eso en la calle? Hace apenas unos días que llegué, no sabría decirlo. Pero debo admitir que disfruto mucho de caminar libremente sin sentirme acosada en la calle por miradas, guarangadas o chiflidos, o subestimada por estar al volante.

¡Pero volvamos al fútbol que te quiero contar! Hoy fui a la plaza cerca del Ayuntamiento, donde se juntaron muchas personas a ver el partido en una pantalla gigante. Desde temprano me los crucé con sus camisetas, pañuelos, gorras y sus caras pintadas. Me sentí como en casa: gritaban a la pantalla, se paraban, se agarraban la cabeza y gritaban «uuuuuh» en cada tiro errado al arco. También se abrazaron, gritaron y saltaron en el gol.

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Ana, desde la plaza pública de Reykiavik. Todos atentos al partido contra Nigeria.

Lxs islandeses tienen toda una tradición vikinga que llevan al fútbol con una especie de «haka» de los All Blacks, solo que con los brazos en alto y una combinación de palmas y «úh». Además, gritaron los goles del partido de Argentina, no entendí bien porqué (aunque seguro vos sabes jeje) por más que el griego que tenía al lado (único al que le di a conocer mi nacionalidad) me lo quiso explicar.

Desde el primer minuto todo el equipo se metió en el área de Croacia, pero la pelota no entraba. Croacia llegó dos veces y metió dos goles. El final del partido encontró a lxs islandeses en silencio, hasta que la pantalla empezó a mostrar a sus jugadores cabizbajos, ahí todos rompieron en un aplauso: más allá de la tristeza y la frustración, todo eso que habían vivido era histórico y los sabían.

Me volví en un colectivo llenísimo de personas y más silencio. Sin embargo, en las charlas que escuchaba podía percibirse esa sensación de alegría y tristeza simultánea. Entiendo que esta derrota también sirvió para que Argentina siga adelante en la copa, y quizá, esta vez se le dé y la traiga a casa!

Ahora, en el otro «mundial» (ese que es el más importante, y que el 8/8 tenemos otra «final») Islandia nos lleva muchos puntos de ventaja.

Extrañé mucho la transmisión feminista! Y te cuento que no había mujeres en la transmisión local desde Rusia, solo había en lo que se emitía desde aquí, así que a seguir haciendo historia por allá también!

Te quiero y abrazo a la distancia <3.

Ana.

*Por Analía Fernández Fuks para La tinta

[Leé la carta de Anu, desde Argentina: Carta para una amiga en Islandia]

 

Palabras claves: aborto, Analía Fernández Fuks, feminismo, Fútbol Femenino, Islandia, Mundial Rusia 2018

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