«Que el fútbol sea reportado y vivido por mujeres es gracias al feminismo»
Yésica Brumec la periodista que incomodó no sólo a Jorge Sampaoli sino que movió las fichas del periodismo del fútbol hegemónico, en una charla desde Rusia donde habla del feminismo, el periodismo y el aborto.
Por Analía Fernández Fuks para La tinta
El 21 de mayo, el técnico de la selección argentina de fútbol masculino, Jorge Sampaoli dio una conferencia de prensa en el predio de la AFA para anunciar la lista de 23 convocados. A Yésica Brumec le tocó su turno, se presentó como periodista de Associated Press y SNTV Inglaterra y movió las fichas de una sala que hasta ese momento venía desandando las mismas preguntas de siempre: “qué equipo imaginás que se va a dar en el debut”, “cuál es el desafío para el Mundial”, “qué otros jugadores podrías convocar frente a un posible imponderable”, “cuánto inciden los malos resultados en la conformación de la lista”, “cómo llegan los jugadores a la Copa”, “cuál es el objetivo de mínima”. Preguntas que el técnico surfeaba con comodidad, haciendo algunas variaciones mínimas frente a la reiteración de algunos interrogantes. Todo en el terreno deportivo.
Pero las aguas se movieron cuando la periodista se tomo su tiempo para elaborar una pregunta, que a priori, demandaba más tiempo que las usuales y que además ponía el foco más allá del campo de juego, del banco de suplentes y de los planteos tácticos. “En Argentina a partir de 2015 somos noticia en todo mundo por el tema de «Ni una menos», por visibilizar la violencia machista y levantarse contra eso. En 2018 somos noticia por un manual educativo repartido por la AFA donde se le cuenta a los hombres cómo tienen que hacer para seducir a las rusas, por una publicidad con un mensaje bastante homofóbico, por un jugador convocado entre los 35 para ser parte de la selección y previamente denunciado por violencia de género, por una selección nacional de fútbol femenino que ahora está con escasos recursos y quieren ser escuchadas, y en el medio de todo esto sale a la luz una red de pedofilia donde chicos que quieren llegar un día a la Selección son abusados sexualmente. La pregunta es: ¿cree usted que el fútbol argentino se está quedando atrás respecto a los avances socioculturales que se están dando en Argentina en los últimos años? ¿Sí, no y por qué? Gracias», dijo Yésica Brumec.
Su pregunta no fue sólo una pregunta fue un análisis elaborado previamente, una reflexión, una lectura atravesada por el movimiento feminista. Y la ola a Sampaoli lo tapó. Y a algunos colegas e hinchas los salpicó, se intentaban sacar la sal de los ojos, esa sal que pica y molesta. Qué tiene que ver esa pregunta en una conferencia de prensa, se preguntaron en las redes sociales. El DT cuestionó la «vigilancia tecnológica», dijo que “se denuncian cosas que son difíciles de comprobar y que a veces duelen un montón, se termina la denuncia y se terminó un efecto que podría ser mediático”.
Yésica Brumec tiene 29 años, trabaja como periodista audiovisual freelancer. Produce, filma y escribe para AP y para el Cronista Comercial sobre temas variados. Juega al fútbol con amigas, lo mira en la tele con su familia. Y aunque no es hincha de ningún equipo, le gusta como deporte y disfruta de cubrirlo periodísticamente. Desde comienzos de junio, Yésica camina las calles de Chulkovo por primera vez, un pueblo que queda una hora al sur de Moscú centro y a 25 minutos de Bronnitsy, donde hace base la selección argentina. Cubre los entrenamientos del equipo nacional y las conferencias de prensa de los jugadores y cuerpo técnico.
Yésica es una de las once mujeres y trans argentinas que viajaron a Rusia para cubrir el Mundial para distintos medios sobre un total de 232 periodistas. Es decir, Yésica es parte de ese cinco por ciento. Que así de minúsculo es un récord. Y más de la mitad de ellas lo cubren para medios internacionales, como Viviana Vila, que es la primera comentarista en la historia de los mundiales.
—¿Qué significa para vos cubrir un mundial?
Desde lo profesional, una satisfacción y responsabilidad enormes por cubrir el evento deportivo que es a la vez el encuentro de nacionalidades más popular del planeta. Desde lo personal, es saciar la curiosidad que tenía de chica de meterme dentro del televisor y ver el ambiente desde dentro de la cancha y fuera, charlar con gente de todo el mundo ahí mismo y registrar lo que pasa. Por otro lado, estudié un par de meses de ruso, así que mi otro mundial es entablar conversaciones y ya lo estoy disfrutando.
—¿Cuál es tu lectura sobre el espacio que tienen las periodistas en los medios masivos y los lugares ocupamos dentro de ellos?
Me parece alentadora la apertura, la visibilidad y que el espacio de legitimidad se siga ampliando. Hay cada vez más diversidad de mujeres profesionales en todo el espectro del periodismo deportivo, donde colegas reportan, comentan, analizan, fotografían o filman, sean apasionadas por el fútbol o no. En lo personal, aprendo mucho de las colegas que me rodean acá. De todas formas, todavía falta muchísimo. Lo de Viviana Vila es un triunfo histórico y ojalá vengan muchas detrás de ella para poner la voz en la cancha. De las argentinas que viajamos a cubrir el mundial, la mayoría lo hacemos para medios internacionales y eso hecha luz sobre el machismo que hay en las empresas de periodismo deportivo en el país.
La periodista lo grafica de las siguiente forma: “Googleás ‘periodista deportivo argentina’ y te aparecen los más importantes, los respetados. Googleás ‘periodista deportiva argentina’ y viene un hilo de notas sobre las que más ratonean a los hombres, las hot del evento. Hoy ese lugar está en proceso de deconstrucción gracias a un contexto histórico que acompaña y a las colegas pioneras que vienen remando y abriendo camino hace años.”
—¿Genera incomodidad cuando hablamos como cuando lo hiciste en la conferencia de prensa?
En un ambiente de trabajo donde un deporte que se da por sentado que lo juegan varones, lo cuenta una mayoría de periodistas deportivos dirigiéndose a un público que se presupone masculino, puede generar incomodidad o llamar la atención, por lo menos. Creo que es parte de que las mujeres sigamos siendo pocas en el ambiente.
¿Cómo transforma el movimiento feminista dentro de la cancha y sus alrededores?
Que las jugadoras de la selección alcen la voz para jugar con el reconocimiento que merecen y que desde afuera de la cancha el fútbol pueda ser analizado, reportado, vivido o disfrutado por cada vez más mujeres es gracias a la fuerza del movimiento feminista. Argentina tiene jugadores varones de prestigio mundial cuya voz es muy escuchada por la AFA. Las pibas, por otro lado, no tienen un predio para entrenar, gestionar o solventar gastos en los campeonatos y piden ser tenidas en cuenta. Misma asociación, mismo deporte, panoramas opuestos.
Mientras Yésica Brumec está en Rusia, en el Congreso argentino se debate el proyecto de legalización y despenalización del aborto. Y para ella eso no es menor. En su cuenta de Twitter dice: “Soy periodista y estoy a favor del Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Tuve crianza católica y respeto a quien profesa esta fe pero considero que la salud pública no tiene que ver con metafísica ni creencias personales. La discusión es #AbortolegalOClandestino. Así que #QueSeaLey”. La periodista corre entre por las calles de Rusia para intentar conseguir un testimonio, una imagen de los jugadores de la selección. Los días son intensos a pocas horas del debut argentino. Sin embargo, ella está pendiente de otro partido que se juega lejos suyo.
En la conferencia de prensa, Andrés Eliceche de La Nación les pregunta a los arqueros Wilfredo Caballero y Nahuel Guzmán cuál es su postura sobre el proyecto que los diputados y diputadas tratarían ese mismo día. El arquero titular responde: “Soy muy católico, muy creyente y estoy en contra del aborto. Pero también soy muy claro y creo que hay situaciones muy graves en las que si se podría practicar. Puedo ser ambiguo en mi respuesta porque más creyente que sea también creo que hay situaciones gravísimas en las que las mujeres sufren. No quiero dar mi voto a nada”. Su compañero de equipo se acerca al micrófono y dice: “No creo que sea conveniente dar un voto por sí o por no en este momento, meternos en una discusión de la cual uno está lejos y no puede participar. No estoy al tanto al detalle de lo que declara la ley y es difícil exponer. Sí comparto con Willy que hay excepciones, que hay mujeres que pasan por sufrimientos extremos. Tengo muchas charlas en casa con mi esposa sobre el tema y llegamos a un punto de discusión. Me gusta hacer hincapié en la libertad de las personas para elegir, ahí es donde creo que se puede llegar a encontrar un límite”. Horas antes, el ex jugador de la selección nacional Juan Pablo Sorín había dejado clara su postura a través de un tuit: “Educación sexual para todos, anticonceptivos para no abortar. Aborto legal para no morir”. Yésica reflexiona: “Es importante que futbolistas y referentes de fútbol apoyen la legalización y despenalización del aborto y salgan a hablar de esto públicamente por concientizan al resto de los referentes del fútbol sobre su enorme responsabilidad social”.
Brumec sigue minuto a minuto la votación en la Cámara de Diputados junto a otros y otras colegas desde el hotel donde se alojan. Mientras tanto, habla con amigas suyas que están en la plaza. Está nerviosa. Son muchos kilómetros de distancia. Y eso la afecta, dice, mucho más de lo que podía imaginar. Se encierra en su habitación, está nerviosa y charla con su hermano porque su trasmisión está con delay. Es él quien le avisa que ya está, que listo, que media sanción. Pero que no, que contaron mal. La periodista lo sufre. Y después una vez que dicen 129 a 124, festeja. Y llora. “Me conmueve mucho. El movimiento feminista me cambió completamente. Este empoderamiento es real”, reflexiona.
*Por Analía Fernández Fuks para La tinta